Nigeria y la crisis del desempleo juvenil

Por Chido Onumah (*)
Hace algunas semanas, unos d¨ªas despu¨¦s de conocerse los nuevos datos del PIB de Nigeria, el peri¨®dico The Punch publicaba en su primera p¨¢gina la escalofriante historia de un joven nigeriano en paro, Sunday Omotayo, que intent¨® suicidarse.
La fotograf¨ªa que acompa?aba esta terrible noticia mostraba a Omotayo tumbado en el suelo de Wellington Bassey Way en Uyo, estado de Akwa Ibom, despu¨¦s de haber saltado de un autob¨²s Toyota Hiace en marcha, con la intenci¨®n de ser arrollado por otros veh¨ªculos. De acuerdo con The Punch, ¡°Omotayo hab¨ªa acudido esa misma ma?ana al centro penitenciario estatal pidiendo a los funcionarios que, o bien le mataran o le culparan de haber cometido un delito para as¨ª entrar en prisi¨®n¡±. De acuerdo con el relato de dicho diario, el joven gritaba ¡°disp¨¢renme. Disp¨¢renme. Quiero morir. Estoy cansado de vivir¡±.
La historia de Omotayo es desgarradora y dolorosa al mismo tiempo. Diez a?os despu¨¦s de haber obtenido un grado en ingeniera y de buscar trabajo por todo el pa¨ªs,el joven hab¨ªa decidido que hab¨ªa llegado la hora de ¡°acabar con su miserable vida¡±.
Algunos pensaban que la actuaci¨®n de Otomayo obedec¨ªa a un inter¨¦s personal. Podr¨ªa ser. Pero, en todo caso, Otomayo no solo ha conseguidollamar la atenci¨®n sobre su persona, sino tambi¨¦n sobre el tr¨¢gico y preocupante fen¨®meno del parojuvenil en Nigeria. Algo que deber¨ªa ser un motivo de preocupaci¨®n para los responsables econ¨®micos de nuestro pa¨ªs.
Por primera vez desde hace un cuarto de siglo,este crecimiento del PIB demuestra que la econom¨ªa de Nigeria casi se ha duplicado pasando de los 42 billones de nairas (262 mil millones de d¨®lares), a los 80 billones de nairas (500 mil millones de d¨®lares), superando de ese modo a la de Sud¨¢frica. Y aunque los datos estad¨ªsticos y econ¨®micos coinciden, el aumento del valor total de los bienes y servicios que produce el pa¨ªs ¨Cque es lo que ha dado lugar a uncrecimiento del PIB-, no se traduce en un mayor bienestar para los nigerianos, y en particular para los j¨®venes en paro.
Por tanto, ?qu¨¦ se puede hacer en Nigeria para resolver el apremiante problema del desempleo juvenil de tal forma que no formemos un ej¨¦rcito de j¨®venes desesperanzados que podr¨ªan convertirse en peones en manos de terroristas y de extremistas religiosos de cualquier tipo?
La ministra de Finanzas y coordinadora del Ministerio de Econom¨ªa, Ngozi Okonjo-Iweala, se muestra optimista ante estos nuevos indicadores econ¨®micos. De acuerdo con sus palabras, los datos disponibles muestran que de un promedio de 1.8 millones de personas que entran en el mercado del trabajo cada a?o, la econom¨ªa ha sido capaz de absorber 1.6 millones en 2013.
Sin embargo, la realidad de esta situaci¨®n difiere por completo de las formidables cifrasque maneja la ministra Okonjo-Iweala. M¨¢s all¨¢ de la ret¨®rica, estar¨ªa bien ver un desglose sectorial de estos nuevos trabajos y sus beneficiarios. Ya es hora de que en Nigeria se empiece a hablar con seriedadde la creaci¨®n de empleo. El pasado mes de marzo, tras el tr¨¢gico suceso que se produjo en el Servicio de Inmigraci¨®n de Nigeria (NIS, por sus siglas en ingl¨¦s) con motivo de unas entrevistas de trabajo, plantee las siguientes cuestiones: ?Qu¨¦ se necesita realmente en un pa¨ªs como Nigeria, con una enorme superficie de terreno cultivable y recursos naturales, para facilitar trabajo a millones de j¨®venes? ?Qu¨¦ se necesita para crear unentorno estableen el que las industrias basadas en la agricultura y la tecnolog¨ªapuedan prosperar?
Est¨¢ claro que el deseo y la buena voluntad de los responsables pol¨ªticos no es suficiente. Hace casi treinta a?os, el general Ibrahim Babangida implant¨® el Programa de Ajuste Estructural (SAP, por sus siglas en ingl¨¦s), que con el tiempo ha dado como resultado una disminuci¨®n de la capacidad de fabricaci¨®n de las industrias locales.Sucesivas administraciones han sido incapaces de poner en marcha importantesprogramas, racionales y bien pensados para industrializar el pa¨ªs y de ese modo abordar el asunto del desempleo.
En su lugar, en una constante y sistem¨¢tica demostraci¨®n deineptitud, estos malditos gobiernos han conseguido durante a?osque las empresas locales y extranjeras, que garantizaban hasta ahora un medio de vida para un gran porcentaje de la clase trabajadora, hayan desaparecido o se hayan reubicado en otros lugares.
Debido a lasasfixiantes medidas econ¨®micasque se suceden continuamente, y a la desastrosa ausencia de infraestructuras b¨¢sicas consideradas imprescindibles encualquier otra naci¨®n con menores recursos econ¨®micos, muchas empresas han tenido que trasladarse, cerrar completamente sus puertas y vender sus almacenes a comerciantes del pentecostalismo que han convertido estos lugares,otrora bulliciosos centros de trabajo, en centros de culto.
Tan mal est¨¢ la situaci¨®n en este pa¨ªs que hoy d¨ªa importamos de todo, desde palillos de dientes hasta cerillas y no exportamos nada, salvo petr¨®leo que luego recuperamosen forma de productos refinados. Desde luego, no podremos crear suficientes puestos de trabajo que saquen a nuestro pueblo de la pobreza mientras no desarrollemos una solida estructura industrial o aprovechemoslas ventajas que ofrece actualmente la agricultura. No podremos crear puestos de trabajo mientras no exista un entorno adecuado: carreteras, ausencia de cortes de energ¨ªa el¨¦ctrica, un r¨¦gimen fiscal justo,etc. Estas son algunas de las reformas que requieren urgente atenci¨®n.
Mientras escrib¨ªa este art¨ªculo, busqu¨¦ la opini¨®n de un grupo de j¨®venes nigerianos acerca de lo que podemos hacer para frenar la oleada de paro juvenil. Los comentarios que recib¨ª me parecieron apasionantes.
Pero antes de exponer esas respuestas, perm¨ªtanme decir que no tengo ninguna esperanza en que la soluci¨®n de nuestros problemas pase por acabar con nuestroactual sistema ¨Cni por la transfiguraci¨®n de sus valores-, ya que lo ¨²nico que busca es denigrarnos como seres humanos y convertir al pueblo nigeriano en objetos prescindibles del desarrollo neocolonial. Solamente una clase pol¨ªtica consciente de su papel hist¨®rico nos puede sacar de la esclavitud.
En respuesta a mi solicitud, un estudiante se mostraba partidario de trabajar mientras se estudia. En su opini¨®n, los centros de estudios (universidades, escuelas polit¨¦cnicas y colegios de ense?anza secundaria), tienen un sinf¨ªn de posibilidadespara emplear a auxiliares de bibliotecas y de librer¨ªas,a ayudantes de comedoresescolares, a administrativos de albergues estudiantiles, etc. Podr¨ªa ser una buenaoportunidad para que los j¨®venes empiecen a trabajar temprano permiti¨¦ndoles de ese modo sufragar sus gastos educativos y conseguir una valiosa experiencia laboral.
Este experimento, que ya se realiza en Europa y Estados Unidos, ha demostrado su funcionamiento y puede ser de gran ayuda para que los estudiantes no solo se paguen sus propios estudios sino tambi¨¦n para tener un dinero ahorrado despu¨¦s de la carrera. No obstante, esto significar¨ªa que las universidades han de permanecer convenientemente abiertas: un grupo de estudiantes universitarios reanudaron recientemente las clases despu¨¦s de varios meses de protestas mientras que sus hom¨®logos de las escuelas polit¨¦cnicasaun siguen en huelga. Adem¨¢s, debe haber una gran inversi¨®n en infraestructuras que asegure que cada facultad tenga, por ejemplo, su propia biblioteca bien equipada y funcional (en lugar de una sola biblioteca por universidad).
Algunos de los entrevistados hablaron de fomentar y apoyar a los j¨®venes reci¨¦n licenciados para poner en marcha proyectos en el sector pesquero. Teniendo en cuenta nuestra reciente afici¨®n por la pesca, esto suena a empresa rentable. Adem¨¢s, nos asegurar¨ªamos de que gracias al florecimiento de negocios de ese tipo por todo el pa¨ªs, la sopa de pescado con pimiento o su versi¨®n m¨¢s apetitosa para algunos,¡°apunta y mata¡±, dejar¨ªa de convertirse en un pasatiempo solo para una ¨¦lite.
?Si solo los j¨®venes licenciados pudieran obtener un pr¨¦stamo para iniciar su negocio! Desgraciadamente todos sabemos que es muy poco probable que esto suceda. Es decir, si tienen dinero disponible, los bancos prefieren prestarlo a empresarios y pol¨ªticos corruptos antes que a un prometedor joven titulado. Nuestro perverso sistema permite que una gran parte del dinero que deber¨ªa estar circulando para la actividad econ¨®mica est¨¦ cuidadosamente escondido en d¨®lares, euros y libras esterlinas y en los dormitorios y otro tipo de instalaciones de las casas palaciegas que se encuentran por todo el pa¨ªs.
Como era de esperar, la mayor¨ªa de las propuestas de los j¨®venes nigerianos se centraban en la agricultura. Algunos suger¨ªan que era preferible que nuestros licenciados y los j¨®venes en paro envasaran huevos, recogieran fruta y orde?aran vacas antes que ponerse a vender tarjetas de recarga para m¨®viles.
Desde luego, si se invirtiera adecuadamente en agricultura, nuestros j¨®venes podr¨ªan hacermejores cosas que eso. El a?o pasado, mientras preparaba un nuevo libro, tuve el privilegio de charlar con uno de los pocos pol¨ªticos respetados en este pa¨ªs. Me cont¨® que durante una visita a la India descubri¨® que en un solo estado ten¨ªan cerca de 50.000 tractores para asegurarse de que ning¨²n espacio de terreno se quedara sin cultivar.
Me acuerdo de aquella conversaci¨®n en estos momentos y ?lo ¨²nico que me viene a la cabeza es empleos y m¨¢s empleos para nuestros j¨®venes! A prop¨®sito de ese argumento, y comparando el tama?o y la poblaci¨®n de Nigeria con el de la India, imaginemos que Nigeria presume de tener 20.000 tractores en cada estado. Eso significar¨ªa que habr¨ªa 20.000 personas manejando esos tractores. Habr¨ªa ingenieros, t¨¦cnicos y muchos otros profesionales cuyos trabajos depender¨ªan de los tractores.
La conclusi¨®n es que nuestro actual modelo de desarrollo econ¨®mico no puede mantener el crecimiento. Si a esto le a?adimos una clase pol¨ªtica corrupta, antipatriota y carente de ideas, entonces entenderemos por qu¨¦ no conseguimos progresar.
El ¨²nico argumento a favor del aumento del PIB es que supone una oportunidad para la inversi¨®n extranjera directa. Pero necesitamos hacer muchas reformas para que nuestra econom¨ªa crezca, proporcionar puestos de trabajo a nuestros j¨®venes y sacar a nuestro pueblo de la vergonzosa pobreza.
(*) Chido Onumah es periodista nigeriano. Actualmente cursa un doctorado en Comunicaci¨®n y Periodismo en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. Adem¨¢s, es autor de Nigeria is negotiable, Essays on Nigeria¡¯s Tortuous Road to Democracy and Nationhood. Twitter @conumah
Traducci¨®n de Virginia Solans
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