El ¨²ltimo pase¨ªllo del Rey
Don Juan Carlos, conocedor de la fiesta de los toros, recibe la ovaci¨®n general de la afici¨®n taurina en la corrida de la Beneficencia en Las Ventas
¡°Ya estamos todos¡±, dijo alguien, se hizo un silencio de iglesia durante un nanosegundo y, acto seguido, la banda acometi¨® su pinturera versi¨®n del himno nacional, ahogada de la primera a la ¨²ltima nota por la ovaci¨®n general de la plaza. A pie derecho, el pecho hinchado de emoci¨®n indisimulada, con el bast¨®n que le acompa?a a su pesar desde hace dos a?os, y la corbata verde esperanza que no se ha quitado desde que el lunes anunciara su renuncia al trono, Juan Carlos de Borb¨®n se dispon¨ªa a emprender, acodado en el palco real, su ¨²ltimo pase¨ªllo como Rey de Espa?a en la plaza de toros de Las Ventas. No sali¨® por la puerta grande porque no toreaba. Pero desde luego nadie, all¨ª y entonces, le agu¨® al soberano su tarde de gloria en el delicado momento de cortarse la coleta.
Ni siquiera el vasco Iv¨¢n Fandi?o, segundo matador del cartel, que, a diferencia de El Juli y Talavante, no estim¨® oportuno brindarle la muerte de ninguno de sus dos toros al Monarca saliente. ¡°No tiene obligaci¨®n¡±, argumentaban los aficionados del tendido 10, encantados con la presencia del Rey. ¡°Ser¨¢ simpatizante de Podemos¡±, apuntaba otro ingenioso ante el regocijo de sus vecinos de abono. Alg¨²n ¡°Viva el Rey¡± aislado, neutraliz¨® no obstante la omisi¨®n del diestro. Ni siquiera los habitualmente hipercr¨ªticos, levantiscos y descarados aficionados del tendido 7, c¨¦lebres por no callarse ni una y que protestaron a base de bien las incidencias de la corrida, tuvieron m¨¢s que aplausos y cortes¨ªas con el aficionado don Juan Carlos.
¡°Fuera del palco¡±, llegaron a gritar en alg¨²n momento los contestones, pero se refer¨ªan a Julio Mart¨ªnez, inspector de polic¨ªa y presidente del festejo, que, seg¨²n su docta opini¨®n, le regal¨® su primera oreja a El Juli. Don Juan Carlos parec¨ªa divertido en su silla. Conoce bien el pa?o. Por eso, entre otras cosas, recibi¨® el respeto un¨¢nime de la plaza. ¡°Soy republicana, pero ni es el momento ni el lugar para ponerle una pega al Rey. Aqu¨ª, es un aficionado m¨¢s. El mejor de su familia, con su hija la infanta Elena, que tanto apoya la fiesta. Veremos si Felipe y Letizia vienen tanto¡±, dec¨ªa una abonada, alivi¨¢ndose de la solanera con el paipay gentileza del bingo Roma que recib¨ªan las se?oras a su entrada al coso. Las almohadillas, sin embargo, se cotizaban a 1,20 euros de las monedas con la efigie del monarca saliente.
Mientras se despeja esa duda, basada en el hecho cierto de que a los futuros Reyes hace la friolera de diez a?os que no se les ve en el palco, desde una de aquellas dulces y primeras tardes cercanas al anuncio de su boda, el Rey parec¨ªa disfrutar de la corrida a ratos. Como el resto de aficionados en los tendidos. A su vera, estallando las costuras de sus respectivos trajes por la satisfacci¨®n de estar en el sitio oportuno, en el momento oportuno, haciendo historia, Ignacio Gonz¨¢lez, Ana Botella y Cristina Cifuentes, presidente, alcaldesa de Madrid y delegada del Gobierno, respectivamente, por ser la comunidad aut¨®noma la anfitriona del evento. A la izquierda del Monarca, un ufan¨ªsimo Jos¨¦ Ignacio Wert, titular de Cultura en acto de servicio acompa?ando al Rey como ministro del ramo, comentaba los lances de la lidia con Su Majestad. Los aficionados del tendido 10, la nata montada de la sociedad madrile?a, no recordaban haberle visto en otra corrida.
De lo que ocurr¨ªa en el redondel se da cumplida cuenta en otras p¨¢ginas, pero el personal que abarrotaba las barreras, tendidos, gradas y andanadas de Las Ventas se fue m¨¢s contento que unas Pascuas, con la sensaci¨®n de haber asistido a un acontecimiento ¨²nico. La retirada de una figura hist¨®rica. Rompepuertas, Corneta, Cumbrealta, Herrerito, Peluc¨®n y Barbazul, los astados de la tarde, ya no lo cuentan. Si el rey Felipe VI y la reina Letizia devienen en aficionados por patriotismo es a¨²n una inc¨®gnita. Puede que el adivino Rappel, presente en el coso, tenga una teor¨ªa al respecto.
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