?Se deben patentar las plantas?
Tratados internacionales protegen los derechos de descubridores y creadores de vegetales A los agricultores y comunidades ind¨ªgenas se les niega cualquier tipo de compensaci¨®n por su labor de mejoramiento o por sus conocimientos tradicionales
El open knowledge? (que promueve que el conocimiento sea compartido, abierto) llega al campo de la agricultura y la biolog¨ªa para reclamar un cambio en el sistema de protecci¨®n de plantas y semillas. El movimiento Open Source Biology surgi¨® en 2005 en Estados Unidos con el objetivo de llevar el modelo del software de c¨®digo abierto al ¨¢mbito de la biolog¨ªa. Pero, ?c¨®mo hemos llegado hasta aqu¨ª y qu¨¦ cambios proponen?.
?Qu¨¦ est¨¢ pasando?
Desde la ¡°Revoluci¨®n Verde¡± en 1935 se han protegido con patentes, e incluso tecnolog¨ªas, todos los avances cient¨ªficos para la mejora de semillas, fertilizantes y fungicidas.
La fuerza de los lobbies financiados por compa?¨ªas de pa¨ªses industrializados y las restricciones legales que se han ido desplegando globalmente, han creado una tensi¨®n permanente entre quienes cultivan las plantas y las industrias que las procesan.
El caso de la ayahuasca
Uno de los casos m¨¢s conocidos es el de la ayahuasca, una planta de la regi¨®n del Amazonas que fue patentada en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos a solicitud de Loren Miller en 1984.
Con la patente se otorgaron derechos exclusivos para plantar y cultivar una planta que tradicionalmente hab¨ªa sido utilizada por los m¨¦dicos ind¨ªgenas con fines medicinales. El registro de la patente suscit¨® una fuerte oposici¨®n por parte de las comunidades ind¨ªgenas, que trataron sin ¨¦xito de impugnarla ante los tribunales de los Estados Unidos. Finalmente, la patente caduc¨® en 2003.
Hoy, el Banisteriopsis caapi es un compuesto empleado en medicinas contra la depresi¨®n, la ansiedad, el P¨¢rkinson y la esquizofrenia.
?C¨®mo se ha llegado hasta aqu¨ª?
Ejemplos como el anterior han hecho evolucionar la legislaci¨®n internacional, pero no siempre en beneficio de agricultores y horticultores. Ciertos tratados internacionales protegen los derechos de descubridores y creadores de variedades vegetales pero niegan a agricultores y comunidades ind¨ªgenas cualquier tipo de compensaci¨®n por su labor de mejoramiento o por sus conocimientos tradicionales.
Otros acuerdos s¨ª reconocen la contribuci¨®n de las comunidades locales e ind¨ªgenas y han tratado de proteger los derechos de los agricultores para que puedan conservar, reutilizar, intercambiar y vender semillas. A pesar de ello, estos beneficios quedan sujetos a lo dispuesto en las leyes internas de los estados miembros.
Finalmente, la mayor¨ªa de los pa¨ªses han terminado adoptando un sistema parecido al de las patentes que impide a los agricultores conservar y reutilizar semillas, e incluso tener acceso a los recursos fitogen¨¦ticos a efectos de investigaci¨®n y reproducci¨®n, en ausencia de autorizaci¨®n del titular.
?Qu¨¦ est¨¢ haciendo Open Source Biology al respecto?
Ante esta situaci¨®n de bloqueo, han comenzado a surgir iniciativas que apuestan por replicar el modelo de software libre y de c¨®digo abierto para la investigaci¨®n de plantas y animales. Lo que proponen es crear un nuevo sistema de licencias abiertas similares a las del software de c¨®digo abierto para favorecer la innovaci¨®n y el libre intercambio de semillas, plantas y recursos fitogen¨¦ticos entre agricultores y horticultores sin que se pueda restringir el acceso y su utilizaci¨®n mediante patentes u otros instrumentos de propiedad intelectual.
El pasado 17 de abril, la Open Source Seed Initiative lanz¨® las primeras semillas de c¨®digo abierto, un total de 36 variedades de 14 cosechas diferentes. Por su parte, la Fundaci¨®n BioBricks trabaja en la estandarizaci¨®n de los componentes de la biolog¨ªa sint¨¦tica y en la actualidad colabora con Standford BIOFAB descifrando el dogma central de la levadura. Otras iniciativas como GRAMENE, la iGEM Foundation, la red MASIPAG y BIOS dan muestras de las dimensiones de un movimiento que promete.
Y t¨², ?qu¨¦ opinas? ?Crees que se deben patentar las plantas?
Texto en colaboraci¨®n con Abierto al Publico, el blog de Open Knowledge del Banco Interamericano de Desarrollo.
Montserrat Corbella Valea es abogada especializada en derecho internacional econ¨®mico y actualmente trabaja como consultora en el Sector de Conocimiento y Aprendizaje del Banco Interamericano de Desarrollo.
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