Los retos de los pa¨ªses emergentes
Las elecciones que celebran en 2014 servir¨¢n para valorar si har¨¢n reformas
La oleada de protestas vivida en Turqu¨ªa y Brasil en 2013 nos record¨® que los mercados emergentes afrontan graves problemas y que, al acabar este periodo, no todos ser¨¢n pa¨ªses seguros y pr¨®speros. Unas clases medias en expansi¨®n y m¨¢s exigentes, un crecimiento econ¨®mico m¨¢s lento y la impaciencia de la poblaci¨®n ante unos partidos que ocupan el poder desde hace m¨¢s de 10 a?os est¨¢n dando quebraderos de cabeza a los Gobiernos de Turqu¨ªa, Brasil, India, Indonesia y Sud¨¢frica, cuyas monedas sufrieron el a?o pasado enormes presiones que les granjearon la etiqueta de ¡°los fr¨¢giles cinco¡±.
Tambi¨¦n hubo alg¨²n dato positivo. En M¨¦xico, los votantes eligieron y otorgaron su mandato al reformista Enrique Pe?a Nieto. Sigue habiendo retrasos en el proceso de reformas, pero este mismo a?o llegar¨¢n algunos de los ansiados cambios para reestructurar la pol¨ªtica del pa¨ªs, abrir su econom¨ªa m¨¢s all¨¢ de la oligarqu¨ªa y modernizar su sector energ¨¦tico. Una sola elecci¨®n ha supuesto una tremenda diferencia.
?Puede haber otros resultados positivos en ¡°los fr¨¢giles cinco¡±? Todos sus Gobiernos afrontan elecciones este a?o, lo cual permite esperar, por fin, las reformas necesarias para estimular sus econom¨ªas y ayudar a que estos pa¨ªses pasen a la siguiente y delicada fase de desarrollo.
A veces, por desgracia, las elecciones no producen las transformaciones que exigen los votantes y esperan los observadores. Un repaso de las cinco elecciones previstas nos muestra que las perspectivas de cambio son limitadas.
En Sud¨¢frica, los votantes ya han hablado. A pesar del desempleo cr¨®nico y de la considerable indignaci¨®n despertada por la corrupci¨®n oficial y los malos servicios p¨²blicos, el Congreso Nacional Africano (ANC, en sus siglas en ingl¨¦s) ha vuelto a ganar. A la Alianza Democr¨¢tica, el principal partido de la oposici¨®n, le queda a¨²n mucho para ser verdaderamente competitivo y transformar la pol¨ªtica sudafricana. Sin embargo, la fragmentaci¨®n del movimiento sindical disminuye su capacidad de proteger a sus miembros obstaculizando los intentos del ANC de incorporar a m¨¢s parados al mercado de trabajo, una promesa que sabe que debe cumplir para vencer en futuras elecciones. Eso nos permite tener cierta esperanza, aunque sea marginal, de que al ej¨¦rcito de desempleados sudafricanos le aguardan d¨ªas mejores.
El crecimiento que experimentaron estos pa¨ªses hace un decenio y que asombr¨® al mundo no era un espejismo
En India, los votantes han expulsado al Partido del Congreso para imponer al Partido Bharatiya Janata (BJP), m¨¢s favorable para la actividad empresarial. No obstante, aunque el mercado conf¨ªa en que el nuevo Gobierno introduzca grandes cambios, el BJP se va a encontrar seguramente con la misma polarizaci¨®n pol¨ªtica intensa que impidi¨® al Gobierno anterior lograr la aprobaci¨®n del Parlamento para poder implantar ciertos cambios. En los pr¨®ximos a?os podemos prever m¨¢s apertura en las transacciones comerciales y las inversiones extranjeras, pero, a corto plazo, la reforma laboral necesaria para dar verdadero impulso al crecimiento econ¨®mico indio no conseguir¨¢ sobrevivir al siempre ca¨®tico proceso legislativo del pa¨ªs.
En Indonesia, el popular gobernador de Yakarta, Joko Widodo, del Partido Democr¨¢tico Indonesio de Lucha (PDI-P), se convertir¨¢ en julio en presidente del pa¨ªs y, con ¨¦l, crecer¨¢ la esperanza de un cambio pol¨ªtico trascendental. Aun as¨ª, la expresidenta Megawati Sukarnoputri seguir¨¢ controlando el partido y los votos en el Parlamento, y tiene buenos motivos para resistirse a unas reformas que supongan sacrificios econ¨®micos inmediatos a cambio de beneficios a largo plazo. Su deseo es traspasar el poder a sus hijos en el futuro, por lo que, para conservar la popularidad de su partido y su familia, se negar¨¢ a instaurar unos cambios pol¨¦micos pero necesarios.
En Turqu¨ªa, los buenos resultados del partido gobernante en marzo y el reciente anuncio de la retirada del presidente Abdul¨¢ Gul hacen pensar que, en agosto, el combativo primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, ser¨¢ el primer presidente elegido por votaci¨®n popular. Apartado Gul, su principal rival dentro del Partido Justicia y Desarrollo, Erdogan buscar¨¢ a alguien fiel para que sea primer ministro tras las elecciones generales del pr¨®ximo a?o. Por consiguiente, es de esperar que se intensifiquen las luchas internas y las purgas que han impedido la necesaria reforma econ¨®mica estructural y han polarizado al pa¨ªs.
En Brasil, las subidas de los mercados tras los malos resultados de Dilma Rousseff en los sondeos indican que gran parte del sector empresarial conf¨ªa en que pierda. Sin embargo, lo normal es que obtenga la reelecci¨®n en octubre, con una ayuda importante del expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva. Entonces es posible que mejoren las perspectivas de reforma. Aunque el racionamiento de la electricidad, el a?o pr¨®ximo, puede retrasar el crecimiento, la influencia de Lula y el empe?o de Rousseff en evitar otra rebaja del cr¨¦dito para Brasil impulsar¨¢n una estrategia m¨¢s favorable al mercado.
El crecimiento que experimentaron estos pa¨ªses hace un decenio y que asombr¨® al mundo no era un espejismo. Algunos crecer¨¢n m¨¢s deprisa que otros. Pero no bastar¨¢ un solo ciclo electoral para hacer realidad los siguientes avances.
Ian Bremmer es presidente de Eurasia Group y profesor de investigaciones globales en la New York University. Pueden seguirle en Twitter @ianbremmer.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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