Ganaron los Derechos Humanos

Sobre el papel puede parecer una votaci¨®n peque?a y burocr¨¢tica, pero se trata de un paso decisivo, el resultado de una larga lucha de organizaciones sociales de todo el mundo, la victoria moral de una demanda de justicia.

La batalla tuvo lugar en Ginebra esta semana, con el consejo de Derechos Humanos de la ONU como escenario. Se resolvi¨® con un resultado re?ido, 20 pa¨ªses a favor, 14 pa¨ªses en contra y 13 abstenciones.

La resoluci¨®n sali¨® adelante y ahora un grupo de trabajo intergubernamental tendr¨¢ que ponerse a trabajar para elaborar un instrumento internacional obligatorio que cree las condiciones legales para que las grandes empresas y otros inversores cumplan con los derechos humanos y con el medio ambiente.

La clave est¨¢ en la palabra ¡°obligatorio¡±. Hasta ahora, la ONU contaba con normativas no vinculantes para las pr¨¢cticas de las corporaciones transnacionales en terceros pa¨ªses. Y eso en la pr¨¢ctica se traduc¨ªa en impunidad y falta de instrumentos para llevar a esas empresas ante los tribunales.

Sobran los ejemplos. Esta semana en Ginebra hemos podido conocer m¨¢s a fondo doce de esos casos durante el Tribunal Permanente de los Pueblos. Las petroleras Chevron-Texaco en Ecuador y Shell en Nigeria, la compa?¨ªa israel¨ª Mekorot en Palestina; Hidralia en Guatemala; la empresa minera Glencore Xstrata en siete pa¨ªses; Coca Cola en Colombia. Esas y otras transnacionales acumulan denuncias por violaciones de derechos humanos y delitos medio ambientales, como nos contaron directamente algunas de las personas afectadas durante las sesiones judiciales simb¨®licas.

Mientras las v¨ªctimas hablaban, en el Consejo de Derechos Humanos se discut¨ªa una resoluci¨®n impulsada por Ecuador y Sud¨¢frica y enfrentada a grandes gigantes. Los representantes de Estados Unidos, Jap¨®n, Corea del Sur y la Uni¨®n Europea, donde buena parte de las transnacionales tienen su sede social, hicieron lo posible por bloquear el camino a instrumentos de obligado cumplimiento.

En el caso de la UE se abog¨® por un ¡°consenso¡±, que no era m¨¢s que una forma de ganar tiempo. La realidad es que los gobiernos europeos se colocan del lado de las grandes empresas, como dej¨® bien claro el titular espa?ol de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Garc¨ªa-Margallo. ¡°Las corporaciones tienen derecho a imponer determinadas condiciones para instalarse¡±, dijo el ministro esta misma semana desde Madrid.

Pero la composici¨®n del consejo, que es un ¨®rgano rotatorio, favoreci¨® esta vez a los pa¨ªses del ¡°Sur¡±, que reconocieron el papel desempe?ado por la sociedad civil en esta victoria.

Las sonrisas de oreja a oreja pueden verse en las fotograf¨ªas que nos hicimos en Ginebra. Est¨¢bamos all¨ª en representaci¨®n de m¨¢s de 600 organizaciones de 95 pa¨ªses que no pudieron estar all¨ª, pero que llevan a?os denunciando a trav¨¦s de una campa?a global la arquitectura de la impunidad de las transnacionales.

El grupo intergubernamental de trabajo deber¨¢ comenzar a funcionar antes de 2015 y para ello las organizaciones civiles seguiremos muy pendientes, ofreciendo la m¨¢xima colaboraci¨®n a la ONU. Continuaremos moviliz¨¢ndonos contra la impunidad.