Mucho empleo, enorme precariedad
El sector textil, que emplea a m¨¢s de 60 millones de personas en el mundo, tiene ante s¨ª el reto de mejorar unas condiciones laborales que en ocasiones rozan la esclavitud
La industria textil emplea a m¨¢s de 60 millones de personas en el mundo, pero la mayor¨ªa con baja cualificaci¨®n, migrantes y profesionales poco organizados, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial del Trabajo. La producci¨®n a gran escala de prendas muy asequibles en pa¨ªses ricos tiene esta doble cara en los que est¨¢n en desarrollo: por un lado genera mucha ocupaci¨®n y es el motor de algunas econom¨ªas, pero por otro la lucha por la competitividad coadyuva a condiciones que llegan a rozar el esclavismo.
La gran mayor¨ªa de los empleados de las f¨¢bricas que proliferan en pa¨ªses como China, Camboya, Bangladesh, India, Marruecos, Turqu¨ªa, Filipinas, Egipto o Sri Lanka (por mencionar algunos de los mayores productores), no trabajan directamente para las grandes marcas, sino para empresas subcontratadas. La transparencia para conocer los proveedores ha sido muy escasa hasta hace poco, lo que propiciaba que muchas compa?¨ªas se desentendiesen por completo de las condiciones de vida de estos empleados. Aunque queda much¨ªsimo por hacer, la situaci¨®n est¨¢ cambiando, gracias en parte a tragedias que han acabado con miles de vidas.
Salarios del sector textil
El Center for American Progress hizo el a?o pasado un estudio de los salarios reales (ajustando IPC y capacidad adquisitiva en cada pa¨ªs) de los trabajadores del sector textil en los principales exportadores entre 2001 y 2011. Estas son las cifras mensuales en d¨®lares y el porcentaje de aumento o descenso en esa d¨¦cada.
Bangladesh: 91,45 d¨®lares (-2,37%)
Camboya:126,26 (-22,10%)
China: 324,90 (+124,29%)
Rep¨²blica Dominicana: 223,83 (-23,74%)
El Salvador: 294,14 (-11,52%)
Guatemala: 345, 75 (-13,05%)
Hait¨ª: 154,78 (+48,22%)
Honduras 327,98 (-8,76%)
India: 169,67 (+12,96%)
Indonesia: 186,64 (+38,35%)
M¨¦xico: 536,57 (-28,94%)
Per¨²: 393,43 (+17,12%)
Filipinas: 233,39 (-6,36%)
Tailandia: 337,12 (+6,44%)
Vietnam: 254,78 (+39,66%)
La mayor cat¨¢strofe ocurri¨® en 2013, con el derrumbe del edificio Rana Plaza, en Bangladesh, un pa¨ªs muy atractivo para la industria por sus bajos salarios (el m¨ªnimo estaba fijado e 30 euros hasta 2013, ahora es de 50). Se cobr¨® la vida de 1.127 personas y dej¨® heridas a m¨¢s de 2.500, muchas con mutilaciones que en sus pa¨ªses les condenan a la mendicidad. No fue un accidente. El edificio, utilizado para empaquetar ropa de firmas como Primark, Benetton, El Corte Ingl¨¦s o Le Bon March¨¦, estaba construido sobre aguas estancadas, presentaba grietas y los potentes generadores de electricidad que funcionaban durante los frecuentes apagones superaban el peso que pod¨ªa aguantar. Varias empresas se unieron para indemnizar colectivamente a los trabajadores y desde entonces, la inspecci¨®n de los edificios se ha endurecido por iniciativa de las propias marcas.
Pero las tragedias en el sector no son nuevas. M¨¢s de 400 personas murieron en incendios en f¨¢bricas de Bangladesh y Pakist¨¢n entre 2006 y 2009, seg¨²n un informe de la red Ropa Limpia. Y desde entonces (tambi¨¦n antes) el goteo ha sido constante: 120 muertos y 100 heridos en una f¨¢brica cercana a Dacca en 2012; 21 fallecidos en Gazipur en 2010; 280 en una f¨¢brica textil de Pakist¨¢n en 2012 como consecuencia de un cortocircuito son solo algunas tragedias que no hab¨ªan logrado una concienciaci¨®n como la que conllev¨® el Rana Plaza.
Si la seguridad es la mejora m¨¢s acuciante por las vidas que pone en peligro, los salarios est¨¢n justo por detr¨¢s. Las empresas textiles aseguran que sus subcontratas pagan al menos el salario m¨ªnimo en cada pa¨ªs donde operan, pero en muchas ocasiones, seg¨²n denuncia varias ONG, no son suficientes para llevar una vida digna. Bangladesh ocupa el ¨²ltimo puesto en la clasificaci¨®n. Camboya le sigue con 100 d¨®lares al mes. No parece casualidad que sean dos de los lugares donde las empresas est¨¢n trasladando mucha de su producci¨®n. El Center for American Progress hizo un estudio el a?o pasado en el que clasificaba los sueldos reales de los trabajadores de la industria textil por pa¨ªses (ajustando IPC y poder adquisitivo). Analizaba un periodo de 10 a?os, entre 2001 y 2011, y aunque se pueden ver subidas notables, como la de China (124%), tambi¨¦n hay ca¨ªdas significativas (ver cuadro a la izquierda).
Las horas de trabajo son el otro gran caballo de batalla en el sector textil. Aunque la mayor¨ªa de los pa¨ªses productores tienen estipuladas 48 horas como jornada semanal con la adici¨®n de otras 12 en concepto de extraordinarias (es lo que incluyen el c¨®digo de conducta de las dos mayores empresas del sector: Inditex y H&M), es frecuente el incumplimiento, ya sea porque se suma m¨¢s tiempo trabajado o porque las horas extra son en realidad ordinarias, como denunci¨®, por ejemplo, el estudio de Ropa Limpia La moda espa?ola en T¨¢nger: trabajo y supervivencia de las obreras de la confecci¨®n.
Las grandes empresas, que adoptan cada vez con m¨¢s frecuencias pol¨ªticas de responsabilidad social para paliar estos problemas, explican que a su fin de ser rentables, suman el prop¨®sito de mejorar los est¨¢ndares de vida en los pa¨ªses productores presionando a los gobiernos y a las empresas locales para incluir mejoras en la negociaci¨®n colectiva, lo sueldos y las condiciones laborales. ?Hacen lo suficiente? Como respuesta, una cifra: el sindicato IndustriALL, que representa a 50 millones de trabajadores en todo el mundo, recuerda que los costes laborales de una camiseta fabricada en Bangladesh que se vende a 20 euros son de 1,5 c¨¦ntimos.
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