John Galliano se confiesa ante el psiquiatra
El dise?ador da un paso en su proceso de reinserci¨®n compartiendo en una entrevista sus avances en el tratamiento para recuperarse del alcohol y las drogas y sus traumas de infancia
La ¨²nica pregunta que importa sobre el futuro profesional de John Galliano sigue siendo la misma: ?lograr¨¢ el perd¨®n de la opini¨®n p¨²blica? Hasta que no exista una respuesta claramente favorable, parece condenado a seguir viviendo de rodillas y reclamando su perd¨®n cada vez que ocupa titulares.
En esta ocasi¨®n, lo ha lanzado desde el semanario franc¨¦s Le Point, donde se ha publicado una entrevista que mantuvo con el neuropsiquiatra Boris Cyrulnik destinada a ponderar lo que ha aprendido el dise?ador desde aquel infausto d¨ªa de 2011 en que un v¨ªdeo donde profer¨ªa insultos racistas ebrio en un caf¨¦ en Par¨ªs le valiera el despido fulminante de Dior. ¡°He perdido, pero tambi¨¦n he ganado mucho. Soy una persona creativa, y eso es algo que nadie me puede quitar. Se me ha dicho que comet¨ª un suicidio profesional porque era la ¨²nica manera de escapar de las terribles presiones a las que me enfrentaba¡±, declaraba el gibraltare?o al ser preguntado si sent¨ªa que su castigo est¨¢ siendo demasiado severo.
El cara a cara ten¨ªa que ver m¨¢s con un examen psicol¨®gico que con la cl¨¢sica entrevista para la prensa. Cyrulnik, que es jud¨ªo y perdi¨® a sus padres en un campo de concentraci¨®n, es uno de los desarrolladores de la psicolog¨ªa de la resilencia, o c¨®mo renacer del sufrimiento. El terapeuta apuntaba que el tipo de pensamientos suicidas expresados por el creador tienen mucho m¨¢s que ver con los deseos de acabar con algo para empezar de cero que con un impulso real de autodestruirse. El encuentro formaba parte de su proceso de rehabilitaci¨®n, que comenz¨® en la cl¨ªnica Meadows de Arizona y hoy incluye tres citas semanales con la psicoterapeuta especializada en adicciones Marie de Noailles. ¡°En estos tres a?os he vivido un viaje incre¨ªble, plantando cara a mis demonios: la droga y el alcohol. He superado el programa. Estoy rehabilitado¡±.
En este tr¨¢nsito de estrella a estrellado, Galliano ha encontrado algo que ni todo el dinero, la fama y el poder pudieron otorgarle a lo largo de tres d¨¦cadas: tiempo. Tiempo para reflexionar y extraer conclusiones sobre en qu¨¦ le hab¨ªa convertido el monstruo del ¨¦xito. Recordaba ante su interlocutor: ¡°Ahora entiendo mejor mi juventud. He descubierto que fui maltratado por mi padre, que fui acosado en el colegio por ser gay. Esta era mi realidad, y no ten¨ªa forma de escapar de ella. Por eso invent¨¦ un sofisticado mundo imaginario, esa fue mi defensa¡±. Un mundo en el que su temprana automedicaci¨®n dar¨ªa paso a una posterior adicci¨®n que ¨¦l atribuye a la presi¨®n que sent¨ªa al frente de la casa Dior. La muerte en 2007 de su amigo ¨ªntimo y mano derecha Steven Robinson por sobredosis de coca¨ªna le sumergi¨® en una espiral de trabajo y enganches, seg¨²n ¨¦l mismo ha justificado.
Comet¨ª un suicidio profesional porque era la ¨²nica manera de escapar de las terribles presiones a las que me enfrentaba"
¡°Aquel episodio en el caf¨¦ La Perle de Par¨ªs respond¨ªa a un mecanismo de autodefensa. Un patr¨®n que hab¨ªa repetido desde adolescente y que se hab¨ªa agravado con la mezcla de drogas y alcohol. El 24 de febrero de 2011 [cuando fue grabado] ya no era yo mismo. Dije las cosas m¨¢s insoportables y horribles¡±. Recuerden: el ¡°I love Hitler¡± y dem¨¢s dislates.
El insulto le vali¨® una multa de 6.000 euros. Una cantidad insignificante ante los seis millones que se le estimaba en ingresos anuales. Tras la tormenta medi¨¢tica y el despido, descubri¨® que se hab¨ªa quedado pr¨¢cticamente solo. Algo que, por otra parte, ya le hab¨ªa asaltado en la solitaria cima. Lo revelaba en una entrevista con Charlie Rose emitida en junio del a?o pasado. El presentador estadounidense le preguntaba: ¡°?Qu¨¦ pensaste cuando supiste que Alexander McQueen se hab¨ªa suicidado?¡±. Tras un titubeo y un silencio, respond¨ªa: ¡°Lo entend¨ª. Entend¨ªa esa soledad, ese dolor¡±. Y cuando el presentador le ped¨ªa que explicara su ca¨ªda, respond¨ªa: ¡°Estoy tan agradecido de estar vivo. Y no por lo que ha pasado; pero gracias a lo que ha pasado he podido pasar tiempo centrado en m¨ª mismo, entendiendo la diferencia entre emociones y sentimientos y como puedo cambiar eso. Antes, si estaba triste o enfadado me duraba cuatro o cinco d¨ªas, ahora s¨¦ que puedo evitarlo. Hab¨ªa ca¨ªdo en una bancarrota emocional, espiritual, f¨ªsica y mental. Hac¨ªa 32 colecciones al a?o entre Dior y mi propia marca. Tomaba Valium para frenar los temblores y as¨ª poder realizar las pruebas de ropa a las modelos, y p¨ªldoras para poder conciliar despu¨¦s el sue?o. Mi vida se hab¨ªa convertido en algo inmanejable. Estoy intentando cambiar. He hecho da?o a mucha gente y necesito llegar hasta ellos. Espero que mi expiaci¨®n sirva para encontrar una segunda oportunidad¡±.
Ni la eterna complicidad con Anna Wintour, ni el haberle hecho el vestido de novia a Kate Moss, ni siquiera una at¨ªpica pasant¨ªa junto al intachable Oscar de la Renta lograron reinsertarle en el mundo al que nunca dejar¨¢ de pertenecer. Consciente del peso de su estigma, est¨¢ aprendiendo a moverse fuera del terreno de las casas de la alta costura. El verano pasado creaba el vestuario para el montaje londinense comandado por Stephen Fry de La importancia de llamarse Ernesto, y a finales de mayo la cadena de perfumer¨ªas L¡¯Etoile, la mayor de Rusia, confirm¨® su fichaje como consultor. Se dedicar¨¢ a generar im¨¢genes que sirvan para promocionar la cadena y al desarrollo de la firma cosm¨¦tica propia de la compa?¨ªa. Es su primer contrato fijo desde aquel ¡°suicidio profesional¡±. Un primer paso de gigante con el que retornar definitivamente a la vida. Lo proclama ¨¦l mismo: ¡°Mi mejor colecci¨®n est¨¢ a¨²n por llegar, el nuevo Galliano ser¨¢ m¨¢s grande y m¨¢s fuerte¡±.
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