No suerte, es trabajo
Un grupo de trabajadores extranjeros recoge fresas en Palos (Huelva). /ALEJANDRO RUESGA
Sal¨ª de Ghana, mi tierra, en el a?o 2000. Los inmigrantes no solo venimos a Europa por el dinero; venimos por razones de seguridad. Un africano, cuando llega aqu¨ª, quiere su techo, su comida y algo de ropa. Que cuando se levante por la ma?ana tenga algo para comer y por la noche un techo para dormir.
Estos son los dos problemas b¨¢sicos que est¨¢n llevando a los africanos fuera de su pueblo. Si uno no est¨¢ seguro de lo que va a comer y no tiene donde dormir, tiene que salir fuera a buscar algo mejor. Y, luego, el futuro. En Espa?a, cuando uno trabaja y cotiza durante un tiempo, genera una pensi¨®n, como yo ahora. Si hubiera enfermado en ?frica, me hubiera quedado tirado porque en mi pa¨ªs la Seguridad Social no funciona, el sistema sanitario no funciona. Ahora estoy en di¨¢lisis y tengo una pensi¨®n. En Ghana podr¨ªa vivir como un rey con esta pensi¨®n, pero no puedo ir porque me morir¨ªa, ya que no tendr¨ªa el sistema sanitario de aqu¨ª, que es lo m¨¢s importante. En ?frica podemos trabajar igual que aqu¨ª pero all¨ª trabajas toda tu vida y, al hacerte mayor, te quedas sin nada.
La sociedad tiene una imagen err¨®nea de los inmigrantes. No todos los que venimos a Espa?a o a Europa somos delincuentes o gorrones. Estoy muy de acuerdo en que hay algunos que vienen a traficar con droga, otros a buscar dinero por la v¨ªa m¨¢s r¨¢pida que pueden aunque sea ilegal¡ pero algunos estamos luchando aqu¨ª para asegurar nuestro futuro.
Cuando yo pod¨ªa trabajar, lo hice m¨¢s que nunca en mi vida. La gente te dice que qu¨¦ suerte tienes porque te atienden en el hospital pero lo que no saben es que no es suerte, que yo he cotizado en la Seguridad Social. Me siento orgulloso cuando veo un puente o un canal porque yo trabajaba con Fomento en Catalu?a; he puesto much¨ªsimas tuber¨ªas y canales de agua en L¨¦rida. He contribuido a mi manera a levantar este pa¨ªs. La sociedad tiene que pensar que nosotros, los inmigrantes, tambi¨¦n hacemos muchas cosas.
Much¨ªsimos de nosotros realizamos trabajos peligrosos, tan peligrosos que nadie los quer¨ªa. Nosotros hemos dado nuestras vidas para hacerlos. Ganamos algo de dinero, s¨ª, pero pusimos nuestras vidas en peligro.
Me siento orgulloso de haber pasado parte de mis a?os en la construcci¨®n levantando puentes y canales y que la gente est¨¦ disfrutando hoy de algo que yo he hecho. Gracias a ese trabajo yo ahora disfruto de una pensi¨®n, pero muchos no lo ven, no lo saben, y te dicen: ¡°?Ay, qu¨¦ suerte!¡±. Pero no ha sido suerte, es una lucha, una seguridad que estamos buscando y que algunos hemos conseguido.
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