?Apropi¨¦monos de Europa!
El reto es consolidar de manera urgente el car¨¢cter democr¨¢tico del proyecto
¡°Nunca es demasiado tarde para el coraje, si no ha sido demasiado pronto para el abatimiento¡±.George Steiner
¡®Millennials¡¯, nos llaman. Somos los que nacimos entre los a?os 80 y principios de los 90, una generaci¨®n olvidada y ninguneada en el debate p¨²blico sobre la Uni¨®n Europea. Hasta ahora, claro. Nosotros venimos a romper esa tendencia con un grito generacional que reivindica que el futuro de Europa es nuestro y solo nuestro. ?Por qu¨¦? Porque nos toca gestionar un cambio de paradigma a nivel mundial sin precedentes en la historia, pero desde Europa.
Europa est¨¢ acerc¨¢ndose a un giro para el que todav¨ªa no estamos preparados. Nos hemos dado cuenta de que el Estado-naci¨®n europeo se nos ha quedado peque?o en este mundo global y multipolar. Nos toca vivir en esta otra orilla de la historia compitiendo con miles de millones de personas que se incorporan a una econom¨ªa globalizada y dispuestas a vivir con muchos menos derechos y mucho menos dinero que nosotros. Ahora sabemos que las clases medias europeas tienen todas las papeletas para salir perdiendo del proceso de globalizaci¨®n. Nos lo repiten insistentemente: asumidlo, ¡°vivir¨¦is peor que vuestros padres¡±. Frente a la complejidad de los retos globales y a la desesperanza emitimos un grito claro: no nos conformamos.
La desconfianza hacia una UE que sigue sin dar respuestas ha aumentado espectacularmente, pero la lectura que se hace es err¨®nea: la juventud no es euroesc¨¦ptica. Globalmente, la juventud es europe¨ªsta cr¨ªtica. La nuestra es ya la primera generaci¨®n europeizada. La franja de edad que comprende a los que tenemos entre 18 y 35 a?os est¨¢ marcada por la internacionalizaci¨®n y el cosmopolitismo de los procesos de socializaci¨®n y las herramientas con las que hemos crecido: desde la red de amigos que trabajan ¡°fuera¡± a los que han podido estudiar en otro pa¨ªs; pasando por la normalizaci¨®n de la filosof¨ªa low-cost, aplicada tanto al trabajo (precario y exiguo) o a los viajes, realizados ya sin pasaportes ni limitaciones administrativas.
Queremos que el ciudadano tome el papel central que le corresponde
El europe¨ªsmo cr¨ªtico exige un cambio de ritmos. De lo que se trata ya no es de construir Europa, sino de apropiarse de ella. Somos una generaci¨®n que escucha incr¨¦dula y algo avergonzada c¨®mo el debate sobre el futuro de este continente sigue girando alrededor del ¡°inter¨¦s o no¡± de construir un futuro juntos, y no sobre ponerla en consonancia con nuestra realidad diaria y con los problemas con los que lidiamos. El reto es consolidar de manera urgente el car¨¢cter democr¨¢tico de un proyecto que sigue demasiado ensimismado en sus faccionalismos. Necesitamos mejorarlo, vernos representados en ¨¦l, hacer que funcione y que d¨¦ soluciones.
Por eso pedimos de manera incansable que los partidos, los medios y las redes educativas nos hablen de pol¨ªtica exterior, de empleo, de elusi¨®n fiscal, de inmigraci¨®n o de sistemas de gobernabilidad econ¨®mica. Europa interesa. Queremos saber qu¨¦ visi¨®n tienen nuestros representantes sobre temas centrales como las dotaciones de las becas Erasmus, la armonizaci¨®n fiscal, los acuerdos comerciales y la movilidad en Europa. Queremos saber qu¨¦ ocurrir¨¢ con la libertad de circulaci¨®n o el sistema de transferencia de pensiones y derechos sociales para ciudadanos que residen en otro Estado miembro. Queremos saber cu¨¢ndo se unificar¨¢n los criterios para crear empresas indiferentemente de lo que diga el pasaporte. Queremos preguntarles a nuestros eurodiputados qu¨¦ plantean en materia de futuro energ¨¦tico. Queremos saber c¨®mo nos afectar¨¢ la uni¨®n bancaria o por qu¨¦ seguimos teniendo una Uni¨®n Europea que dispone de un bochornoso presupuesto que no alcanza un 1% del PIB continental.
En los ¨²ltimos ocho meses una veintena de j¨®venes nos hemos reunido bajo el paraguas de Con Copia a Europa (cceuropa.net) para demostrar que debatir sobre Europa s¨ª es posible y s¨ª interesa. Lo hemos hecho sin m¨¢s financiaci¨®n que la de nuestros bolsillos y sin afiliaci¨®n institucional, partidista o empresarial. Contamos con j¨®venes de los cuatro grandes partidos nacionales. Muchos otros no estamos en partidos, somos universitarios, aut¨®nomos o profesionales. Desde que naci¨®, Con Copia a Europa ha perseguido ir al encuentro de nuestra gente, la que ha crecido bajo esa misma bandera, para apropiarnos juntos del debate europeo.
?Os acord¨¢is de la Transici¨®n? Nosotros tampoco. Por eso, igual que nuestros padres conquistaron la democracia en la Carrera de San Jer¨®nimo, nosotros queremos conquistarla en las instituciones europeas en Bruselas.
Frente a la evidente nacionalizaci¨®n del debate europeo, hemos querido apostar por el europe¨ªsmo cr¨ªtico, por una mejor Europa traducida en mayor legitimidad, exigiendo innovaciones democr¨¢ticas que faciliten la participaci¨®n y mejoren la representatividad. Queremos que el ciudadano tome el papel central que le corresponde, superando el manido mantra de m¨¢s Europa, que aboga por m¨¢s integraci¨®n pero, en demasiadas ocasiones, de forma tecnocr¨¢tica y poco participativa. Esta es nuestra peque?a contribuci¨®n al debate. Y trabajaremos para que a partir del d¨ªa 25, no sea la ¨²ltima.
Javier Garc¨ªa Toni es investigador en ESADEgeo y Hugo Cuello, polit¨®logo y analista especializado en Europa. Firman esta tribuna junto al resto de integrantes de la plataforma Con Copia a Europa.
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