El refugio de una musa espa?ola
Naci¨® en San Sebasti¨¢n y creci¨® en Par¨ªs, pero su hogar est¨¢ en Nueva York Desde hace 23 a?os la dise?adora Olatz L¨®pez-Garmendia vive en el West Village Con ella conviven fotograf¨ªas de su ¨¦poca de modelo y piezas de su exmarido, Schnabel Tambi¨¦n puertas y piedras rescatadas del MOMA o la escuela de Cooper Union

Hay quien dice que toda historia de ¨¦xito en Nueva York pasa por haber tomado una sabia decisi¨®n inmobiliaria a tiempo. Ya sea haber comprado un cochambroso piso en una f¨¢brica del Soho de los setenta o haber cruzado los puentes del East River, cuando aquello no era tendencia. El caso de Olatz L¨®pez-Garmendia es distinto: su mote bautiza uno de los edificios m¨¢s singulares que se alzan en el West Village, el delirio extravagante que su entonces esposo, el pintor y director cinematogr¨¢fico Julian Schnabel, dise?¨® con su ayuda sobre las antiguas caballerizas donde la pareja viv¨ªa. ¡°Chupi¡± era el apelativo familiar que usaban en casa para referirse a la modelo vasca, y el Palazzo Chupi, una de las casas que mont¨® con su exesposo y padre de sus dos hijos, Cy y Olmo. Ahora Olatz ha montado un nuevo hogar en el mismo barrio, que a menudo comparte con amigos ahora que sus hijos se han marchado a la universidad.
Una fr¨ªa ma?ana del pasado mes de marzo, Olatz recuerda sentada en un sof¨¢ su llegada a Nueva York hace 23 a?os, el primer d¨²plex donde vivi¨® en el Upper West Side con una amiga estilista y la antigua iglesia reconvertida en casa que alquil¨® poco despu¨¦s cerca de Gramercy Park. Esbelta y delicada, sus ojos claros dan una pista de su determinaci¨®n y fuerza. Viste un vaquero negro y una camisa de seda granate con bolsillos y bordes blancos, una prenda estilo pijama que forma parte de las colecciones de ropa de casa y lencer¨ªa de la firma que ella misma fund¨® y que ha surtido el armario de su iconoclasta expareja.

Nacida en San Sebasti¨¢n, pas¨® los primeros a?os de su vida en Par¨ªs, hasta que a los 10 regres¨® a Espa?a. A los 18 trabajaba como modelo y estudiaba dise?o en Barcelona. A los 20 compr¨® su primera casa: un ¨¢tico en su ciudad natal desde el que ve¨ªa el r¨ªo y el mar. Lo llen¨® con muebles y piezas adquiridas en sus viajes. ¡°Supongo que buscaba un ancla para contrarrestar mi vida n¨®mada. Pasaba mucho tiempo en Marruecos y Bali, y aquella fue la primera casa que llen¨¦ con elementos de los viajes. No me da miedo mover las cosas¡±.
El ¨²ltimo traslado, por el momento, arranc¨® hace cuatro a?os mientras daba un paseo en bicicleta. Se top¨® con la casa en la que ahora vive, tambi¨¦n en el West Village como el Palazzo, y decidi¨® comprarla y reformarla, para transformar los cinco apartamentos en que estaba dividida en una sola vivienda. El resultado de aquello es este hogar, con cinco chimeneas, un confortable e inmenso sal¨®n y una cocina c¨¢lida y colorista. Cuando la termin¨®, varios amigos le pidieron ayuda para reformar distintos espacios, y as¨ª fue como arranc¨® Olatz Interiors, un estudio-tienda de dise?o de interiores. Dise?a alfombras, vende algunos de sus hallazgos y objetos de fabricaci¨®n propia, participa en la decoraci¨®n de un restaurante y tambi¨¦n en el de un hotel peque?o. ¡°He llevado una vida de traslados y de obras, me encanta cambiar espacios. Todo son decisiones por tomar cuando empiezas a hacer una obra. ?El enchufe? ?D¨®nde ponerlo?¡±, comenta antes de soltar una carcajada.
Un paseo por las p¨¢ginas-estancias del particular dietario de Olatz en Nueva York muestra las diversas facetas de esta elegante mujer, de alma inquieta que no teme a la mezcla, ni al cambio. En su caso, el resultado siempre termina siendo suave, personal y armonioso. Los paneles de madera que adornan una de las paredes del sal¨®n los compr¨® a la universidad Cooper Union cuando remozaron sus aulas, el marco franc¨¦s de la puerta de acceso al inmenso sal¨®n lo encontr¨® en una almoneda, las l¨¢mparas-columna las hizo ella misma, la mesa de la cocina la construy¨® con el m¨¢rmol que serv¨ªa de pavimento en el antiguo edificio del MOMA, el verde chilango de las paredes de la cocina en el piso inferior viene de sus estancias en M¨¦xico, y de all¨ª procede tambi¨¦n su afici¨®n a los exvotos, los peque?os cuadritos milagro, alguno de los cuales los hizo ella misma.
He llevado una vida de traslados y de obras. Me encanta cambiar espacios, porque todo son decisiones pendientes de tomar
Su infancia parisiense dice que le dej¨® una fuerte influencia de la est¨¦tica francesa. Las casas espa?olas de sus abuelas aportaron su pasi¨®n por las baldosas ajedrezadas y su amor por los pasillos. ¡°En mis casas sigo reproduciendo espacios que me reconfortan, que me recuerdan mis vidas¡±, explica. ¡°Supongo que mi estilo es un poco cl¨¢sico porque no me gustan nada esos espacios que no te recuerdan a nada, como las naves de cristal y acero¡±. En la entrada est¨¢n los cuadros de su hermano Alejandro Garmendia, y distribuida por toda la casa, la obra de Schnabel. Desde los retratos de Olatz con su hijo Cy hechos con vajillas rotas hasta los lienzos en lona de cami¨®n sobre los que retrat¨® a Cy y Olmo, o un inmenso retrato de Olatz en papel. ¡°Me gusta ver los cuadros. Ayud¨¦ durante muchos a a?os a Julian a montar sus exposiciones y estoy acostumbrada a cambiarlos y ponerlos¡±.
Terminado el t¨¦ y el paseo, antes de despedirse, Olatz habla de otro proyecto que se trae entre manos; un documental sobre Cuba con el que trata de ofrecer una visi¨®n caleidosc¨®pica del pa¨ªs. ¡°El tema cubano siempre me ha interesado y ah¨ª est¨¢ la pel¨ªcula Antes que anochezca. El proyecto est¨¢ tomando su tiempo, porque el documental va mutando. Lo que no cambia es que aqu¨ª casi todos mis amigos son cubanos¡±. Tampoco muta el estilo de Olatz, la decidida musa espa?ola.
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