Ideas
Francesc Homs, el portavoz de la Generalitat, ha quitado importancia a las agresiones sufridas en la calle por Pere Navarro y Jorge Fern¨¢ndez, y las ha atribuido a la ¡°tensi¨®n pol¨ªtica¡±
Max Aub escribi¨® en 1939 un largo mon¨®logo titulado De alg¨²n tiempo a esta parte. Una joven actriz, Esther L¨¢zaro, lo ha adaptado y representado hace pocos d¨ªas en la Residencia de Estudiantes. Con gran talento y fortuna.
Es una obra desoladora y contundente en la que una mujer perseguida por los nazis habla con su marido asesinado y le narra su espantosa peripecia desde que Alemania se apropiara de Austria en 1938. En buena medida el texto de Aub es un precedente de los mucho m¨¢s conocidos versos del reverendo Martin Vierm?ller que comenzaban con ¡°primero vinieron a por los comunistas. Pero yo no me preocup¨¦, porque yo no era comunista¡¡±.
La mujer, que limpia para sus expropiadores la que hab¨ªa sido su casa, se pregunta, de cuando en cuando, si su hijo, muerto en Barcelona en 1938, ¡°era de esos¡±. Nada sabemos en realidad de la postura del hijo, que bien podr¨ªa ser un Jos¨¦ Robles, un Andreu Nin o un agente real del nazismo. En todo caso, sabemos que le han asesinado.
Max Aub nos remite a la denuncia de la intolerancia, de las ideolog¨ªas que llevan la exclusi¨®n del otro y, por tanto, la violencia en su c¨®digo.
Francesc Homs, el portavoz de la Generalitat ha quitado importancia a las agresiones sufridas en la calle por Pere Navarro y Jorge Fern¨¢ndez, y las ha atribuido a la ¡°tensi¨®n pol¨ªtica¡±, porque en Catalu?a no hay crispaci¨®n. Su compa?ero Felip Puig, entusiasta heredero de Josep Denc¨¤s, que torturaba anarquistas en los a?os treinta por cuenta del Gobierno de Llu¨ªs Companys, ha abundado en esa direcci¨®n. Dicen que no hay que criminalizar ideas.
A lo mejor estamos a tiempo de que la ¡°tensi¨®n¡± no suba. Yo, por el momento, me alegro de que se haya montado la Plataforma C¨ªvica.
No sea que a alguien se le ocurran ideas criminales.
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