Hilar fino sobre las tablas
Tras el mazazo de los uniformes ol¨ªmpicos, los dise?adores espa?oles han encontrado nueva pareja de baile Moda y artes esc¨¦nicas hacen oficial su relaci¨®n sobre los escenarios
Sin modelos. As¨ª sorprendieron Viktor & Rolf en la Semana de la Alta Costura de Par¨ªs cuando en su lugar apareci¨® el Ballet Nacional de Holanda. D¨ªas antes, el Concierto de A?o Nuevo en Viena demostraba que el binomio espect¨¢culo y dise?o sigue en 2014 bien entrelazado. Por primera vez un dise?ador (la brit¨¢nica Vivienne Westwood) vest¨ªa a los bailarines. Moda y artes esc¨¦nicas tienen en com¨²n la t¨¦cnica y la precisi¨®n, as¨ª que no es extra?o que m¨¢s de una vez se hayan aliado. Christian Lacroix firm¨® los dise?os del ballet La Source (2011) en la ¨®pera de Par¨ªs, y Valentino se atrevi¨® con el vestuario de la temporada de oto?o de 2012 (tres ballets) del New York City Ballet. A?o en el que Laura y Kate Mulleavy, de Rodarte, ideaban la ropa para el Don Giovanni de la Filarm¨®nica de Los ?ngeles.
Si de Espa?a han salido bailarines de renombre, como Nacho Duato o V¨ªctor Ullate, y dise?adores de prestigio, como Balenciaga o Jes¨²s del Pozo, ?por qu¨¦ no unir ambos mundos? Eso se plantearon el Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (INAEM) y la Asociaci¨®n de Creadores de Moda de Espa?a (ACME). Hoy este matrimonio ya es oficial tras firmar en febrero su primer convenio de colaboraci¨®n. ¡°Tenemos una coincidencia de intereses. Hab¨ªa que ordenar lo que ya exist¨ªa y ahora vamos a impulsar¡±, explica el director del INAEM, Miguel ?ngel Recio. Tras sus primeras palabras, menciona alianzas pasadas: David Delf¨ªn y la Compa?¨ªa Nacional de Danza en Chapter 10 (2009) y Nippon-Koku (2014), Nicolas Vaudelet y el Ballet Nacional en Sorolla (2013) o Del Pozo y la zarzuela en El juramento (2000). Pero las primeras im¨¢genes que muestra son de bailarines de Mediterrania (1992) vestidos por Modesto Lomba, el presidente de la ACME y el otro interlocutor del encuentro.
A priori parece que los dos tienen poco en com¨²n. Recio (Santander, 1965) viene de las formalidades pol¨ªticas, pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado y gestion¨® Patrimonio Nacional y el Museo Thyssen antes de asumir la direcci¨®n del INAEM en 2012. Lomba (Vitoria, 1962) se mueve entre telas, su firma Devota & Lomba ya ha cumplido las bodas de plata y los ¨²ltimos 14 a?os ha presidido la ACME. Pero en este di¨¢logo revelan un mismo discurso: moda y artes esc¨¦nicas trabajan a la perfecci¨®n juntos.
¡°El convenio es una manera de poner en valor el talento que hay en dos campos que son de la m¨¢xima excelencia¡±, resume Recio. Para Lomba se trata de autorreconocerse y valorarse. ¡°No es chovinismo, que tampoco nos vendr¨ªa mal [r¨ªe]. Nos encontraremos en talleres con profesionales de la danza, el ballet o el teatro que reforzar¨¢n el trabajo de ambos¡±.
El dise?ador est¨¢ al frente de una asociaci¨®n de 46 creadores que busca aumentar la competitividad de la moda espa?ola. Tras el golpe que supuso que los uniformes para los Juegos de Londres los dise?ara y confeccionara una marca extranjera, arrancaron al Consejo Superior de Deportes un acuerdo para vestir a los deportistas en actos p¨²blicos. ¡°Cuando hablamos de la Marca Espa?a parece que queramos crear un ente que no existe, pero no hay que inventar nada, se trata de reconocer nuestros bienes culturales. Por eso pongo como ejemplo los uniformes: el problema era que el mensaje que se desprend¨ªa es que no se reconoce lo nuestro. Y no hay que invertir m¨¢s. Basta con buscar y fomentar¡±, analiza Lomba. Ahora pueden haber encontrado a su pareja perfecta en el INAEM. ¡°Hay que hacer un esfuerzo no por llevar la Marca Espa?a fuera, sino porque aqu¨ª empecemos a creer que tenemos algo potente. Y eso pasa por reconocer la historia, la cultura y nuestra creaci¨®n¡±. Para ¨¦l, este convenio es un ejemplo de ello.
Bailarines y actores transmiten con su cuerpo un mundo de matices que la ropa debe permitir y potenciar. Un reto distinto al dise?ar. ¡°La construcci¨®n de ese vestuario es muy diferente: no se tienen en cuenta las sutilezas que cuidamos en la moda diaria. La t¨¦cnica ha de ser distinta por el uso que sufre en escena. Coser cremalleras o un costado, por ejemplo, no tiene nada que ver¡±, cuenta Lomba. As¨ª, Vaudelet utiliz¨® la impresi¨®n digital en Sorolla para incluir en la ropa joyas que pod¨ªan molestar al bailar. Y Delf¨ªn coloc¨® a la altura de las axilas de los trajes de Nippon-Koku piezas especiales para mejorar el movimiento.
A su voz suave Lomba le imprime un tono tajante cuando se le pregunta si concibe esta alianza desde una perspectiva financiera. ¡°No abordamos esta relaci¨®n por una cuesti¨®n econ¨®mica. Es un est¨ªmulo cultural, entendemos que somos parte de la cultura, aunque a veces no se comprenda que una chaqueta pueda formar parte de ella¡±, sentencia. Aunque luego Recio apunta la importancia econ¨®mica del acuerdo: ¡°No olvidemos que hablamos de artes esc¨¦nicas y de dise?o, segmentos laborales muy fuertes. As¨ª que fomentar eso, que est¨¢ vinculado a campos como el turismo, es un potencial monetario muy fuerte y una salida econ¨®mica muy importante para el pa¨ªs¡±.
Ambos creen que el acuerdo puede ayudar a ampliar su visibilidad. En 2013, los centros del INAEM aumentaron un 19% sus espectadores, superando el mill¨®n. ?Por qu¨¦ no apostar por creadores que atraigan otros p¨²blicos? La colaboraci¨®n con la empresa privada es importante para la Administraci¨®n, cree Recio. Aunque matiza que no solo trabajar¨¢n con el dise?o patrio, con esta uni¨®n se comprometen a una reuni¨®n anual donde los dise?adores conocer¨¢n de antemano la programaci¨®n de los centros del INAEM. As¨ª podr¨¢n aportar sus ideas desde el principio. Ya se han puesto a ello. Una semana despu¨¦s de formalizar su alianza se produjo la primera reuni¨®n y ya toman forma cuatro proyectos. No dan m¨¢s detalles, pero en septiembre esperan ver los frutos de este particular matrimonio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.