Confesiones ¨ªntimas de una 'sex blogger'

Cosas buenas de la crisis: el florecimiento de Venus O¡¯Hara. La agente inmobiliaria de viviendas de lujo, tras ver c¨®mo su econom¨ªa se truncaba con el boom de la burbuja, decidi¨® reinventarse en actriz, modelo, escritora y mensajera del fetish (devoci¨®n sexual hacia objetos materiales o partes concretas del cuerpo), disciplina que descubri¨® tras leer La venus de las pieles, de Sacher-Mashoc. No fue un camino sencillo, como retrata en su reci¨¦n publicada obra La m¨¢scara de Venus (Planeta), las memorias de su iniciaci¨®n en un universo sexual fascinante: o de c¨®mo una t¨ªmida muchacha cat¨®lica inglesa de acomplejada piel blanqu¨ªsima se desvirga, descubre el placer de la dominaci¨®n en Francia, viaja a Espa?a en busca de la fascinaci¨®n por los hombres latinos y, ?voil¨¤!, se convierte en la bloguera de sexo m¨¢s importante de Espa?a ("Bueno, eso dice mi editor¡­ Hicieron una encuesta en Espa?a. Luego, qued¨¦ n¨²mero dos en un ranking internacional¡­¡±). Venus O¡¯Hara, autora, tambi¨¦n, de Ingl¨¦s para pervertidos, colaboradora con El Pa¨ªs, Primera L¨ªnea o GQ. Para ICON se quita el antifaz, pero sigue blandiendo la fusta.

Pregunta: ?Este libro es TODO autobiogr¨¢fico?

Respuesta: S¨ª, s¨ª. Solo he cambiado lugares y nombres.

P: ?Tambi¨¦n lo de que estuvo un a?o sin sexo?

R. S¨ª, es que para las chicas las primeras veces son m¨¢s importantes que para los hombres.

P. ?Y lo de tener sexo en la capilla del instituto?

R. Claro, es que viv¨ªa con mis padres y no ten¨ªa coche. No fue por morbo.

P. ?Fue un polvo, digamos, celestial?

R. Algo as¨ª, porque yo soy cat¨®lica y ese es uno de los mejores afrodis¨ªacos que existe.

P. ?Repiti¨®?

R. No, ahora me dar¨ªa m¨¢s corte. Soy m¨¢s respetuosa.

P. En el libro no se habla de la relaci¨®n con ning¨²n periodista, ?nadie de esta profesi¨®n le ha tirado los trastos?

R. La historia de las memorias termina hace cinco a?os. Si va bien, lo contar¨¦ en una segunda parte.

P. ?Su educaci¨®n sentimental ha sido satisfactoria?

R. No. Ha sido de una frustraci¨®n total. Ten¨ªa mucha libido y poca inspiraci¨®n. Es una combinaci¨®n peligrosa, porque no es sencillo encontrar un c¨®mplice sexual adecuado un s¨¢bado por la noche en una discoteca.

P. Dice tener un esclavo, ?tiene n¨®mina o a ¨¦l tambi¨¦n le ha afectado un ERE?

R. No, qu¨¦ va, no hay dinero. Todo se paga con amor.

P. ?Qu¨¦ hace? ?Elige su ropa interior?

R. No. Me apoya cada d¨ªa, que es lo que todos queremos. No es un novio porque yo soy muy caprichosa. No s¨¦ si me entiende¡­

P. Pues no, la verdad.

R. Yo es que divido mi vida entre la parte f¨ªsica y la parte sentimental.

P. Las ¨²ltimas entradas de su blog son casi todas cr¨ªticas de vibradores. ?Cansa demasiado usarlos?

R. ?No, qu¨¦ va, es genial! Es muy divertido. En Inglaterra existe, desde hace tiempo, mucha variedad en este tipo de art¨ªculos, pero aqu¨ª no. Con la crisis, cada vez se usan m¨¢s.

P. ?Y eso?

R. Como la gente no tiene dinero para salir a cenar, prefiere gast¨¢rselo en estos objetos.

P. Tambi¨¦n hablas de las bolas chinas de la marca 50 sombras de Grey¡­

R. ?Uauh! Son una pasada. Hasta entonces solo hab¨ªa probado las de 106 gramos, y ests pesan 200.

P. Le gusta el atrezo, le apasiona la infidelidad¡­

R. Me intriga el esc¨¢ndalo: en Espa?a hay mucha gente que lleva una doble vida. La infidelidad es tolerada.

P. ?Cree que tenemos tiempo para practicarla?

R. Hay tiempo para todo. En Madrid, por ejemplo, no s¨¦ cu¨¢ndo duerme la gente.

P. Otra pelirroja, Alyson Eckmann, estadounidense, tambi¨¦n es experta en sexo: ?tan mal se nos da a los espa?oles que ten¨¦is que venir las guiris a decirnos c¨®mo hacerlo?

R. El sexo aqu¨ª es muy cl¨¢sico: beso, m¨¢s caricia, m¨¢s sexo oral opcional y meterla.

P. Lo que t¨² llamas ¡°el sexo vainilla¡±¡­

R. S¨ª. Hacer que un hombre espa?ol salga de esta f¨®rmula es muy dif¨ªcil: no quieren saber nada de juguetes.

P. Y las mujeres espa?olas, ?c¨®mo son?

R. Hay muchas sorpresas. Aunque hay de todo y estoy generalizando, muchas mujeres espa?olas no comunican lo que quieren o no conocen su cuerpo. Saber darse un orgasmo y tocarse no es lo mismo.

P. Cena con amigos: ?le preguntan muchas cosas?

R. ?Much¨ªsimas!

P. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s habitual?

R. Los hombres siempre quieren saber c¨®mo no cansarse al hacer el amor.

P. ?Y lo m¨¢s raro que te han preguntado?

R. M¨¢s que preguntar, son las propuestas que me hacen. Una vez escrib¨ª una entrada en mi blog de El Pa¨ªs sobre pegging (sexo anal con penes de pl¨¢stico). ?Y no veas la cantidad de hombres que me han pedido que les penetre!

P. Otra de las cosas que le encanta es el sploshing¡­

R. S¨ª, las guerras de lanzamiento de dulces. A ver si organizo una pronto.

P. ?Suele hacer sesiones en grupo?

R. No, soy muy t¨ªmida cuando estoy con gente. Nunca voy a fiestas de sado o clubs de intercambio.

P. Estudi¨® Bellas Artes. ?Incluir¨ªas una asignatura de fetish en la carrera?

R. Tal vez. El festish es muy importante para la imagen que las mujeres tenemos de nosotras mismas, con respecto al mainstream. De cualquier atributo f¨ªsico, y no siempre de los que se consideran bellos, hay un fetish: piel de gallina, delantales, fumar, celulitis¡­

P. Tiene hasta 55 entradas de pr¨¢cticas fetichistas en su blog persona. ?Las ha probado todas?

R. S¨ª, pero desde un punto de vista est¨¦tico.

P. ?Y cu¨¢l recomendar¨ªa para un novato?

El antifaz. Es el primer paso.

P. Hablemos de tama?o: las encuestas dicen que los ingleses la tienen m¨¢s grande. ?Confirma o desmiente?

R. Confirmo. Los condones all¨ª son m¨¢s grandes.

P. Y que, sin embargo, los franceses o los espa?oles son mejores amantes¡­

R. No he estado con muchos hombres de un mismo pa¨ªs, pero los que para m¨ª son diferentes son los sudamericanos.

P. ?Y eso?

R. La tienen m¨¢s peque?a, pero lo que importa no es el tama?o, es la dureza. Y ellos la tienen m¨¢s dura porque comen mucho aguacate¡­ por si os sirve como consejo.