Rompiendo silencios que tapan violaciones

Dos mujeres en la carretera. No es ni el t¨ªtulo de una pel¨ªcula ni el de un disco pero la verdad es que la iniciativa de Natalie Chapman y Andy Kawa va precisamente de eso, de dos mujeres que se han recorrido Sud¨¢frica en tres meses. De hecho, en enero ambas se embarcaron en lo que bautizaron como 90 d¨ªas, 90 pueblos, 90 actuaciones, un intento de ¡°romper los silencios que a¨²n hay en torno a las violaciones y la violencia contra las mujeres¡±, aunque a decir verdad, abordan abusos a ni?os y hombres tambi¨¦n.

La idea consist¨ªa en actuar durante tres meses en ese casi centenar de pueblos al tiempo que se hac¨ªa pedagog¨ªa y consciencia a una sociedad con una elevad¨ªsima tasa de abusos contra las mujeres: una asesinada cada ocho horas y una violaci¨®n cada 17 segundos, seg¨²n estimaciones. Los datos son suficientemente elocuentes como para que la Interpol etiquetara Sud¨¢frica como la capital mundial de las violaciones.

Kawa, detr¨¢s de Chapman, en una imagen promocional de la iniciativa.

Andy Kawa y Chapman son el complemento perfecto para esta ruta. La primera ha sufrido en primera persona la brutalidad de la violencia machista. Superviviente de una violaci¨®n en grupo durante 15 horas en diciembre de 2010, esta mujer de 52 a?os no s¨®lo tuvo que lidiar con el dolor f¨ªsico y emocional sino con la impotencia de ver c¨®mo el sistema sudafricano se olvida de las v¨ªctimas por falta de preparaci¨®n y concienciaci¨®n de la polic¨ªa para apoyarlas.

No hay ning¨²n detenido por este caso, a pesar de que ella misma logr¨® identificar a dos sospechosos, durante el transcurso de una de las marchas que organiz¨® para visibilizar este tipo de violencia y uno de ellos ten¨ªa objetos que le pertenec¨ªan.

Chapman es una cantautora que se ha encargado de poner m¨²sica al camino, recorriendo cada una de las nueve provincias de este enorme pa¨ªs que es Sud¨¢frica. Asegura que ha valido la pena si ha conseguido ¡°tocar a una sola persona en cada una de las actuaciones¡±.

Ese es uno de los objetivos. Concienciar a las v¨ªctimas a que denuncien las agresiones ya que se calcula que si todas las agredidas acudieran a la polic¨ªa se visibilizar¨ªan siete veces m¨¢s violaciones de las que reflejan las estad¨ªsticas. Las cifras son de esas que duelen en lo m¨¢s hondo. La polic¨ªa contabiliz¨® en 2012 m¨¢s de 64.000 agresiones sexuales, de media 177 diaria, pero algunas organizaciones apuntan que el n¨²mero real alcanzar¨ªa el medio mill¨®n, unas 1.300 al d¨ªa. En cuanto a las agresiones a menores, s¨®lo el 22% termina en comisar¨ªa.

Chapman asegura que necesitar¨¢ "tiempo para digerir todo lo que ha visto y le han explicado" en sus conciertos por el pa¨ªs a lo largo de estos tres meses. Sin duda, destaca la conversaci¨®n de un hombre que al t¨¦rmino de su actuaci¨®n se le acerc¨® para darle las gracias. "Me confes¨® que hab¨ªa violado y que no se hab¨ªa dado cuenta del da?o que produjo hasta ese momento", recuerda. Tras este periplo, su conclusi¨®n, reflexiona, es que "los sudafricanos necesitan ponerse a hablar sobre esta violencia, sin miedos, dejando claro a las v¨ªctimas que nos preocupa lo que les pasa y dici¨¦ndoles que las cuidaremos", al tiempo que apunta que "la comunidad tiene que tomar responsabilidades" ante los casos cercanos que se conoce. Otra vez romper, en este caso la costumbre o tradici¨®n "de las culturas negras, inglesa, afrik¨¢ner o india" que conviven de "lo que pasa en casa se queda en casa" y denunciar los abusos. "Hay mujeres y ni?os que encuentran normal que el t¨ªo o el padre les toque", se lamenta la cantante.

Para la profesora Sizani Ngubane, directora del Movimiento de la Mujer Rural, es imprescindible ¡°educar y entrenar a los polic¨ªas¡± que en muchas ocasiones culpan a las v¨ªctimas de comportamientos alejados con ¡°la tradici¨®n y la cultura¡±. As¨ª, no es f¨¢cil atreverse a dar el paso de presentar denuncia. Tampoco ayuda la percepci¨®n social de una violaci¨®n.

Seg¨²n un estudio publicado el a?o pasado por el Centro Legal para las Mujeres, el 20% de los sudafricanos cree que la agresi¨®n sexual es la respuesta a una provocaci¨®n de la mujer, otro 18% entiende que ¨¦sta quer¨ªa sexo y un significativo 29% afirma que la ¡°culpa¡± es de la v¨ªctima.