Las cinco claves de la reforma fiscal
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Por Francisco Javier Bra?a Pino, catedr¨¢tico de econom¨ªa aplicada de laUniversidad de Salamanca
Ftograma del v¨ªdeo #HaciendaNoSomosTodos
Las modificaciones fiscales que acaba de presentar el Gobierno constituyen un enrevesado galimat¨ªas con el que se cambian muchas cosas, pero cuyo impacto real tardaremos a?os en conocer. Estos cambios se recogen en cuatro anteproyectos de ley, referidos el primero al impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas y al impuesto sobre la renta de no residentes; el segundo al impuesto sobre sociedades; el tercero al impuesto sobre el valor a?adido, a los impuestos especiales y a la fiscalidad medioambiental; y el cuarto a la Ley General Tributaria.
El gobierno, en otro ejemplo m¨¢s de manipulaci¨®n informativa, como veremos, ha presentado los cambios fiscales como una revisi¨®n del sistema tributario para avanzar (sic) ¡°en t¨¦rminos de eficiencia, equidad y la neutralidad, sin dejar de atender al principio de suficiencia¡±, nada menos y nada m¨¢s. Pero una primera y escueta evaluaci¨®n de esos cambios nos deja una imagen bastante menos amable, en la que escondida bajo una supuesta rebaja del impuesto sobre la renta para los contribuyentes de menores ingresos, lo que aparece es:
- En primer lugar una reforma que no s¨®lo no hace m¨¢s sencillo el actual sistema fiscal, sino que lo hace m¨¢s complejo. En este punto es importante desmontar el mito, o el enga?o, de que la reducci¨®n de los tramos de la tarifa del impuesto sobre la renta supone una simplificaci¨®n del mismo. Como se deja claro en el libro reci¨¦n publicado, Qu¨¦ hacemos con los impuestos (www.quehacemos.org), del que soy coordinador y coautor, la facilidad de la declaraci¨®n no depende del n¨²mero de tramos, pero lo que s¨ª ocurre es que a menor n¨²mero de tramos mayores saltos se producen en los tipos marginales y se ajusta mucho peor la progresividad del impuesto a las rentas de los contribuyentes, cuando no se reduce de hecho la progresividad, como ocurre con esta reforma.
- En segundo lugar, si se cumplen las previsiones supone una p¨¦rdida de ingresos que la Actualizaci¨®n del Programa de Estabilidad 2014-2017 ha estimado en 7.000 millones de euros (en el impuesto sobre la renta 4.947 millones y en el impuesto sobre sociedades 2.000 millones), aunque el gobierno dice que, al contar los contribuyentes con m¨¢s renta disponible, el Producto Interior Bruto aumentar¨¢ un 0,55% en 2015-2016 (sic). Esta p¨¦rdida de ingresos es dif¨ªcil de entender cuando la reducci¨®n del d¨¦ficit de las Administraciones P¨²blicas para cumplir con las exigencias de la Comisi¨®n Europea supone que el gasto p¨²blico en vivienda, salud y educaci¨®n se va a recortar todav¨ªa m¨¢s y habr¨¢ que afrontar la factura creciente de los intereses de la deuda p¨²blica.
- En tercer lugar, la lucha contra el problema m¨¢s importante y dram¨¢tico del sistema fiscal espa?ol, el c¨¢ncer del fraude, se reduce a dos medidas supuestamente ¡°estrella¡±, publicar una lista de morosos y otra de para¨ªsos fiscales, el resto afectan a cuestiones t¨¦cnicas menores. De hecho, en 2014 el gobierno prev¨¦ recaudar 1.000 millones m¨¢s, pero nada en los dos a?os siguientes.
- En cuarto lugar, si en el impuesto sobre la renta se rebaja un poco a las rentas m¨¢s bajas y un mucho a las rentas m¨¢s altas, las rentas medias puede que acaben pagando m¨¢s, depender¨¢ de su situaci¨®n familiar. Si se a?ade la reducci¨®n en la tributaci¨®n del ahorro, los nuevos tratamientos favorables a las rentas del capital y la reducci¨®n en el tipo impositivo del impuesto de sociedades (pero manteniendo el tipo del 30% para la banca, para que pueda mantener los cr¨¦ditos fiscales por las p¨¦rdidas acumuladas, no porque tenga que devolver el esfuerzo que ha hecho por ella la sociedad, como arguye el gobierno), los grandes ganadores de esta reforma van a ser las rentas m¨¢s altas. Mientras que entre los perdedores est¨¢n las personas a las que despidan, que tendr¨¢n que pagar a partir de los 2.000 euros de indemnizaci¨®n por a?o trabajado (los que tengan un salario bruto anual por encima de 20.000 euros), los que alquilen una vivienda o los peque?os ahorradores. Sin olvidar que sube el IVA para la mayor¨ªa de productos sanitarios del 10 al 21%.
- Por ¨²ltimo, aunque no sea lo ¨²ltimo, aumenta los gastos fiscales, otro c¨¢ncer, valga como ejemplo que en vez de recuperar los recortes de gasto p¨²blico en la ley de dependencia o en las ayudas sociales, pol¨ªticas de gasto en las que se tiene en cuenta quienes son los que m¨¢s necesitan, se introducen nuevas deducciones fiscales que benefician s¨®lo a los que declaran y son poco transparentes y casi imposibles de evaluar.
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