La leyenda de Dani Rovira
Dani Rovira, ¡®Er Rovi¡¯, ha conquistado al p¨²blico y ha dado el salto al estrellato del cine con su papel protagonista en la exitosa ¡®Ocho apellidos vascos¡¯. Pero su fama le precede. Hizo miles de kil¨®metros por pueblos y ciudades, de bolo en bolo. Desconcertado por el ¨¦xito de la que ya es la cinta m¨¢s taquillera del cine espa?ol en Espa?a, si algo le sobra son tablas. Recorremos con ¨¦l una historia personal que comenz¨® hace 33 a?os en el barrio de La Paz de M¨¢laga.
No se lleven a enga?o. Por mucho desparpajo que gaste, Dani Rovira, el actor espa?ol del momento, est¨¢ un poco muerto de miedo: ¡°Yo no he cambiado, es el mundo el que ha cambiado con respecto a m¨ª¡±. Padece cierta ¡°psicosis¡±. Lo peor no son los paparazzis que hacen guardia a la puerta de su casa de Madrid y de los que le da cuenta cada ma?ana el portero de su finca, sino los millones de smart?phones que le rodean. Mira con cierto recelo los m¨®viles que hay a su alrededor: en el gimnasio, en la calle, en la playa¡ ¡°El otro d¨ªa me sub¨ª en un avi¨®n de vuelta de Ibiza y saltaron 15 o 20 flases mientras llegaba a mi asiento, me siento un poquito como Copito de Nieve¡±, cuenta. ¡°No es que me importe, yo soy un t¨ªo muy normal y no me van a pillar en un renuncio, pero se me hace muy raro¡±. Efectivamente, este malague?o de 33 a?os que dice tener ¡°cara de caricatura¡± es un tipo de apariencia normal, natural, espont¨¢neo, simp¨¢tico, gracioso (sin pasarse), hablador pero prudente, de esos que busca maneras de decir que no sin decir ¡°no¡± cuando, por ejemplo, en una sesi¨®n de fotos una estilista le quiere poner un jersey sobre los hombros al estilo de un se?orito andaluz: ¡°Yo soy m¨¢s abertxandal; de sota, caballo y rey, vaqueros y camiseta lisa, y cuando me sobra el jersey me lo pongo as¨ª¡±. Lo estira, lo dobla un poco y se lo cuelga sobre un solo hombro. Ah¨ª est¨¢: ¡°El pardillo con carisma¡±, que siempre fue y que dice ser.
Sumido en una suerte de extra?amiento, siendo ¨¦l mismo para ¨¦l y otro para los otros, cruza la frontera de la fama. En su vida siempre habr¨¢ un antes y un despu¨¦s de Ocho apellidos vascos, su primera pel¨ªcula, su primer papel protagonista en la gran pantalla. Una comedia rom¨¢ntica dirigida por Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro que ironiza sobre los t¨®picos del norte y del sur de Espa?a a trav¨¦s de una historia de amor entre un sevillano y una vasca, y que se ha convertido en un acontecimiento cinematogr¨¢fico. Ha llenado las salas de todo el pa¨ªs con 7,5 millones de espectadores y ha superado a ¨Cvalga el juego de palabras¨C Lo imposible, hasta entonces la m¨¢s taquillera de Espa?a. M¨¢s a¨²n ¨Cpese a que Dani Rovira no haya jugado nunca al tenis y tuviera una habitaci¨®n de adolescente forrada con p¨®steres de Paco Buyo¨C, ha conseguido que Rafa Nadal e Iker Casillas se ¡°peleen¡± por echar una pachanga con ¨¦l en la Caja M¨¢gica de Madrid durante la celebraci¨®n del Charity Day el pasado 2 de mayo.
¡°?Qu¨¦ ha pasado?¡±, se pregunta todo el mundo. ¡°?A qu¨¦ se debe ese ¨¦xito desmesurado en un tiempo en el que el cine parec¨ªa estar de capa ca¨ªda?¡±. Hay quien, como su amigo y director teatral Rojo (Miguel Rojo), dice que Dani Rovira tiene ¡°estrella¡±. Quien, como Yolanda Serrano y Eva Leira, las directoras de casting que lo propulsaron para dar el salto a la pantalla grande, hablan de que tiene ¡°mucho coraz¨®n y que por eso conecta con el p¨²blico¡±. Y quien, como I?aki Urrutia, amigo y compa?ero de profesi¨®n, le atribuye ¡°un halo, un factor X, una magia que hace que la gente le adore¡±. Lo cierto es que ni ¨¦l mismo lo sabe. Veamos...¡
Al contrario de lo que dice la mayor¨ªa de la gente, a m¨ª me faltan dedos de las manos para contar los buenos amigos que tengo
¨C?Qu¨¦ tal?
¨CUy, esa pregunta tiene muchas respuestas ¨Cbromea.
¨CCon una podr¨ªa bastar.
¨CPues ya ves, aqu¨ª.
As¨ª arranca una conversaci¨®n en la que Dani Rovira se desnudar¨¢ ¨Cpiernas y trasero de atleta¨C y se vestir¨¢ cinco veces con atuendos distintos. Y hablar¨¢ de su infancia feliz, de su primer amor y de algunas locuras de los ¨²ltimos. De los kil¨®metros de carreteras secundarias que lleva a sus espaldas. De d¨ªas y noches de soledad y ovaci¨®n. De sus proyectos y de sus miedos. De sus errores y de sus aciertos. Del antes y el despu¨¦s del ¡°boom¡±.
Antes de ser Rafa haci¨¦ndose pasar por Antxo Gabilondo Urdangarin Zubizarreta Argui?ano Igartiburu Erentxun Otegi y Clemente en la ficci¨®n, Dani Rovira, crecido a los pechos de la Paramount Comedy, era un actor que interpretaba a un periodista becario en la serie de Telecinco B&B, de boca en boca y un monologuista que le hac¨ªa cantos a la valent¨ªa en su funci¨®n ?Quieres salir conmigo?, con la que por cierto volver¨¢ a estar en el Teatro Compact Gran V¨ªa de Madrid entre el 22 de mayo y el 2 de junio con 10 ¨²ltimas funciones. ¡°Es un canto a la valent¨ªa porque habla de ese momento en el que te gusta una chica y tienes que tener el coraje de pedirle de salir de manera oficial, porque si no no es oficial y te la pueden levantar en cualquier momento¡±. Con este hombre, tonter¨ªas las justas: ¡°Hab¨ªa algunos que ensayaban una segunda opci¨®n muy rastrera que era: ¡®?Y de rollo?¡¯, ?pero eso qu¨¦ mierda es!¡±.
?l, hijo de ¡°madre coraje¡± y padre obrero pluriempleado (¡°camionero, quiosquero, segurata, vendedor de coches¡¡±), segundo de cuatro hermanos y curtido entre los portales y las puertas de la barriada de La Paz de M¨¢laga. ?l, que hizo la comuni¨®n vestido de marinerito. ?l, que llev¨® zapatos ortop¨¦dicos hasta los 13 a?os porque ten¨ªa los pies zambos. ?l, que siempre era ¡°el amigo de las chicas¡± y al que siempre le ped¨ªan como portero porque era malo al f¨²tbol. ?l¡ no le pidi¨® salir a una chica hasta los 18 a?os: ¡°Fui un poco tard¨ªo¡±.
Cuando te gusta una chica tienes que tener el coraje de pedirle ¡®de¡¯ salir, si no no es oficial y te la pueden levantar en cualquier momento
Apasionado. Lo dej¨® todo, se fue a Argentina por amor y regres¨® por desamor. ¡°Aprend¨ª a no cambiar mi camino por nadie, cada uno debe ser el protagonista de su vida¡±. Dej¨® a una novia en Oporto y se la encontr¨® de vecina en Granada dos a?os m¨¢s tarde cuando ¡°hab¨ªan cambiado las tornas¡±. Reconoce que, como ocurre en la pel¨ªcula, las mayores locuras las ha hecho por amor. Ahora, a la espera de empezar a rodar en el pr¨®ximo mes de abril la segunda parte de Ocho apellidos vascos, est¨¢ escribiendo su pr¨®xima funci¨®n que se estrenar¨¢ en diciembre y que, adivinen, versar¨¢ sobre el miedo.
Pero antes a¨²n de llenar los teatros de Barcelona y Madrid con esos cuentos de ligoteo juvenil, Dani Rovira era una especie de c¨®mico trotamundos con piso de estudiante de INEF (Universidad de Ciencias de la Actividad F¨ªsica y el Deporte) en la ciudad de la Alhambra y el aspecto de un perroflauta de libro ¨Crasta incluida¨C. Recorr¨ªa los pueblos y las ciudades de Espa?a con un Peugeot 306 primero, con un 206 despu¨¦s y luego con un Citro?n Picasso al que le hizo 120.000 kil¨®metros en dos a?os de local en local, de bolo en bolo. As¨ª se curti¨®: ¡°Todas las tablas me las han dado esos bares: yo era mi agente, mi roadmanager, el que se sub¨ªa al escenario¡ Me han tirado servilleteros, he actuado para dos personas, me han puesto de sustituto de otro artista sin avisar, me han suspendido sin avisar¡±. Vamos, que ¨¦l se lo guisaba y se lo com¨ªa todo, aunque habitualmente tenga la nevera vac¨ªa y solo le salgan bien las lentejas ¨C¡°ligeritas: con su morcilla, chorizo picante y costillas¡±¨C y la pasta, en las diferentes versiones que aprendi¨® compartiendo piso con dos italianos durante su beca Erasmus en el ¨²ltimo a?o de carrera. Pidi¨® ir a Tall¨ªn (Estonia) ¨C¡°quer¨ªa irme lo m¨¢s lejos posible, por vivir una experiencia¡±¨C, pero la nota no le dio m¨¢s que para llegar a Oporto.
¨C?Una palabra en portugu¨¦s?
¨CSaudades.
Responde al vuelo con ese t¨¦rmino que no tiene una traducci¨®n exacta en espa?ol y que vendr¨ªa a ser algo as¨ª como ¡°morri?a¡±, ¡°a?oranza¡±. Se considera muy afortunado porque, como proclam¨® cuando fue pregonero de la Feria de M¨¢laga en 2012, vive echando de menos muchas cosas y a muchas personas. ¡°Al contrario de lo que dice la gente, a m¨ª me faltan dedos de las manos para contar los buenos amigos que tengo¡±. Es dif¨ªcil encontrar a alguien que hable mal (o regular) de Er Rovi, como le conocen en su entorno cercano. A lo m¨¢ximo que llegan es a decir que es ¡°un poco cabez¨®n¡±. Pero quien ha trabajado o convivido con ¨¦l destaca su ¡°humildad¡±, ¡°honestidad¡± y, sobre todo, su ¡°lealtad¡± y su ¡°coherencia¡±. La misma que us¨® en un ramalazo de compromiso social para dirigirse por Twitter a Esperanza Aguirre: ¡°?Me va a decir usted lo que yo siento por Espa?a?¡±, le espet¨® en 48 caracteres a la expresidenta de la Comunidad de Madrid al hilo del preg¨®n que ley¨® la lideresa en la Feria de Abril de Sevilla, en el que hablaba de que ¡°los espa?oles que quieren dejar de serlo¡± luchan contra la Fiesta Nacional y que los ¡°antitaurinos¡± son esencialmente ¡°antiespa?oles¡±. A Dani Rovira no le gustan los toros, pero le encanta Espa?a.
¡°Soy un animalista incoherente porque como carne y porque es muy dif¨ªcil ser coherente todo el rato: adoro a los animales, pero veo una cucaracha y la piso, digamos que soy un especista, amo algunas especies¡±. Sus actuales compa?eros de piso son Carapapa, un perrito carlino negro que responde a su nombre a la perfecci¨®n ¨C¡°un cruce entre una pantera y un h¨¢mster¡±¨C. Y Buyo, ¡°un porterazo¡±, una especie de labrador color canela recogido de la sociedad protectora de la que es padrino.
Las tablas me las han dado los bares. Me han tirado servilleteros, he actuado para dos personas, me han suspendido sin avisar
Por un tiempo, all¨¢ por 2006, cuando a¨²n viv¨ªa en el Realejo de Granada, tambi¨¦n compart¨ªa su piso a ratos con su amigo Rojo, que todav¨ªa recuerda una tripotera hist¨®rica de pollo asado con patatas ¨C¡°un pollo y medio¡±¨C que se dieron un buen d¨ªa caluroso de verano: ¡°Pa habernos matao¡±. A Rovi, ¡°aunque ahora venda esa imagen de runner, yo le he visto comer como un gorrino, no perdona un postre, le gusta comer mucho y bien¡±, ratifica I?aki Urrutia, con quien, aparte de ir a ver todas las pel¨ªculas de superh¨¦roes de la cartelera ¨Cbolsa de palomitas en mano¨C, se fue a ver hace unas semanas Ocho apellidos vascos en sesi¨®n nocturna y en la ¨²ltima fila del cine. ¡°Yo no la hab¨ªa visto a¨²n y fue muy gracioso verla con audiocomentarios del actor principal, me re¨ª mucho¡±, comenta Urrutia. ¡°Rovi est¨¢ muy bien, pero el mejor es Karra Elejalde¡±. Ah¨ª queda eso. O ¡°ah¨ª ha dejado el list¨®n, el que quiera que baje a por ¨¦l¡±, que dice Rojo.
Durante sus a?os en Granada, este corredor habitual de Madrid R¨ªo licenciado en ciencias del deporte, organiz¨® maratones, s¨ª, pero de cuentacuentos. Y ligas, tambi¨¦n, pero de improvisaci¨®n. En realidad ese es un poco el germen de todo. Se fue de casa para estudiar en la ciudad andaluza despu¨¦s de haber sido animador sociocultural y monitor de campamento voluntario. Se puso el traje de perroflauta caracter¨ªstico y comenz¨® a contar cuentos en las calles de las teter¨ªas grana¨ªnas. Aprendi¨® la t¨¦cnica ¨C¡°l¨ªnea-risa-l¨ªnea-risa-l¨ªnea-risa¡±¨C de la stand-up comedy (comedia en vivo) de la mano del argentino Osqui Guzm¨¢n. Recorri¨® miles de kil¨®metros interpretando sus mon¨®logos y sus cuentos. Luego grab¨® una cinta de v¨ªdeo con uno de ellos y la mand¨® a la Paramount. Le llam¨® ?ngel Mart¨ªn, entonces coordinador de c¨®micos, y se plant¨® en Madrid camino del estrellato en 2008 hasta que un d¨ªa lleg¨® a sus manos un guion para una pel¨ªcula titulado Perdiendo el Norte (el t¨ªtulo original de Ocho apellidos vascos). As¨ª de f¨¢cil o de dif¨ªcil, como el nudo de una corbata:
¨C Te la dejo sin hacer y te la terminas t¨², le dice la estilista levant¨¢ndole el cuello de la camisa.
¨C La ¨²ltima vez que me dijeron eso fue una putada, responde provocando la carcajada.
Ahora, con la fama a cuestas, dice ser un Dani Rovira ¡°mucho m¨¢s inseguro y miedoso que antes¡±. Pero a?ade: ¡°Eso s¨ª, me subo a un escenario y mandan mis cojones¡±. Las peticiones se acumulan en su agencia, la Promotora 600¡¯ns. Todos le quieren: ¡°De invitado, de colaborador, para funciones de teatro¡¡±, comenta Santi Fern¨¢ndez, su sombra y su representante, que se fue con ¨¦l en solitario despu¨¦s de haberlo fichado para el Club de la Comedia ¡°por su naturalidad y porque me mor¨ªa de risa¡±.
Dani Rovira nunca fue bueno en matem¨¢ticas ¨C¡°en cuanto empez¨® a haber m¨¢s letras que n¨²meros no pas¨¦ del cero¡±¨C, y en sus c¨¢lculos no entraba ser un ultrafamoso tipo normal de la noche a la ma?ana y salir en ba?ador con fotos robadas para las portadas de las revistas del coraz¨®n. Las que s¨ª parecen sumar, restar y dividir bien y vieron claro su potencial fueron Yolanda Serrano y Eva Leira, responsables de otros exitosos castings como el de Celda 211 o el de Primos. ¡°Son muy arriesgadas y muy hippies, no tienen prejuicios, salen a la calle a buscar, son unas visionarias muy valientes¡±, dice Rovira.
Me siento un poco como copito de nieve: El otro d¨ªa me sub¨ª en un avi¨®n de vuelta de ibiza y saltaron 15 flases antes de llegar a mi asiento
Le descubri¨® Leira por casualidad: ¡°Mi hijo R¨®mulo de 12 a?os era fan de ¨¦l y su abuelo iba a llevarlo al teatro pero se puso malo, as¨ª que fui yo con el ni?o. Cuando le vi sobre el escenario, c¨®mo transmit¨ªa, no tuve ninguna duda de que ten¨ªamos que trabajar con ¨¦l¡±. D¨ªas m¨¢s tarde, toda la c¨²pula de Telecinco ¨Cpatrocinadores de la pel¨ªcula¨C y de la productora La Zona tomaban sus asientos en el patio de butacas y lo confirmaban: hab¨ªan encontrado a Rafa.
Luego tuvo que desdoblarse para ser a ratos vasco y a ratos andaluz. Y vinieron las clases de acento euskald¨²n ¨Cel otro le viene de f¨¢brica¨C. Las grabaciones de voz en el iPhone y las repeticiones de las frases en casa hasta que pod¨ªa pasar por Antxon, ese joven de Zarautz o de Guetaria que finge ser el novio de Amaia ¨Cla actriz Clara Lago en la ficci¨®n¨C. Y con kilos de gomina sobre esos pelos largos bien estirados para atr¨¢s, luciendo caracolillos sobre la nuca, se convert¨ªa en Rafa, un sevillano de pro, con su gracejo, su polito rosa, su jersey por los hombros, sus mocasines/n¨¢uticos sin calcetines y su banda sonora de Los del R¨ªo y todo.
De esa guisa alcanz¨® la gloria en la ficci¨®n. En la realidad se trata de un malague?o ¡°mu sent¨ªo¡±, con miedo a perderse por los derroteros del ¨¦xito, que si tuviera que escribir un libro lo titular¨ªa Soledad y ovaci¨®n, en honor a la ¡°coraza de independencia¡± fabricada en esos d¨ªas y noches de hoteles de tercera y pensiones de pueblo como c¨®mico viajante solitario. Un buen tipo con pinta de buen tipo, al que de vez en cuando se le ve un poco el plumero de perroflauta y se le dispara un discursito de paz y amor: ¡°Me gustan las buenas noticias, las que no venden, el telediario me resulta agresivo, por eso leo el peri¨®dico y me dosifico la informaci¨®n sin que me la metan a empujones¡±. Por algo hizo tambi¨¦n sus pinitos en el programa de informaci¨®n en clave de s¨¢tira Estas no son las noticias de Cuatro.
Y hasta aqu¨ª la leyenda de Er Rovi que, si le pides que te cuente o que siga con un cuento, arranca potente: ¡°Total, que me la foll¨¦¡¡±
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