Ruido

No asist¨ª al desayuno con diamantes de Pablo Iglesias en el Ritz, donde el dirigente de Podemos afirm¨® que ETA tiene una explicaci¨®n pol¨ªtica. Tal era el titular de casi todos los peri¨®dicos, aunque cuesta admitir que una o dos horas de exposici¨®n se redujeran a eso. Adem¨¢s, d¨®nde est¨¢ la novedad: claro que se puede explicar ETA desde la pol¨ªtica. Y desde la psiquiatr¨ªa, la sociolog¨ªa, la historia, la literatura o el cine. Explicar un fen¨®meno no implica justificarlo. Y eso es lo que se ha intentado en general desde los medios: insinuar que Pablo Iglesias, a quien no tengo el gusto, estaba de acuerdo con el curr¨ªculo sangriento de la banda. Esperemos que no. Un psic¨®logo me explico un d¨ªa los cr¨ªmenes de El Arropiero y ni siquiera tuvo que aclarar que no los compart¨ªa.

No sabemos qu¨¦ habr¨ªa hecho Podemos de gobernar bajo la amenaza de ETA. Sabemos en cambio que el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, adem¨¢s de negociar con la banda, la combati¨® a base de terrorismo de Estado. Sabemos tambi¨¦n que el de Aznar se sent¨® a la mesa con los asesinos asegur¨¢ndoles, para empezar, que no pretend¨ªan derrotarlos. M¨¢s a¨²n: los halag¨® refiri¨¦ndose a ellos como un movimiento de liberaci¨®n nacional y puso en marcha beneficios penitenciarios que despu¨¦s neg¨®. Rodr¨ªguez Zapatero, por su parte, adem¨¢s de negociar, como los anteriores, cay¨® en la ingenuidad narcisista de creerlos acabados. A las 24 horas de asegurar que la cosa iba bien, le colocaron una bomba en la T-4.

La relevancia que se ha dado, pues, a la frase de Pablo Iglesias, adem¨¢s de constituir un modo de manipulaci¨®n notable, impidi¨® que nos enter¨¢ramos de qu¨¦ habl¨® realmente. La vida, hoy m¨¢s que nunca, parece un cuento relatado por un idiota, lleno de ruido y furia.