Algunas pistas para evaluar la reforma fiscal
Esta ma?ana se discute en el Consejo de Ministros la reforma fiscal anunciada por Crist¨®bal Montoro hace unos meses. Las razones para la reforma no escasean: Espa?a cuenta con un sistema fiscal complejo e injusto, oneroso con las clases medias y las empresas m¨¢s peque?as, y con una menguante capacidad de control. En un pa¨ªs acogotado por necesidades crecientes de liquidez (crisis social y pago de la deuda, en el orden en el que su ideolog¨ªa prefiera) instituciones y expertos de todo pelaje llevan recomendando durante a?os una reforma integral que aborde cada uno de estos aspectos y garantice una gesti¨®n eficaz y justa del principal cord¨®n umbilical que une a los ciudadanos con su Estado. Desde el punto de vista de la lucha contra la pobreza dentro y fuera de nuestro pa¨ªs, se trata posiblemente del debate m¨¢s importante de este a?o.
Lamentablemente, todo indica que lo que hoy se presenta persigue los objetivos equivocados. Como recordaba antes de ayer en su columna Xavier Vidal-Folch, las declaraciones del Gobierno sugieren un "giro electoralista" en el que hoy se propone una peque?a rebaja con la esperanza de que eche tierra sobre los incrementos hist¨®ricos de impuestos que han tenido lugar en los ¨²ltimos a?os. E incluso una verdadera rebaja deber¨ªa ser detenidamente analizada. La cuesti¨®n no es tanto disminuir la carga fiscal (Espa?a est¨¢ hoy a m¨¢s de cinco puntos de la media de la UE), como adecuarla a las verdaderas capacidades de los contribuyentes. No olviden que las familias espa?olas (las de clase media, no las grandes fortunas) soportamos un 90% de la carga fiscal total, as¨ª que algunos merecen m¨¢s reforma que otros.
Tendremos que esperar a conocer el texto que hoy se propone y la lectura que los expertos hagan de ¨¦l, pero la prueba del nueve vendr¨¢ determinada por tres variables fundamentales:
La equidad: El debate sobre tramos, imposici¨®n y, sobre todo, m¨ªnimos exentos es fundamental, pero tambi¨¦n lo es la profunda injusticia que esconde el fraude fiscal. La Organizaci¨®n de Inspectores de Hacienda del Estado present¨® recientemente un volumen de m¨¢s de 300 p¨¢ginas en el que se indican negro sobre blanco las principales prioridades en la lucha contra el fraude: desde la limitaci¨®n de la econom¨ªa sumergida hasta la pedagog¨ªa social activa, pasando por lareforma de las normas que permiten la elusi¨®n de impuestos a trav¨¦s de un ejercicio de ilusionismo financiero. Y en todos los casos la respuesta pasa por reforzar la capacidad de control y la independencia de la Agencia Tributaria, una instituci¨®n que ha conocido tiempos mucho mejores. Cualquier propuesta que esquive estas reclamaciones deber¨¢ venir acompa?ada de una buena explicaci¨®n.
La transparencia: La complejidad y opacidad del sistema fiscal es una invitaci¨®n directa al fraude y la elusi¨®n, adem¨¢s de una carga injusta para los contribuyentes m¨¢s peque?os. La ONG Oxfam Interm¨®n recordaba hace unos d¨ªas la pl¨¦tora de mecanismos a los que se agarran las grandes empresas para reducir su tipo efectivo a una d¨¦cima parte del nominal (3,5% frente al 30%). Las falsas SICAV se han convertido en un sumidero fiscal para las grandes fortunas. Hacer el sistema fiscal m¨¢s justo tambi¨¦n es hacerlo m¨¢s simple y m¨¢s transparente, empezando por la obligaci¨®n de dar cuentas de los impuestos que paga cada uno y porqu¨¦ motivos.
La iniciativa en el ¨¢mbito internacional: Buena parte de esta batalla se juega fuera de casa. Las empresas e individuos con operaciones en el exterior y capacidad para hacer circular su dinero se aprovechan de mecanismos y omisioneslegales y de desajustes entre los distintos sistemas fiscales de cada pa¨ªs para reducir al m¨ªnimo su contribuci¨®n al fisco. Es un juego en el que el concepto de rep¨²blica bananera fiscal supera con mucho las fronteras del Caribe y alcanza a pa¨ªses de la propia UE. A pesar de ello, y mientras que en la OCDE se ha iniciado una verdadera batalla contra el abuso de la ley fiscal, Europa ha venido respondiendocon una exasperante lentitud, la misma que ha aplicado al establecimiento de herramientas impositivas transnacionales como la Tasa sobre Transacciones Financieras.La investigaci¨®n recientemente abierta por la Comisi¨®n en relaci¨®n con las sospechosas pr¨¢cticas de precios de transferencia seguidas en Irlanda, Luxemburgo y Holanda con determinadas multinacionales es un paso en la buena direcci¨®n.En cada uno de estos casos har¨¢ falta toda la iniciativa de la que los Estados y la Comisi¨®n puedan echar mano. Una vez m¨¢s, omitirla en el mensaje y el contenido de la reforma que se presente hoy ser¨ªa imperdonable.
Sobra decir que la pol¨ªtica fiscal es gasto, adem¨¢s de ingreso. Con todas sus limitaciones, la estructura impositiva es agua embotellada en comparaci¨®n con la bruma que envuelve al gasto y a sus prioridades pol¨ªticas en nuestro pa¨ªs. Pero eso es asunto de otra entrada. Por ahora sigamos de cerca esta reforma. Nos jugamos demasiado.
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