¡°No me arrepiento de lo que hicimos con Led Zeppelin¡±
El guitarrista Jimmy Page se erige en el impulsor del legado del grupo Una caja remasterizada con sus tres primeros discos y material in¨¦dito vuelven a poner el foco en la leyenda y los desmanes de la banda de rock
Leyenda con coleta. Precursor de la guitarra de dos m¨¢stiles, m¨²sico oscuro y esquivo, dado en su d¨ªa a las drogas y al oscurantismo, marcado por la tragedia, pero responsable ante las consecuencias de su legado art¨ªstico, Jimmy Page no solo es uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, es hoy un artista reivindicativo y minucioso, perfeccionista y nada complaciente con lo que vaya a quedar de ¨¦l y los suyos para la historia. Quienes prefieren creer que el rock es un arte m¨¢s dado a los caprichos del destino que a la planificaci¨®n meticulosa, encontrar¨¢n en Page a todo un campe¨®n en destrozar lugares comunes. A sus 70 a?os, confiesa que cuando form¨® Led Zeppelin, el grupo que invent¨® el hard rock rociado de psicodelia y mostr¨® el camino del heavy metal, lo ten¨ªa muy claro. Que no fue una improvisaci¨®n, sino un proyecto meditado tras sus pasos como becario del estrellato mundial en un estudio de grabaci¨®n como instrumentista de apoyo a su integraci¨®n en The Yardbirds, con quien dej¨® su estela en la misma formaci¨®n por la que tambi¨¦n pasaron Eric Clapton y Jeff Beck. Pero su grupo deb¨ªa liderar un avance m¨¢s all¨¢: hacia terrenos en los que la exploraci¨®n del sonido junto a los jardines de delicias prohibidas se un¨ªan en un ¨¢mbito de culto.Conectaron con un aire de libertad desconocido, abrieron sentidos y cerraron su coto dando paso a leyendas de todo tipo: desde abusos a menores hasta palizas a granel por sus guardaespaldas; de excesos como el que llev¨® a la muerte a su bater¨ªa, John Bonham, ahogado en su propio v¨®mito tras una monumental borrachera, por otra parte nada poco habitual en ¨¦l. Hoy Page, abuelo, exadicto, un tipo sobre el que han corrido todo tipo de leyendas turbias y que se ha colgado los laureles del ¨¦xito y la calidad de referencia, se siente especialmente responsable de un legado art¨ªstico que acaba de recopilar, con novedades en directo y remasterizaci¨®n de sus tres primeros discos. Espera que le sirva y d¨¦ un nuevo impulso para que el grupo ocupe su lugar en las alturas del rock. En Londres, dentro de un sal¨®n en un hotel de Kensington cercano al Royal Albert Hall, y un d¨ªa despu¨¦s de haber destapado algunas de sus entregas puestas al d¨ªa, en las que queda patente la energ¨ªa entre col¨¦rica y desmesurada de su banda, Page repasa y se reivindica sin complejos.
?Se ha investido usted en el responsable del legado de Led Zeppelin? A los otros no se les ve por aqu¨ª. No s¨¦ d¨®nde andan, no tengo ni idea de lo que est¨¢n haciendo. Pero hay que tener en cuenta que yo era el productor. M¨¢s que nada porque no quer¨ªamos que las cosas acabaran en manos equivocadas. Aun as¨ª, existe material que se las ha arreglado para salir a la luz y algunas de esas versiones han resultado frustrantes.
?Por qu¨¦? No es que tenga que ver con mi perfeccionismo, aunque soy un perfeccionista. Nunca acabo satisfecho, siempre se puede mejorar. Sobre ciertos asuntos, es mi opini¨®n personal, creo que nunca deber¨ªan haber salido, m¨¢s cuando no pertenecemos a nadie salvo a nosotros mismos.
En t¨¦rminos de herencia, se trata de algo muy sensible. Porque, una vez la trayectoria de un grupo termina, alguien debe ocuparse de situarlo en la historia de la m¨²sica. ?C¨®mo lo hace? ?Es consciente de ello? Soy muy consciente porque existen varios ejemplos de m¨²sicos importantes de los que ya hemos olvidado el nombre, y no voy a mencionar a ninguno de ellos. Bandas muy grandes en los sesenta, con muchos seguidores, a las que nadie considera. Y no quiero ponerme pomposo con esto.
No, se trata de dar relevancia al hecho de que quiz¨¢ han ca¨ªdo en el olvido porque nadie se ocup¨® de su impronta despu¨¦s. S¨ª, y no quiero que se me malinterprete. Pero el hecho es que nuestra m¨²sica supimos que permanecer¨ªa, lo sab¨ªamos, siempre lo vimos as¨ª. Por eso no nos limit¨¢bamos, por ejemplo, a hacer las cosas como se impon¨ªan. No sac¨¢bamos singles al mercado, ofrec¨ªamos un trabajo completo, un concepto, y no busc¨¢bamos esa ansiedad del p¨²blico bien aprovechada por otros que les daban trozos de un todo. Eso nos diferenciaba, por ejemplo. Nos costaba mucho trabajo imponer ese estilo propio, pero lo hac¨ªamos con tanta pasi¨®n¡ Si emple¨¢bamos esa entrega con respecto a nuestro talento, significaba que nos sent¨ªamos muy responsables de lo que hici¨¦ramos para mantenerlo perdurable y no tirarlo por la borda. Por eso creo que ampliamos los horizontes de la m¨²sica en nuestro tiempo y todo el mundo se fijaba mucho en lo que hac¨ªamos por aquella ¨¦poca.
En la cima de la guitarra
(Heston, Middlesex, 1944) ha visto una y otra vez c¨®mo su nombre ocupaba los primeros cinco puestos entre los guitarristas m¨¢s grandes de la historia. Arquitecto del hard rock con Led Zeppelin, precursor del heavy metal, Page hizo historia con su banda entre 1968 y 1980. Pero antes hab¨ªa aprendido el oficio en sesiones de grabaci¨®n y junto a The ?Yardbirds, grupo en el que entr¨® en 1965 para sustituir a Eric Clapton y donde form¨® d¨²o con Jeff Beck. Caballero de la Orden del Imperio Brit¨¢nico, por sus actividades ben¨¦ficas, y ciudadano honorario de R¨ªo de Janeiro, donde ha desarrollado labores de inserci¨®n y desarrollo en las favelas, Page ha dedicado a?os a cuidar el legado de Led Zeppelin, de quien fue productor.
?Ese tipo de cosas las fue percibiendo ya cuando era usted guitarrista de estudio? Desde luego, aprend¨ª much¨ªsimo en aquella etapa.
?Ve¨ªa, a trav¨¦s de otras bandas, cu¨¢les pod¨ªan ser sus puntos d¨¦biles en ese y otros sentidos hasta el punto de que, al formar una, ya ten¨ªa muy claro qu¨¦ quer¨ªan hacer o no hacer? Consolid¨¦ muchas ideas en mi cabeza. Ante todo, sobre c¨®mo no hacer las cosas. Desde lo m¨¢s complejo hasta lo m¨¢s b¨¢sico. C¨®mo escribir m¨²sica. Yo no sab¨ªa leer partituras, pero tuve que aprender.
Pues casi como Paco de Luc¨ªa, autodidacta total. Bueno, ¨¦l era un genio. A m¨ª me cost¨® m¨¢s. Pero fui aceptado poco a poco en ese mundo. Disfrutaba en el trabajo, quer¨ªan que me quedara, que me involucrara m¨¢s, y tuve que ir aprendiendo d¨ªa a d¨ªa. Todo tipo de t¨¦cnicas y estilos: ac¨²stico, el¨¦ctrico, cl¨¢sico¡ Aprender y aprender. Pero, aparte de eso, me interesaba mucho y mostraba mucha atenci¨®n en el proceso de grabaci¨®n. Imaginar c¨®mo los sonidos que se agolpaban en mi cabeza deb¨ªan grabarse para que se aproximaran a mis ideas.
?Se guard¨® aquellas experiencias para practicarlas despu¨¦s en su propio proyecto? Iba aprendiendo sobre la marcha. Se expand¨ªa todo un mundo ante m¨ª. Y a m¨ª, ?reci¨¦n entraba, se me iban filtrando maneras de trabajar, secretos que iban agreg¨¢ndose a mi ADN. Despu¨¦s empec¨¦ a tocar con The Yardbirds, me dieron esa oportunidad y ya entonces pude aportar algunas ideas. M¨¢s tarde el proyecto termin¨®, y para entonces yo ya ten¨ªa muy claro exactamente lo que quer¨ªa.
?Tan pronto? Hab¨ªa tocado en todo tipo de tugurios underground, aparte de la experiencia en el estudio o en radios, donde se tocaban no solo canciones, sino amplias partes de varios discos. Ten¨ªa experiencia tanto en directo como en lugares de grabaci¨®n; sab¨ªa muy bien por d¨®nde ir¨ªa. No solo porque me hab¨ªa expuesto a ser escuchado, que es uno de los primeros fines que buscas cuando te dedicas a esto, una de las prioridades, sino porque ya sab¨ªa lo que conformaba una buena banda. Para lograr algo que realmente importe son cruciales los comienzos. No tirarse a buscar el ¨¦xito nada m¨¢s empezar con un n¨²mero uno en la lista, sino tratar de formar un grupo que suene bien y que merezca respeto.
Ha mencionado a The Yardbirds, una banda en la que coincidieron tres de los mejores guitarristas de todos los tiempos: Eric Clapton, Jeff Beck y usted. ?Cu¨¢l fue la diferencia que quiso aplicar respecto a Led Zeppelin? En The Yardbirds busc¨¢bamos dos guitarras principales. Jeff hizo un trabajo sustancial, pero yo quer¨ªa ampliar horizontes a otro tipo de sonidos de cuerda y adentrarme en terrenos m¨¢s vanguardistas. Quer¨ªa cambiar el panorama, dar un paso adelante con respecto a lo que se hac¨ªa y llegar a desarrollar m¨¢s cosas no puestas en pr¨¢ctica antes por los guitarristas solistas. Quise aplicar algunas de mis ideas a ese respecto con ellos, pero antes de que fuera posible se separaron. Fue entonces cuando me sent¨ª preparado para ofrecer una visi¨®n que el p¨²blico ya comenzaba a reclamar. Algo fresco y renovado. Creo que lo conseguimos.
Siempre supimos que nuestra m¨²sica permanecer¨ªa"
Para entonces ten¨ªan ustedes muy claros dos conceptos fundamentales: lo que deber¨ªa ser un grupo en estudio y lo que deb¨ªa ser en directo. ?Cree que Led Zeppelin consigui¨® sus metas en ambas facetas? ?C¨®mo lograron compaginarlo? Exist¨ªan, bueno, siempre han existido, muchas bandas que reproducen exactamente lo que tocan en directo calcado del estudio. Nosotros no quer¨ªamos eso. En nuestro caso, los cuatro ya ¨¦ramos m¨²sicos formados que quer¨ªan desarrollarse en conjunto. No ten¨ªamos una superestrella a la que acompa?ar. Nuestra banda trabajaba en comuni¨®n. Desde el primer d¨ªa. Primero ensay¨¢bamos, toc¨¢bamos en directo y nos met¨ªamos en estudio. Muy concentrados, pero en vivo, muy volcados tambi¨¦n a los cambios, las variantes, a diferenciar versiones. Nunca abandonamos esa manera de trabajar. Por eso siempre nos resultaba excitante, nos ret¨¢bamos y camin¨¢bamos sobre el filo de la navaja.
Toda esa experimentaci¨®n y trabajo previo, ?le vino de su vocaci¨®n cient¨ªfica? No, aquello no lleg¨® a nada. Fue una pregunta que me hicieron una vez, as¨ª, de sorpresa, y que respond¨ª con la primera cosa que se me ocurri¨®. Ten¨ªa 13 o 14 a?os, estaba muy nervioso, fue en un estudio de televisi¨®n, sin ninguna gana de que me entrevistaran y participando en un concurso en directo.
Antes de formar su grupo, lo que s¨ª tuvo fue una librer¨ªa. Esot¨¦rica. S¨ª.
?Por qu¨¦ la cerr¨®? Porque empezamos a viajar mucho con el grupo, pas¨¢bamos tiempo fuera del pa¨ªs. Recuerdo que lo dej¨¦ cuando Robert Plant se rompi¨® una pierna en Los ?ngeles. Era la ¨¦poca en que est¨¢bamos grabando Presence, creo. Esa librer¨ªa, adem¨¢s, contaba con un tipo de cliente que se cre¨ªa asistido por el derecho divino a no pagar los libros.
?Ah, s¨ª? ?Le robaban? M¨¢s o menos. Bueno, es as¨ª. La gente interesada en esos temas no suele tener ni un penique.
Mal negocio. Bueno¡ lleg¨® a un punto en que no pod¨ªa vigilarlo y andaba todo el tiempo fuera, as¨ª que decid¨ª cerrar, ni siquiera traspasarlo.
Ya que menciona ¡®Presence¡¯, aquel disco estuvo muy influido por las drogas. Primero deber¨ªamos hablar de los anteriores, pero, m¨¢s que eso, dir¨ªa que Presence se inspiraba en el concepto de intervenci¨®n divina.
Con The yardbirds quise ampliar horizontes a otros sonidos de cuerda"
?M¨ªstica? M¨²sica divina.
?Segu¨ªa la leyenda suya basada en su entrega a las fuerzas ocultas? Bueno, def¨ªnalo como quiera. A m¨ª, ya con m¨¢s de 70 a?os, me da igual, soy un superviviente. No tiene que ver con ninguna categor¨ªa. La m¨²sica habla por s¨ª misma y ya est¨¢, nada que ver con mis circunstancias personales, ni con las novias que tuve, ni con mis hijos, da igual. Hablamos de c¨®mo se manifiesta la m¨²sica sobre todas las cosas; si quiere enterarse de esos otros asuntos, escuche la m¨²sica, est¨¢ todo dentro.
Es que lo encuentro. ?Hombre, co?o, eso espero!
Imagino que viene de todas sus experiencias personales. S¨ª, pero se trata de un reflejo, una declaraci¨®n de lo que eres en la vida. Cambias, experimentas tragedias, felicidad, grandes momentos, todo est¨¢ ah¨ª. Se deja entrever m¨¢s en quien ?escribe letras, que se apresta constantemente a lo autobiogr¨¢fico; pero en lo que respecta a tocar la guitarra, quiz¨¢ tambi¨¦n yo me sienta muy expresivo, muy l¨ªrico. S¨ª. Siento que mi arte se muestra coherente con lo que soy.
?Cree que los 10 a?os que dur¨® la banda en activo le han marcado para bien y para mal toda su vida posterior? S¨ª, aunque soy consciente de que he podido disfrutar una existencia m¨¢s all¨¢ de eso. Lo que s¨ª ocurre es que, a tenor de lo que fue aquella experiencia, he sentido una deuda constante con esa etapa de mi vida, y por ello ahora, con estos lanzamientos y esta colecci¨®n, quiero presentar algo muy digno que demuestre lo que fuimos. No soy yo quien suele hablar bien de las discogr¨¢ficas, pero la verdad es que en la compa?¨ªa Warner lo han hecho con mucho estilo. Ha sido un trabajo muy duro en el que espero que haya predominado la decencia, la ¨¦tica de emprender las cosas bien, no malgastar el legado, no echarlo a perder. Por eso me he involucrado tanto en ello, me he ocupado de que todo est¨¦ bien y quedar al mando de todo porque yo lo viv¨ª a fondo. Fui parte fundamental de su creaci¨®n, lo ?conozco a fondo, lo hice avanzar. Me acuerdo de todo, adem¨¢s. S¨¦ d¨®nde est¨¢bamos cuando grab¨¢bamos cada canci¨®n, c¨®mo nos encontr¨¢bamos.
?Se ha sorprendido con algo al repasar todos estos a?os? Con el v¨ªnculo, con la fuerza del v¨ªnculo que nos un¨ªa. Esa b¨²squeda de la calidad cualesquiera que fueran las circunstancias. El hecho de que haya salido con tal contundencia proviene de aquel esfuerzo en conjunto. Con cada uno de nosotros trabajando a fondo en ello. Y eso ha dado lugar a una obra conjunta, muy potente en cuanto a su concepci¨®n intelectual y amplia. Puedo decir que no me arrepiento de lo que hicimos, no he llegado a lamentarlo art¨ªsticamente hablando. En este caso, el de la presentaci¨®n de este legado, he hurgado en muchas cosas con enorme pasi¨®n. Merece la pena o¨ªrlo y pensar en esos t¨¦rminos.
Paco de Luc¨ªa era un genio autodidacta, a m¨ª me cost¨® m¨¢s aprender"
El lamento art¨ªstico no cabe, desde luego. ?Y en otros t¨¦rminos? Aquellas historias de violencia, abusos, salvajadas¡ ?Son para arrepentirse? Eso no tiene nada que ver con la m¨²sica.
Yo creo que s¨ª, y que su m¨²sica lo deja patente. ?Usted cree que s¨ª? Le dir¨¦ algo. De las cosas que me han contado que se comentaban sobre nosotros, los desparrames, la violencia, no creo que ninguno de quienes formamos Led Zeppelin quisiera verse en mitad de aquellas situaciones aportando una banda sonora a las mismas. ?Me entiende?
S¨ª, claro. ?Se llevan bien? Desde luego.
?Por qu¨¦ cree que rompieron, m¨¢s all¨¢ de los accidentes? Porque perdimos a John Bonham, ?o no?
S¨ª, pero existen muchas bandas que, aun perdiendo a sus miembros, han seguido adelante. Nuestra creatividad se habr¨ªa visto afectada. Ese instinto¡ Era una banda que estaba predestinada a existir, desde luego. Claramente. Sin duda. Como una profec¨ªa divina. Pero si hubi¨¦semos perdido a cualquiera, a John Paul Jones, a Robert, a m¨ª, no hubi¨¦semos continuado de ninguna manera, lo sab¨ªamos. Incorporar a alguien nos hubiese limitado mucho. No, no quer¨ªamos. Aun as¨ª, cuando nos volvimos a reunir una vez, con el hijo de John en la bater¨ªa, lo hicimos con mucha dignidad, lo creo firmemente. Pudimos volver a experimentar aquella tensi¨®n positiva, aquella energ¨ªa de nuestra m¨²sica.
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