Respuestas contra el racismo
Mientras Obama reacciona con dureza al discurso racista del due?o de los Clippers, las autoridades espa?olas guardan silencio ante el insulto a Alves
El discurso de Donald Sterling, propietario del equipo de baloncesto de la NBA Los Angeles Clippers, y el pl¨¢tano arrojado al jugador del Bar?a Dani Alves en el campo del Villarreal nos recuerdan que el racismo es una grave enfermedad del deporte profesional. Y un problema de Estado; mientras no se tome en serio (sobre todo en Espa?a) no ser¨¢ erradicado de los estadios. Sterling, en una grabaci¨®n recogida por TMZ Sports, profiere palabras desdichadas. ¡°Me molesta mucho que quieras difundir que te est¨¢s asociando con gente negra ¡ªrecrimina a su novia¡ª. Puedes dormir con ellos. Lo poco que te pido es que no los promociones y que no los lleves a mis partidos¡±. La segunda frase de esta insensatez podr¨ªa indicar que la infecci¨®n racista procede del resentimiento, aunque Sterling (80 a?os) tiene antecedentes por discriminaci¨®n.
El racismo de Sterling repele a la gran mayor¨ªa de estadounidenses; pero seguro que ni uno solo entiende la peculiar concepci¨®n del negocio del due?o de los Clippers. M¨¢s del 45% de los asistentes a los partidos de baloncesto son ciudadanos de color (para no hablar de los jugadores). O Sterling quiere hundir su franquicia para cobrar el seguro, o no es el empresario m¨¢s brillante de California.
Hay diferencias entre Espa?a y EE UU. All¨ª, el presidente Obama (desde Malaisia) repentiz¨® una respuesta muy dura con todos los altavoces pol¨ªticos abiertos. ¡°Son comentarios ignorantes, incre¨ªblemente ofensivos y racistas¡±; y dej¨® claro su deseo. ¡°Sospecho que la NBA est¨¢ firmemente decidida a resolver esta situaci¨®n¡±. Dicho y hecho: hay una investigaci¨®n en marcha. Los jugadores de los Clippers se han amotinado compareciendo en un partido con la camiseta de entrenamiento al rev¨¦s. Sterling ha concitado un clamor nacional de repulsa.
En Espa?a, la reacci¨®n ha sido (por ahora) el silencio de las autoridades deportivas. En un gesto dudoso, el jugador agredido ¡ªel insulto racista es una agresi¨®n¡ª recogi¨® y se comi¨® el pl¨¢tano. Adem¨¢s de desterrar al agresor de por vida del campo, como ha hecho ¡ªbien y r¨¢pido¡ª el Villarreal, lo apropiado es el m¨¦todo brit¨¢nico: que los agresores sean detenidos. Entonces podr¨¢ decirse que el racismo en las gradas est¨¢ en v¨ªas de desaparici¨®n.
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