Crimen en familia

La realidad es, a veces, como una mala ficci¨®n. Mal hilvanada, poblada de elementos absurdos, poco cre¨ªble. Y el asesinato de la multimillonaria monegasca H¨¦l¨¨ne Pastor, perpetrado el 6 de mayo a la entrada de un hospital de Niza, es un buen ejemplo de ello. Un crimen de encargo, ejecutado por delincuentes de poca monta y organizado por el hampa de Marsella a petici¨®n, seg¨²n confesi¨®n propia ante la polic¨ªa, de Wojciech Janowski, yerno de la v¨ªctima. Janowski pas¨® ayer viernes a disposici¨®n de un juez de Marsella, tras confesar su implicaci¨®n en el crimen de su suegra, cercado por los datos de una investigaci¨®n exhaustiva desarrollada durante las ¨²ltimas seis semanas por la polic¨ªa francesa y la monegasca.

La sombra de la mafia calabresa o del crimen organizado ruso plane¨® sobre un suceso que convulsion¨® a los ricos residentes del Principado, pero H¨¦l¨¨ne Pastor, de 77 a?os, ¨²ltima superviviente de la tercera generaci¨®n de los Pastor, herederos de una dinast¨ªa estrechamente ligada al desarrollo urban¨ªstico de M¨®naco, fue v¨ªctima de una venganza familiar.

El crimen se habr¨ªa gestado, seg¨²n la reconstrucci¨®n policial, entre las cuatro paredes del lujoso apartamento de M¨®naco de los Janowski, Wojciech, de 65 a?os, y Sylvia Ratkowski Pastor, de 53, hija mayor de la v¨ªctima. La detenci¨®n de ambos el pasado lunes ¡ªaunque Sylvia fue puesta en libertad sin cargos dos d¨ªas despu¨¦s¡ª, junto a una veintena de supuestos implicados en el caso, entre ellos los dos presuntos autores materiales del tiroteo, fue el ¨²ltimo golpe de efecto en un caso repleto de sorpresas. El fiscal de Marsella, Brice Robin, se?al¨® que las sospechas sobre el yerno de H¨¦l¨¨ne surgieron a partir de los ¡°flujos de dinero sospechosos registrados en sus cuentas bancarias¡±, supuestamente ligados a los intermediarios de la operaci¨®n.

?Qu¨¦ pudo llevar a un personaje como Wojciech Janowski, c¨®nsul honorario de Polonia en M¨®naco, al frente de una empresa puntera de nanotecnolog¨ªa, fil¨¢ntropo conocido y respetado por el todo M¨®naco, a organizar una operaci¨®n tan desastrosa? ?Por qu¨¦ se implic¨® hasta el punto de transferir cientos de miles de euros desde sus cuentas bancarias hasta las de los organizadores y perpetradores del crimen?

Los contactos con el hampa marsellesa los habr¨ªa establecido, al parecer, el entrenador personal del c¨®nsul honorario, a cambio de 200.000 euros, pero, a tenor de c¨®mo se desarroll¨® el trabajo, todo apunta a que hubo m¨¢s de un fallo en la elecci¨®n de los especialistas. Los presuntos autores materiales son dos delincuentes afincados en Marsella, Samine Sa?d Hamed, de 24 a?os, natural de las islas Comores, y Alhaire Hamadi, de 31 a?os, marsell¨¦s de origen comor¨¦s, ambos con antecedentes policiales. No se sabe qui¨¦n de los dos se ocup¨® de la log¨ªstica de la emboscada y qui¨¦n dispar¨® los dos tiros con una escopeta de ca?ones recortados que d¨ªas despu¨¦s terminaron siendo mortales contra H¨¦l¨¨ne Pastor, cuando abandonaba a bordo de su coche el hospital L¡¯Archet de Niza. Su ch¨®fer, alcanzado de lleno por las balas, falleci¨® tambi¨¦n pocos d¨ªas despu¨¦s. Para la polic¨ªa francesa no ha sido dif¨ªcil destapar la trama a partir de las muchas huellas dejadas en su camino por los dos presuntos asesinos. Se hallaron restos de ADN en el gel de ducha de la habitaci¨®n de hotel donde se alojaron unas horas, en Niza, y fue posible identificarles gracias a las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad del hospital de la capital de la Costa Azul y de las estaciones de ferrocarril en esta misma ciudad y en Marsella, de donde salieron el mismo 6 de mayo por la ma?ana con el prop¨®sito de acabar con la multimillonaria.

Las sospechas sobre Janowski surgieron por ¡°los flujos de dinero sospechosos en sus cuentas¡±

?Cu¨¢l era la relaci¨®n de H¨¦l¨¨ne con su hija y su yerno? A tenor de las declaraciones de amigos y conocidos, no demasiado estrecha. Aunque en p¨²blico abundaran las sonrisas. Pero, como declaraba esta semana Catherine Pastor, cu?ada de H¨¦l¨¨ne, al diario Nice Matin, ¡°bajo las sonrisas se ocultaban almas espantosas¡±.

La sonrisa de Wojciech Janowski, nacido en Varsovia, educado en Cambridge, presidente de la C¨¢mara de Comercio de Polonia en M¨®naco, hombre de negocios con una envidiable reputaci¨®n, era la de un triunfador. Y como tal se muestra en las fotograf¨ªas de sociedad distribuidas por las agencias. Un hombre maduro, trajeado, orgulloso de su estatus, sentado junto a su discreta esposa, Sylvia Ratkowski Pastor. Sylvia y su hermano menor, Gildo, de 47 a?os, ingresado en el hospital L¡¯Archet de Niza tras sufrir un derrame cerebral a principios de a?o, y al que visitaba su madre el d¨ªa de la tragedia, recib¨ªan una generosa asignaci¨®n mensual de H¨¦l¨¨ne. Seg¨²n la prensa francesa, medio mill¨®n de euros cada uno, porque H¨¦l¨¨ne Pastor, que gestionaba una empresa dedicada a los alquileres de apartamentos y oficinas en el Principado, llevaba las riendas de su negocio personalmente y no quer¨ªa ceder el control. Casada dos veces, madre de dos hijos, cada uno de un matrimonio, madame Pastor era de gustos sobrios. Paseaba a su perro en solitario, sin guardaespaldas, y apenas sal¨ªa de M¨®naco, donde se sent¨ªa segura. Su ch¨®fer, Mohamed Darwich, de 64 a?os, era su principal asistente.

H¨¦l¨¨ne creci¨® entre hombres, sus hermanos V¨ªctor y Michel y su padre, Gildo Pastor, el que forj¨® el imperio inmobiliario de la familia, en los a?os sesenta del siglo pasado, sobre la base creada por el abuelo, Gian Battista. Ella se hab¨ªa quedado con una parte del negocio ¡ªla gesti¨®n de los alquileres¡ª; el resto lo gestionaban sus sobrinos tras la muerte de los dos hermanos.

Los medios franceses especulan con la hip¨®tesis de que el crimen pudiera haberse urdido como venganza por la decisi¨®n de H¨¦l¨¨ne de suspender la asignaci¨®n mensual a su hija. El dinero como m¨®vil no parece descartable porque los Pastor, due?os de un tercio del Principado, son algo as¨ª como la segunda familia principesca, con una fortuna estimada entre los 15.000 y los 20.000 millones de euros.

Pero la situaci¨®n del c¨®nsul honorario de Polonia no era tampoco mala. Ahora, el hombre condecorado por el ex presidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy por su labor filantr¨®pica en 2010, sin antecedentes penales ni policiales, tendr¨¢ que enfrentarse a un proceso judicial por asesinato, intento de asesinato por banda organizada y asociaci¨®n de malhechores.