Pod¨ªa haber sido otro ni?o rico o seguir los pasos de su padre, pero el hijo de Magic Johnson eligi¨® ser un icono generacional
Se esperaba de EJ Johnson que hiciese carrera en la NBA o que se comportase como otro gran heredero de Beverly Hills. Pero no hizo ni una cosa ni otra. Hoy, desde las alfombras rojas y desde su cuenta de Instagram, abandera la revoluci¨®n del g¨¦nero de Estados Unidos
EJ Johnson, de nombre completo Earvin Johnson III, est¨¢ bastante acostumbrado a la fama. De hecho, se comenz¨® a hablar sobre ¨¦l en la prensa unos meses antes de que naciera, aunque no por nada que ¨¦l hubiera hecho. La noticia que lo llev¨® a las portadas fue una de las m¨¢s sonadas de toda la d¨¦cada de los noventa. En noviembre de 1991, tras volver de una gira por Europa con su equipo, Earving ¡°Magic¡± Johnson ¨Cestrella indiscutible de Los ?ngeles Lakers y una de las leyendas vivas de la NBA¨C anunci¨® que hab¨ªa dado positivo en VIH y que, siguiendo la l¨®gica y el desconocimiento sobre el virus que a¨²n exist¨ªa en aquella ¨¦poca, abandonaba inmediatamente la pr¨¢ctica activa del baloncesto. Tras la conmoci¨®n inicial sobre el estado de salud de Magic, las miradas se dirigieron inmediatamente hacia su esposa, Earlitha ¡°Cookie¡± Johnson, que estaba embarazada de dos meses. Por suerte, tanto Cookie como el beb¨¦ dieron negativo. Ese beb¨¦ era EJ.
En un principio, Magic declar¨® que no ten¨ªa ni idea de d¨®nde se hab¨ªa podido contagiar, pero finalmente acab¨® admitiendo ante la prensa (y ante Cookie), que le hab¨ªa sido infiel a su pareja en innumerables ocasiones y que esa hab¨ªa sido la causa de su positivo. EJ Johnson naci¨® al junio siguiente en Beverly Hills en el epicentro de una triple crisis familiar: medi¨¢tica, m¨¦dica y conyugal. Afortunadamente, la tormenta se fue calmando poco a poco, el matrimonio super¨® su crisis y Magic nunca desarroll¨® la enfermedad. De hecho, volvi¨® al baloncesto profesional en diversos periodos y se convirti¨® en un embajador de la lucha contra el sida, contribuyendo much¨ªsimo a que los heterosexuales se concienciaran de que el VIH no distingu¨ªa entre clases sociales ni tendencias sexuales y a ellos tambi¨¦n les afectaba.
El peque?o EJ creci¨® en un hogar feliz y despreocupado y siempre mostr¨® una mayor predilecci¨®n por jugar con mu?ecas que por practicar el deporte que hab¨ªa convertido a su padre en leyenda. Pasaba el rato mirando el armario de su madre y prob¨¢ndose sus zapatos. ¡°Recuerdo tener 4 o 5 a?os y jugar en su vestidor¡±, cont¨® a The New york Times en un reportaje con el provocador t¨ªtulo No es otra ni?a rica. ¡°Yo le preguntaba ¡®?Qu¨¦ es esto?¡¯, ¡®?De qui¨¦n es esto otro?¡¯, y ella me dec¨ªa ¡®Esto es de Chanel¡¯, ¡®Esto es un Versace¡±. Johnson atribuye su precoz fascinaci¨®n por la moda a aquel surtido guardarropa de su madre.
Pero no fue hasta los 18 a?os, cuando sali¨® de su hogar para estudiar en la Universidad de Nueva York, cuando finalmente confes¨® a sus padres que era homosexual. Ambos lo aceptaron y lo apoyaron sin fisuras. En 2013, un reportero de la web sensacionalista TMZ lo grab¨® a la salida de un restaurante de Nueva York de la mano de un chico. Solo se trataba de un amigo, pero la escena fue interpretada como una salida del armario en toda regla ante la prensa. Aquel hecho represent¨® no solo esa salida p¨²blica del armario, sino su transici¨®n de hijo de celebridad a celebridad por derecho propio. En poco tiempo ya ten¨ªa un m¨¢nager y hab¨ªa firmado un contrato para aparecer en el reality que protagonizaba su amiga Dorothy Wang (hija del multimillonario Robert Wang), Rich Kids of Beverly Hills, en la cadena E!.
A pesar de que Rich Kids of Beverly Hills era un programa dise?ado estrat¨¦gicamente para odiar a sus protagonistas, la actitud de EJ consigui¨® ganarse a muchos de los espectadores, lo que provoc¨® que la cadena le propusiera la grabaci¨®n de un nuevo programa para ¨¦l solo que seguir¨ªa su vida lejos de California y su entrada en el mundo de la moda de Nueva York. El programa se titul¨® EJNYC.
Pero algo hab¨ªa cambiado. Durante sus primeros a?os en televisi¨®n, EJ se hab¨ªa dado cuenta de que, al igual que su padre hab¨ªa sido para muchas personas un s¨ªmbolo de la lucha contra el sida, ¨¦l estaba ayudando tambi¨¦n a muchos chicos negros a tener el valor de vivir su vida siguiendo el dictado de su coraz¨®n. Se hab¨ªa convertido en un ejemplo y muchos se lo hac¨ªan saber a trav¨¦s de las redes sociales, donde acumulaba ya cientos de miles de seguidores.
Por todo esto, decidi¨® actuar en consecuencia y se propuso que su nuevo programa no fuera un reality m¨¢s, sino que tratase problemas reales e importantes, que afectaban a personas como ¨¦l. Era consciente de que EJNYC era el primer programa de telerrealidad protagonizado por un hombre gay negro, y quer¨ªa aportar todo lo posible a la gender revolution.
Por desgracia, el resultado fue muy diferente al que esperaba, a pesar de plantear situaciones y reflexiones sobre temas de calado. Por ejemplo, en uno de los episodios, EJ se planteaba la posibilidad de transicionar y acud¨ªa a una terapeuta especializada en g¨¦nero, algo que hasta ahora no ha hecho aunque siempre muestre un estilo andr¨®gino y m¨¢s cercano a lo femenino en el maquillaje y la ropa. Pero la imagen que el espacio transmit¨ªa de ¨¦l finalmente no le convenci¨® y forz¨® la cancelaci¨®n tras solo seis episodios. ¡°No me reconoc¨ªa en esa persona¡±, declar¨® a The New York Times. ¡°No creo que [la telerrealidad] deba ser puramente entretenimiento, locura, drama¡ Tambi¨¦n deber¨ªa ser una forma de ense?arle a la gente lo que es ¨²nico y especial en su vida¡±.
Esa ha sido, hasta ahora, su ¨²ltima aventura en televisi¨®n. Actualmente, con 28 a?os, sus intereses se centran m¨¢s en estudiar interpretaci¨®n y moda, hacia donde quiz¨¢ dirigir¨¢ su atenci¨®n en el futuro, ya que est¨¢ convencido de que todav¨ªa queda mucho terreno que avanzar en ese sector en lo relativo a la igualdad de g¨¦nero. Desde luego, no se puede decir que no haya contribuido a la causa: aunque hace cinco a?os Johnson era famoso por los car¨ªsimos bolsos de Herm¨¨s o Chanel que luc¨ªa en sus apariciones p¨²blicas, en este tiempo su estilo se ha depurado y vuelto m¨¢s ambicioso y transgresor. Si en estos a?os celebridades como Jaden Smith, Luka Sabbat o Harry Styles han demostrado que un hombre se puede divertir con la moda, experimentar y explorar territorios no estrictamente binarios, la imagen actual de EJ Johnson va un paso m¨¢s all¨¢. Con 1,88 metros de altura, joyas, maquillaje, vestidos de noche y lencer¨ªa, EJ Johnson es una declaraci¨®n de intenciones con tac¨®n alto que recuerda que la moda se transforma gracias a los valientes que se atreven a llevarla al l¨ªmite.
Pero, independientemente de hacia d¨®nde acabe dirigiendo finalmente su carrera, el compromiso de Johnson se dirige a empoderar a la comunidad LGTB+, especialmente a los m¨¢s j¨®venes. El a?o pasado, la Fundaci¨®n Human Rights Campaign le concedi¨® un premio por su apoyo a los derechos de la comunidad. En el acto de entrega, Johnson declar¨®: ¡°Estamos viviendo un momento maravilloso, pero a la vez complejo y tremendamente aterrador. Hay muchas revoluciones en marcha: de g¨¦nero, la revoluci¨®n trans, racismo¡ Se est¨¢ hablando de muchas cosas pero, al mismo tiempo, hay mucha gente empe?ada en hacernos callar, en quitarnos nuestros derechos y ocultarnos. Por tanto, no solo tenemos que celebrar todo lo que estamos consiguiendo, sino tambi¨¦n luchar por ser todav¨ªa m¨¢s visibles, llegar m¨¢s lejos, hablar m¨¢s alto¡±.
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