Especialmente indignante

Estoy tan indignado con este caso de corrupci¨®n que, la verdad, no s¨¦ por d¨®nde empezar. Acabo de leer en EL PA?S el art¨ªculo referente a la condena, a ocho a?os de c¨¢rcel, de Rafael Blasco, pol¨ªtico del Partido Popular en la Comunidad Valenciana, al que han condenado por apoderarse del dinero que iba dirigido a paliar la pobreza y el sufrimiento de los que menos tienen y m¨¢s lo necesitan. Un dinero que hab¨ªa destinado la Generalitat para proyectos de desarrollo en Am¨¦rica Latina, Asia y ?frica, ?se puede caer m¨¢s bajo?, ?se puede ser mas mezquino?, ?tanto necesitaba el dinero como para quit¨¢rselo a los que carecen de todo?, ?c¨®mo es posible que este tipo de personas est¨¦n entre los que dirigen nuestra pol¨ªtica?

Y por lo visto, no es la primera vez que Blasco se ve envuelto en un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n. Hace ya a?os fue depuesto por el presidente Lerma por un asunto del que se libr¨® porque fueron anuladas unas escuchas telef¨®nicas.

Y una vez m¨¢s, la justicia es muy blanda con estos delitos. La condena a ocho a?os de los que, como mucho, cumplir¨¢ ¡ªsi es que llega a entrar en prisi¨®n¡ª dos o tres no me parece en absoluto una condena disuasoria. ?D¨®nde est¨¢ el dinero que nunca lleg¨® a su destino? Lo que me parece prioritario, sobre todo en este caso, es la devoluci¨®n ¨ªntegra del dinero sustra¨ªdo y que pueda llegar, aunque tarde, a la cooperaci¨®n solidaria a la que fue originalmente destinado.¡ª Juan Antonio Melero.