El miedo a conocer

Esta semana se cumpli¨® el 25? aniversario de las protestas que tuvieron lugar en la plaza de Tiananmen. Con motivo de ello, se nos ha dicho que all¨ª, en China, desde entonces, se trat¨® de esconder ese hecho, de tal manera que a los menores de 25 a?os no se les ha explicado nunca ese suceso en el colegio, ni se ha informado sobre ¨¦l en los diferentes medios de comunicaci¨®n.

Ante ello, en nuestro mundo, oigo opiniones de contertulios, periodistas, y gente de la calle que se echan las manos a la cabeza, pregunt¨¢ndose c¨®mo es posible que un Gobierno pueda ocultar de tal manera el pasado reciente, un hecho hist¨®rico tan trascendental como aqu¨¦l, a su poblaci¨®n. Y yo me sorprendo, pues a su vez se trata de los mismos que se hicieron eco de aquella opini¨®n que, con ocasi¨®n del debate sobre la memoria hist¨®rica en Espa?a, sol¨ªan defender que ¡°el pasado es mejor no removerlo¡±.

No s¨¦ en qu¨¦ momento ni qui¨¦n exactamente logr¨® instaurarnos el miedo a conocer, a saber, a entender mejor las cosas, nuestro pasado, los errores que cometimos como pa¨ªs, como sociedad. Fomentar el desconocimiento, ponerse la venda en los ojos, es el mejor camino para desembocar en una sociedad infantilmente miedosa a enfrentarse a la evidencia, que caer¨¢ y recaer¨¢ eternamente en los mismos errores que cometieron sus ancestros.¡ª Eduardo Parody Durio.