Efectos especiales
Un oportuno cambio estad¨ªstico permitir¨¢ al Gobierno cumplir con sus objetivos de d¨¦ficit y reducir la deuda p¨²blica
El Gobierno cumplir¨¢ con holgura el objetivo de d¨¦ficit p¨²blico de este a?o (5,5%), y previsiblemente del pr¨®ximo ejercicio (4,6%), y reducir¨¢ el porcentaje de deuda p¨²blica en relaci¨®n con el producto interior bruto (que hasta ahora ha sido imparablemente creciente), no por un esfuerzo continuado de su acci¨®n pol¨ªtica, sino por un oportun¨ªsimo cambio estad¨ªstico que, al parecer, llega de Europa.
A partir de septiembre, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) incorporar¨¢ al PIB (todo lo que produce un pa¨ªs en un a?o) los datos relacionados con las armas, las drogas y la prostituci¨®n, y ha calculado que ello supondr¨¢ unos 45.000 millones de euros anuales, un 4,5% del total. Como autom¨¢ticamente aumenta el numerador de la divisi¨®n, el porcentaje de d¨¦ficit y de deuda se reducir¨¢. Cuando cambie esta metodolog¨ªa, habr¨¢ de explicar bien el INE sus c¨¢lculos (para evitar cualquier sospecha mal¨¦vola a favor del Gobierno) y dar una perspectiva comparada de cu¨¢nto suponen los nuevos sectores en relaci¨®n con los pa¨ªses de nuestro entorno.
?Cu¨¢nto suponen las armas, las drogas y la prostituci¨®n en el PIB de otros pa¨ªses europeos?
A los cambios estad¨ªsticos se le unen las lecturas interesadas cuando se pretende hacer de los datos de la coyuntura una especie de pel¨ªcula china repleta de efectos especiales. La Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas), con su tradicional solidez cient¨ªfica, acaba de actualizar al alza las previsiones de crecimiento de la econom¨ªa espa?ola y ha dicho que entre este a?o y el pr¨®ximo el paro disminuir¨¢ en un mill¨®n de personas. Pero tambi¨¦n ha aclarado que este dato se descompone en dos: dos terceras partes del mismo (unas 700.000 personas) corresponden a la reducci¨®n de la poblaci¨®n activa (desanimados, emigrantes, jubilados...) y solo 300.000 se corresponden con la creaci¨®n de empleo. Y, sin embargo, el ¨¦nfasis torticero en algunos responsables pol¨ªticos ha estado en el mill¨®n, no en los 300.000.
Cambios estad¨ªsticos, lecturas interesadas, presentaciones artificiosas. En abril del pasado a?o, al finalizar un Consejo de Ministros, comparecieron con cara compungida y desmoralizada la vicepresidenta del Gobierno y el ministro de Econom¨ªa, para presentar un programa de estabilidad 2013-2016 que reduc¨ªa las previsiones de crecimiento y daba una cifra de paro para el final de la legislatura superior a la que hab¨ªa en el pa¨ªs cuando los socialistas dejaron La Moncloa.
Esa tristeza dur¨® un segundo. A partir del minuto siguiente se comenz¨® a preparar a la opini¨®n p¨²blica para demostrarle que se hab¨ªa tocado fondo y que se combat¨ªan las propias previsiones; que cualquier peque?a mejora, publicitada con un gran efecto multiplicador, ser¨ªa atribuible a la gesti¨®n del Gobierno y a sus recortes (que en el neolenguaje instalado desde el principio se denominaban reformas); y que estando las cosas tan mal, el Ejecutivo necesitaba un margen de maniobra mayor para adoptar medidas impopulares pero imprescindibles, como, por ejemplo, prorrogar la subida ¡°temporal¡± del IRPF, en contra de lo prometido.?
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