C¨®mo cocinar con unas Google Glass

Est¨¢n en fase beta, a¨²n no han salido al mercado y no sabemos ni siquiera lo que van a costar (aunque estuvieron un d¨ªa en venta, el pasado mes, por 1.500 d¨®lares), pero las Google Glass ya son objeto de deseo para cualquier amante de la tecnolog¨ªa. Y, por qu¨¦ no, tambi¨¦n de la cocina.

Si hace a?os las innovaciones gastron¨®micas que tiraban de hidr¨®geno, deconstrucciones y cocina molecular nos sonaban futuristas, hoy, en un mundo 2.0 dependiente de tabletas, smartphones, wearables y apps, cocinar con el iPad al lado o las Google Glass por montera, no suena ni esnob ni (demasiado) raro. De hecho, un 48% de las personas con smartphone lo utilizan mientras hacen la compra, el 26% de los cocineros consideran sus dispositivos m¨®viles indispensables para buscar recetas e ideas para platos y el 19% de los chefs americanos o el 16% de los alemanes utilizan apps de recetas en su trabajo. Esto sin mencionar Instagram, ese templo donde los foodies exhiben sus creaciones minutos antes de llevarlas a la boca. Solo en esta red hay m¨¢s de 26 millones de fotos etiquetadas con los hashtags "foodporn" o "yum" (el equivalente a nuestro "?am").

Con este panorama hiperconectado y a falta de que se empiecen a desarrollar m¨¢s aplicaciones que conviertan en realidad el universo de funcionalidades que prometen las Google Glass, vamos vislumbrado c¨®mo ser¨¢ ese futuro cercano, a partir de realidades como Canal Cocina Glass, la primera aplicaci¨®n de cocina concebida para las gafas de Google y presentada en la ¨²ltima edici¨®n de The App Date. Se trata de un proyecto pionero, hecho en Espa?a, sencillo y muy pr¨¢ctico que nos permite ir siguiendo una receta en las gafas mientras tenemos las manos libres para trabajar. ¡°Es muy f¨¢cil incluso para torpes con la tecnolog¨ªa como yo. Al principio dud¨¦ de si iba a ser capaz, pero es magn¨ªfico. Me encanta porque permite juntar todas las recetas de la abuela, sin perderlas y con acceso directo¡±, explica a ICON Kisko Garc¨ªa, chef del restaurante cordob¨¦s Choco, con una estrella Michelin y encargado de probar esta nueva forma de cocinar.

¡°Es una evoluci¨®n. Qui¨¦n iba a pensar que har¨ªamos espuma de chicle, por ejemplo, y ahora est¨¢ en todos lados. Pues es igual. Muchas veces, la alta gastronom¨ªa no se adapta a las tecnolog¨ªas, pero tenemos que coger este tren, y no solo en los restaurantes, tambi¨¦n en las casas. Es genial poder hacer una receta, grabarlo todo sin interferir en el trabajo y almacenarlo para revisar despu¨¦s qu¨¦ hemos hecho¡±, agrega el cocinero. ¡°No peligra la vida del artista¡±, asegura entre risas porque vas viendo todo los pasos con la voz o d¨¢ndole con un dedo.

Sin manchas, sin pausas

"Find a recipe with Canal Cocina". Estas son las palabras m¨¢gicas que, una vez pronunciadas, nos meter¨¢n en la fusi¨®n gastro-tecnol¨®gica de las Google Glass. La aplicaci¨®n ha comenzado con 21 recetas de ocho cocineros con estrella como Garc¨ªa, el televisivo Pepe Rodr¨ªguez, ?ngel Le¨®n o Susi Diaz, pero la intenci¨®n, comenta Phil Gonz¨¢lez, uno de los responsables de la app, es que a medida que evolucione el desarrollo de las Google Glass se puedan cargar su fondo de 26.000 recetas e incluso poder subir las nuestras, compartirlas en las redes sociales, ver tutoriales como hacemos ahora en una web e incluso cocinar online con otro usuario que tenga las gafas. ¡°Siempre hemos querido apostar por lo ¨²ltimo y cuando descubrimos las Google Glass vimos que era interesante aprovechar este momento¡±, asegura.

Una vez dentro de la aplicaci¨®n, se despliega un men¨² por cocineros y recetas. Cuando seleccionamos la torrija con huevos de corral, la tortillita de camarones o los pimientos verdes fritos con morcilla, nos encontramos con un sencillo "paso a paso" a trav¨¦s de fotos y textos (el v¨ªdeo podr¨ªa interferir, con las limitaciones que a¨²n tienen las gafas, en lo que realmente queremos hacer, que es cocinar). De este modo, seguimos la receta en todo su proceso, tal y como ocurre hoy con el port¨¢til o la tableta, pero sin la necesidad de parar ni el peligro de manchar. Volver a atr¨¢s porque no recordamos un ingrediente o su cantidad exacta ya no se antoja incolveniente alguno.

Falta lo importante: que las Google Glass lleguen a tienda y con un precio asequible. Pero de momento, el mundo de la cocina se ha enamorado del gadget, as¨ª como de los tenedores conectados con el m¨®vil para comer y conversar al mismo tiempo, cucharas de madera con un extremo de goma para ir pasando las recetas en el iPad o tablas de cortar con una ranura espec¨ªfica para la tablet. El maridaje gastronom¨ªa y tecnolog¨ªa ha llegado para quedarse.