?A qui¨¦n se le ocurre?

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Gonz¨¢lez, es una persona que tiende a implicarse en proyectos improbables. El ¨²ltimo ha consistido en montar una pantalla gigante en la Real Casa de Correos (sede de la presidencia de la Comunidad) para reunir en la Puerta del Sol, durante la final de la Champions, a las aficiones del Real Madrid y del Atl¨¦tico de Madrid. La fiesta del f¨²tbol, dos equipos de la capital de Espa?a, ?qu¨¦ mejor ocasi¨®n de exhibir ese ¡°Madrid Comunidad Champions¡± que proclama la gran pancarta colgada en la fachada del edificio?

Los patrocinadores del invento no cayeron suficientemente en la cuenta de que mezclar a dos aficiones rivales en un mismo espacio, cuando sus equipos se disputan el m¨¢ximo trofeo europeo, no iba a ser un momento flem¨¢tico. Una cosa es montar pantallas gigantes en lugares p¨²blicos para seguir a La Roja; y otra, muy distinta, convocar a los forofos de los eternos rivales a enlazarse durante unas horas de alta tensi¨®n emocional.

D¨¢ndose cuenta del peligro y advertida por los propios clubes, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, se pregunt¨® en voz alta a qui¨¦n se le podr¨ªa ocurrir juntar a las aficiones del River y del Boca en la plaza de Mayo de Buenos Aires o a las del Arsenal y del Chelsea en una plaza londinense. Un portavoz de la Comunidad se hizo el ofendido por la comparaci¨®n entre aficiones ¡°m¨¢s violentas¡± y los ejemplares forofos madrile?os. La mayor¨ªa son correctos o afables, sin duda, pero es dif¨ªcil garantizar esos valores respecto de toda una hinchada deportiva, ultras incluidos, en situaciones excitadas.

Lo ¨²nico que hubiera faltado es un incidente; y adem¨¢s, en la v¨ªspera de las votaciones para las elecciones europeas. La historia ha terminado con la capitulaci¨®n del atrevido Gobierno de la Comunidad.

Hay quien ve en este episodio el en¨¦simo enfrentamiento interno del PP por la candidatura a la Comunidad de Madrid, es decir, por la pugna entre Cifuentes y Gonz¨¢lez. Si as¨ª fuera no parece dif¨ªcil decidir, de entre los dos, qui¨¦n es el arquetipo de gestor p¨²blico cuyas osadas iniciativas se le vuelven, justificadamente, como un bumer¨¢n.