Tres segundos con Britney Spears cuestan 500 euros

?Pagar¨ªa usted 250 euros por la posibilidad de sacarse una foto con Avril Lavigne? Si la respuesta es afirmativa, ?tiene alg¨²n sentido de que le tratemos de usted? Estos d¨ªas se hac¨ªan p¨²blicas una serie de im¨¢genes sacadas durante la reciente gira de la cantante canadiense en Brasil. En ellas, unos desubicados fans posaban junto a la autora de Hello Kitty tras abonar la cantidad antes mentada. Hasta aqu¨ª, nada irregular en la cada vez m¨¢s extendida moda del meet and greet (as¨ª es como se denominan estos breves encuentros con las estrellas antes o despu¨¦s de sus conciertos), una fuente de ingresos extra a la que se acojen, sobre todo los artistas que menos lo necesitan. Lo curioso del asunto es la cara de Avril, la distancia que hay entre ella y los seguidores (un palo de hockey, m¨ªnimo) y las normas impuestas por la muchacha, que adem¨¢s de limitar el tiempo de exposici¨®n, prohibi¨® elcontacto f¨ªsico, acercarse en demas¨ªa o incluso mirarla a los ojos. En las im¨¢genes luce una camiseta con el lema: Todos somos estrellas.

Este caso ha vuelto a poner sobre la mesa el debate alrededor de los pases VIP y dem¨¢s recursos a los que los m¨²sicos se est¨¢n aferrando para recuperar los ingresos que se les van en cada escucha de Spotify, en cada descarga ilegal. Cada vez podemos estar m¨¢s cerca de nuestros artistas preferidos, porque les seguimos en Twitter y sabemos qu¨¦ cenaron ayer y de qu¨¦ color llevan las bragas hoy. Y como estamos muy cerca de forma virtual, esperamos poder estarlo a¨²n m¨¢s de forma real. Entonces se impone el mundo real: no todos los m¨²sicos son iguales, no todos cobran lo mismo y, sobre todo, no todos se toman estos parip¨¦s del mismo modo. As¨ª, Britney Spears solo permite tres segundos de contacto, lo que ha irritado a algunos de los fans que han legado a pagar 500 euros por la breve experiencia.

Por su parte, Madonna ofreci¨®, durante su ¨²ltimas visita a Hyde Park, un ¨²nico tique de meet and greet por el m¨®dico precio de 1.300 libras y la posibilidad de una foto. Otros que tampoco lo ponen f¨¢cil a sus fans son JLS, c¨¦lebres por lo elusivos de sus encuentros hasta el punto de que una madre airada les denunci¨® porque, tras abonar 400 euros para que su hija de nueve a?os posara junto a sus ¨ªdolos, estos estuvieron tan poco rato poniendo cara de foto que la imagen sali¨® movida y al favorito de la nena solo se le ve¨ªa media oreja.

Pero todo esto no es nada comparado con el pack que ofrecen Bon Jovi. Por 2.000 euros conceden acceso al backstage y merchandising de lujo. Pero niegan la posibilidad de sacarse una foto junto a ellos. Como compensaci¨®n, permiten que los fans retraten sus guitarras y amplificadores. Gracias. Antes, para llegar al backstage hab¨ªa que sobornar al segurata o colarse disfrazado de camello; ahora solo tienes que pagar. Algunos lo llaman progreso.

Aunque no lo parezca, no todos los meet and greet son experiencias tan desagradables y frustrantes. Katy Perry, por ejemplo, incluye en el pack la posibilidad de aparcar el coche de forma gratuita, ni zona azul ni nada, si has pagado por una entrada VIP con posibilidad de oler a la autora de Hot n¡¯cold. Rihanna permite el contacto f¨ªsico hasta el punto de que se la ha visto en alguno de estos encuentros sopesando los pechos de alguna de sus fans o comprobando la profundidad de la cavidad nasal de varios de sus seguidores. Justin Bieber tambi¨¦n es de los que permite el contacto f¨ªsico y una m¨ªnima interacci¨®n con el que ha desembolsado una media de 400 euros por acercarse al joven.

Como todos los actos contranatura que la industria musical promueve para no acabar con la relevancia social de la alfarer¨ªa, el universo meet and greet propone una l¨®gica comercial que es casi siempre profundamente il¨®gica. A saber, Jessie J, la mujer peor vestida del mundo, tiende a agotar todos sus pases VIP. Los tiques salen a la venta por unos 250 euros y en eBay alcanzan los 600. Beyonc¨¦, por ejemplo, ha provocado una inflaci¨®n en sus meet and greet que ni Argentina: ha pasado de cobrar 300 euros en 2003 a pedir m¨¢s de 1.200 en 2009. Tambi¨¦n est¨¢ la fluctuaci¨®n del precio del encuentro seg¨²n la ciudad. Donde es m¨¢s caro pasar tres segundos con Britney Spears es en Jacksonville, Florida (700 pavos). Cheryl Cole cobra cinco libras m¨¢s en Londres que en cualquier otra ciudad y Justin Bieber pide a sus fans de Mine¨¢polis nada m¨¢s y nada menos que 2.900 euros por olerle el aliento. En Los Angeles, lo mismo cuesta 800 euros menos.

En una gira de 50 conciertos, se calcula que el artista puede llegara levantarse 600.000 euros gracias este tipo de packs. Bueno, Michael Bolton no tanto: el hombre ostenta el honor de tener el encuentro m¨¢s barato, 150 euros.

El meet and greet est¨¢ aqu¨ª para recordarnos que quienes m¨¢s sufren la crisis de la industria del disco, al final, son los verdaderos fans, los que acampaban dos d¨ªas antes del concierto para entrar corriendo en el estadio y coger sitio en primera fila. Ahora, al llegar ah¨ª, se dan cuenta de que las diez primeras filas est¨¢n reservadas para un pu?ado de ricos que han abonado una cantidad casi siempre pornogr¨¢fica por sentirse exclusivos. Menos mal que m¨¢s tarde llegar¨¢ Avril Lavigne para recordarles que, por mucha pasta que tengan, jam¨¢s ser¨¢n tan guays como ella.