Princesas hasta los 12
Las adolescentes del sur de M¨¦xico tienen relaciones cada vez m¨¢s temprano y sin protecci¨®n. La tradici¨®n y la ley las obligan a llevar adelante sus embarazos mientras proliferan las enfermedades de transmisi¨®n sexual
¨C?Y qu¨¦ vas a hacer?
Silvia se apur¨® a buscar una libreta y una pluma e hizo un garabato.
¨CQuiero celebrar mi fiesta de los 15. Y quiero que mi vestido sea as¨ª. ¨C Contest¨® mostrando el dibujo.
¨CPero si tu cumplea?os es en seis meses y dentro de cuatro vas a ser mam¨¢. No tendr¨¢s fuerzas para esa fiesta.
Entonces lo entendi¨®. Llevaba cinco meses ocultando su embarazo, simulando que menstruaba y se cambiaba las compresas durante unos d¨ªas al mes, aun sin mancharlas, para esconderle a su madre que lo peor hab¨ªa pasado. Pero a las 20 semanas de gestaci¨®n, su cuerpo hablaba solo. Pese al miedo y la tristeza, nunca se plante¨® no tenerlo. ¡°Me toc¨®. Era demasiado tarde y ya no pod¨ªa hacer nada¡±, reflexiona Silvia, que en realidad se llama de otro modo, pero prefiere ocultar su nombre. Su novio, un chaval del barrio, la dej¨® y desapareci¨®. ¡°Ya no vive en la casa donde sol¨ªa vivir¡±, lanza.
Acababa de entrar 2011 y Silvia nunca hab¨ªa pensado en tener un beb¨¦. ¡°Cuando le preguntaba qu¨¦ pensaba hacer, me refer¨ªa a si iba a darlo en adopci¨®n o a c¨®mo pensaba mantenerlo¡±, replica Robina Soria Vargas, coordinadora de Syjac, una organizaci¨®n que atiende a ni?os de familias sin recursos. ¡°Aqu¨ª hay de todo menos informaci¨®n¡±, sentencia.
M¨¦xico es el pa¨ªs de la OCDE
La sexualidad entre los j¨®venes de Chiapas, al sur de M¨¦xico y uno de los estados m¨¢s pobres del pa¨ªs, es atropellada y peligrosa. En un lugar donde autobuses, restaurantes y negocios est¨¢n inundados de canciones de amor fatal y los ni?os se convierten en adultos de repente entre los 12 y los 14 a?os, las relaciones sexuales empiezan cada vez a una edad m¨¢s temprana. Ellos crecen con la idea de que tienen que sustentar a una familia. A ellas, la tradici¨®n les dice que deben ser madres.
M¨¦xico es el pa¨ªs de la OCDE con m¨¢s embarazos adolescentes ¨C64 por cada 1.000 habitantes, frente a los nueve de Espa?a¨C, seg¨²n datos de la Organizaci¨®n y no ha logrado aumentar la edad media del primer embarazo, que sigue estancada en los 21 a?os desde 1970. Pese a algunos programas de prevenci¨®n en las escuelas, el sexo sigue siendo tab¨² y sus consecuencias, desconocidas por la mayor¨ªa de los j¨®venes de Chiapas, un estado con gran parte de su poblaci¨®n pobre, ind¨ªgena y rural, los tres factores que hacen m¨¢s vulnerables a las chicas, seg¨²n los expertos. Los m¨¦dicos alertan del aumento en los ¨²ltimos a?os de las infecciones de VIH y del virus del papiloma humano, entre otras enfermedades de transmisi¨®n sexual. El 50% de los nuevos casos de VIH detectados en 2013 en M¨¦xico afectaba a menores de 24 a?os, seg¨²n UNAIDS, el programa de Naciones Unidas destinado a erradicar el virus y, seg¨²n las estad¨ªsticas del Gobierno federal, cada vez son m¨¢s las mujeres infectadas. Una encuesta oficial desvela que la mitad de las chicas entre 15 y 19 a?os tienen relaciones habitualmente sin preservativo y que una de cada cuatro no tiene acceso a m¨¦todos anticonceptivos.
¡°Sab¨ªamos que hab¨ªa alg¨²n riesgo, pero no nos proteg¨ªamos¡±, admite Silvia, que nunca dej¨® la escuela para amamantar a su beb¨¦. El parto coincidi¨® con las vacaciones de Semana Santa y con esos d¨ªas, cree, tuvo bastante para recuperarse. Estaba tan enamorada que hac¨ªa cualquier cosa que le pidiera su novio con tal de mantener su atenci¨®n. Beb¨ªa alcohol, ten¨ªa relaciones con los amigos del chico cuando ¨¦l se lo ordenaba y pasaba horas en la calle con ellos. Ahora estudia por las tardes para llegar a la universidad y asegura que no piensa en tener m¨¢s hijos hasta que se diplome.
El Distrito Federal es el ¨²nico lugar de M¨¦xico donde se puede
Los chicos que no encuentran otra alternativa emigran de Chiapas a Canc¨²n y otras ciudades tur¨ªsticas para encontrar un empleo y volver con unos ahorros. ¡°All¨ª, muchos de ellos frecuentan prost¨ªbulos y mantienen relaciones sexuales promiscuas, por lo que vuelven infectados¡±, testifica Yvonne Montoya, psic¨®loga del Hospital comunitario de San Juan Chamula, una comunidad ind¨ªgena cercana a San Crist¨®bal de las Casas. Las chicas de las familias m¨¢s pobres son entregadas por sus padres para convertirse en empleadas dom¨¦sticas. Las que tienen suerte, logran combinar el trabajo con los estudios de secundaria. Pese a que hay escuelas en casi todas las comunidades, el acceso al instituto desde los pueblos es mucho m¨¢s dif¨ªcil.
¡°Las relaciones de noviazgo no est¨¢n permitidas en las comunidades ind¨ªgenas, aunque por supuesto existen¡±, apunta Montoya. ¡°Si a un chico le llama la atenci¨®n una joven, pide permiso a la autoridad comunitaria y al padre para frecuentarla¡±, a?ade. Luego, empiezan a vivir juntos, casi siempre sin casarse. Para separarse, no obstante, ¡°deben volver a pedir permiso a la comunidad y la chica queda estigmatizada y relegada a amante o soltera¡±, a?ade la psic¨®loga.
Alesina naci¨® en una de esas comunidades hace 19 a?os. Desde los 15 trabaja como cocinera en un restaurante de San Crist¨®bal de las Casas. Lleg¨® a casa de su hermana mayor, que tiene el mismo empleo que ella, al terminar la primaria. Ahora tiene una hija de dos a?os y vive con su ¡°esposo¡±, como llaman las chicas a sus compa?eros, pese a que la mayor¨ªa no est¨¦n casadas. ¡°Si no eres madre, no eres nada¡±, incide Soria Vargas. ¡°La presi¨®n social las obliga a tener el ni?o a cualquier precio, aunque la madre haya sufrido una violaci¨®n, tenga 12 a?os o no tenga suficientes recursos para mantenerlo¡±, a?ade.
En algunos casos, especialmente entre las adolescentes que estudian en el instituto, el susto del embarazo supera a las j¨®venes. Decidir no tener el beb¨¦ las obliga a ingeni¨¢rselas para abortar de manera clandestina. ¡°Buscan en Internet qu¨¦ f¨¢rmacos funcionan y se duplican la dosis para asegurarse de que va a funcionar¡±, explica Claudia Samayoa, responsable el m¨®dulo de atenci¨®n al adolescente del centro de salud Los Pinos, en un barrio perif¨¦rico de San Crist¨®bal de las Casas. ¡°El problema es que cada cuerpo es distinto y a algunas les funciona y a otras no¡±, secunda Yamilet Ben¨ªtez, gerente de operaciones de Marie Stops en Chiapas, una red de cl¨ªnicas de ginecolog¨ªa que deriva a sus pacientes que quieran abortar a su sede del Distrito Federal, la capital del pa¨ªs, el ¨²nico lugar de M¨¦xico donde se puede abortar libremente durante las 12 primeras semanas de gestaci¨®n. Ben¨ªtez explica que el remedio m¨¢s utilizado para provocarse una interrupci¨®n voluntaria del embarazo, Misoprostol, est¨¢ dise?ado contra las gastritis y que puede conseguirse f¨¢cilmente en las farmacias.
Carol, de 22 a?os, nunca se plante¨® el aborto ni pens¨® que podr¨ªa contraer una enfermedad de transmisi¨®n sexual. Lleg¨® a M¨¦xico desde su Guatemala natal a los 14 con su chico, de 15. Fueron contratados para recolectar mangos desde su pueblo de origen y desde entonces viven en el sur del pa¨ªs. Carol est¨¢ embarazada por tercera vez y tuvo a su primera hija un a?o despu¨¦s de llegar. ¡°Naci¨® muerta¡±, declara para decir que Mar¨ªa Carolina lleg¨® al mundo en coma. ¡°Cuando tuvo que despertar, no pudo despertar del todo, desgraciadamente¡±, a?ade. ¡°Un embarazo a esta edad es peligroso para la madre y para el ni?o. Durante el parto, pone en riesgo su vida porque la pelvis no ha terminado de crecer¡±, explica Mercedes Aguerrebere, doctora del programa Partners and Health de la Universidad de Harvard, que trabaja en las comunidades ind¨ªgenas en Chiapas. Otro de los problemas habituales entre los beb¨¦s hijos de adolescentes es que nacen desnutridos, puesto que las madres a¨²n utilizan los alimentos para crecer ellas mismas. La principal causa de muerte materna entre j¨®venes de 15 a 19 a?os es, a su vez, la esclampsia, una enfermedad que tiene que ver con la falta de nutrientes. A nivel psicol¨®gico, ¡°los padres est¨¢n demasiado preocupados por su propio desarrollo, por lo que sus hijos no son una prioridad cuando s¨ª deber¨ªan serlo¡±, advierte Carolina D¨ªaz Walls, psic¨®loga de la Universidad Aut¨®noma Nacional de M¨¦xico.
El 50% de los nuevos casos de VIH detectados en 2013 en M¨¦xico afectaba a menores de 24 a?os
Carol aguant¨® que el padre de sus hijas le pegara porque eso es lo que hab¨ªa vivido de peque?a con sus padres. ¡°Las ni?as lloraban cuando me tiraba un plato o una sart¨¦n. Entonces se empez¨® a dar cuenta de que lo que hac¨ªa no estaba bien¡±, cuenta con naturalidad: ¡°Fuimos a la iglesia y todo cambi¨®. Dej¨® de beber y de golpearme¡±.
¡°Con la idea del amor rom¨¢ntico, como si se tratara de una fusi¨®n, el control lo tienen ellos y las chicas dejan de protegerse¡±, testimonia Adela Bonilla, de Nuevos C¨®dices Compat¨ªa, un organismo que trabaja en la prevenci¨®n en un pa¨ªs donde un 70% de las j¨®venes sufre violencia durante el noviazgo, seg¨²n UNICEF (del que un 15% llega a la agresi¨®n f¨ªsica y un 16,5%, a la sexual). Una encuesta realizada entre estudiantes de magisterio revela que la mayor¨ªa de las chicas piensa que no pueden quedar embarazadas si ¨¦l eyacula fuera, la mitad de los chicos piensa que el aborto debe estar prohibido y que pr¨¢cticamente ninguno de los entrevistados sab¨ªa c¨®mo se transmite el VIH.
Los doctores de la sanidad p¨²blica tienen prohibido hablar del aborto a sus pacientes. Samayoa coordina tambi¨¦n las charlas sobre prevenci¨®n en el instituto Conalep, el centro con m¨¢s embarazos entre las alumnas de todo Chiapas. El semestre anterior fueron 20. Este, han conseguido reducirlo a una docena, pese a que la administraci¨®n, asegura, ha reducido casi a la mitad los preservativos que recib¨ªa su departamento. Muchas muchachas incluso visitan a la doctora una vez que han expulsado el feto. ¡°Una vez, cuando le pregunt¨¦ a la chica qu¨¦ hab¨ªa hecho con el producto. ¡®Lo enterr¨¦ en una maceta. Por cuestiones ¨¦ticas no pude deshacerme de ¨¦l, as¨ª que lo enterr¨¦¡¯, me respondi¨®¡±, relata.
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