?Qu¨¦ vacunas necesitamos m¨¢s all¨¢ de los 14 a?os?
Hasta el 30 de abril se ha celebrado la Semana Mundial de la Inmunizaci¨®n El lema de este a?o es: '?Est¨¢ usted al d¨ªa?' La Dra. Anna Vilella ofrece las pautas para saber qu¨¦ vacunas necesita la poblaci¨®n adulta
No hace mucho, un mes quiz¨¢s, o¨ª a un grupo de amigos que comentaban el caso de un conocido. A su vecino, un joven de 37 a?os le hab¨ªan diagnosticado sarampi¨®n. ?Nosotros estamos vacunados?, reflexionaba uno de los j¨®venes. ?Deber¨ªamos vacunarnos ahora?, comentaba otro.
La realidad es que la mayor¨ªa de adultos ignoran o no recuerdan si est¨¢n correctamente vacunados, qu¨¦ vacunas recibieron, y mucho menos si les recomendaron alguna vacuna para cuando fueran adultos. Cierto es que todos disponemos de un carnet de vacunaci¨®n infantil donde se registraron las vacunas recibidas y de donde podemos rescatar la informaci¨®n que nos puede ayudar en determinadas ocasiones. Sin embargo, en no pocos casos el carnet se ha extraviado y ha ca¨ªdo en el olvido.
Si no disponemos del carnet de vacunaci¨®n, existen dos factores que nos pueden ayudar a determinar las vacunas que requerimos los adultos: el a?o de nacimiento y la zona geogr¨¢fica donde hemos nacido y crecido. Fue en el a?o 1965 cuando se inici¨® en nuestro pa¨ªs la vacunaci¨®n infantil de forma sistem¨¢tica y se institucionaliz¨® mediante los conocidos calendarios de vacunaci¨®n, en los que se plasma las vacunas que deber¨ªan recibir todos los ni?os. Estos calendarios no son r¨ªgidos, sino que han ido variando a lo largo de los a?os con la introducci¨®n de nuevas vacunas, la modificaci¨®n de pautas o el cambio de unas por otras. Adem¨¢s, pueden existir peque?as diferencias entre comunidades ya sea en la inclusi¨®n o no inclusi¨®n de determinadas vacunas o en la administraci¨®n temporal de las mismas. De ah¨ª que el a?o y la comunidad de nacimiento y residencia sean factores.
En base a todo ello, podemos afirmar que los mayores de 50 a?os nunca fueron vacunados de forma reglada y por tanto podr¨ªamos preguntarnos: ?Son todos ellos candidatos a las mismas vacunas que los ni?os? ?Son susceptibles a todas las enfermedades infecciosas? ?Deber¨ªamos vacunarlos de todo? En los a?os anteriores a 1965, la incidencia de enfermedades infecciosas infantiles como sarampi¨®n, rub¨¦ola, parotiditis y varicela, entre otras, era muy alta y la mayor¨ªa de ni?os las padec¨ªa, por lo que adquir¨ªan inmunidad para toda la vida. Por este motivo, este grupo de adultos, tienen una gran probabilidad de estar protegidos frente a estas enfermedades de forma natural. No ocurre as¨ª con otras enfermedades como el t¨¦tanos o la difteria, por lo que aunque las hayamos padecido deberemos pensar en la vacunaci¨®n peri¨®dica que nos permita mantener la inmunidad a lo largo de la vida. Tras la primovacunaci¨®n con tres dosis a los 0, 1 y 6 meses, se recomienda una dosis a los 45 a?os y otra a los 60-65. Es a partir de esta edad cuando conviene recordar la necesidad de vacunarse frente a la gripe cada a?o. Y tambi¨¦n frente al neumococo, siguiendo las pautas que nos indicar¨¢ nuestro m¨¦dico.
Otro grupo de edad en el que se observa una particularidad vacunal ser¨ªan todos aquellos nacidos entre 1966 y 1977, debido a su relaci¨®n con la vacuna triple v¨ªrica. Esta vacuna, que contiene ant¨ªgenos frente al sarampi¨®n, la rub¨¦ola y la parotiditis, no se incluy¨® en calendario vacunal hasta el a?o 1981, cuando se inmuniz¨® a los ni?os de 12 meses. Eso significa que los adultos que actualmente tienen entre 35 y 50 a?os pueden ser susceptibles al sarampi¨®n, a la rub¨¦ola y a la parotiditis y ser¨ªa recomendable administrarles la vacuna triple v¨ªrica. Adem¨¢s, cabe recordar que a los 45 a?os nos corresponde una dosis de recuerdo de la vacuna antitet¨¢nica.
?Y qu¨¦ pasa con los menores de 35 a?os? Este grupo de poblaci¨®n fue correctamente vacunado y recibi¨® la ¨²ltima dosis de vacuna a los 14 a?os. Deber¨ªa pensar en vacunas en caso de viaje o actividad profesional. En cualquier caso, ser¨¢ nuestro m¨¦dico quien nos dir¨¢ cu¨¢les son las vacunas indicadas. En definitiva, la edad nos va ayudar a revisar nuestra situaci¨®n vacunal, pero lo que nos dar¨¢ una informaci¨®n segura y fidedigna ser¨¢ nuestro carnet de vacunaci¨®n. Por lo que hace falta darle la importancia que tiene y no considerarlo como una simple an¨¦cdota de nuestra historia personal.
Anna Vilella i Morat¨®. M¨¦dico consultor del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiolog¨ªa del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona e investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
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