Cinco a?os de ¡®corrala show¡¯
'S¨¢lvame¡¯ se cuela desde hace un lustro en las tardes de dos millones de espectadores con un h¨ªbrido entre telenovela y ¡®reality¡¯. Un programa que provoca pasiones y ¨²lceras por igual
![Elisa Sili¨®](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fedb22054-d097-4563-bc91-1474ed48343d.jpg?auth=1e93401b84a57ddf3a74ce7ad95d8d6a18786fb8bb55a9dbc4d77e8fec627cc0&width=100&height=100&smart=true)
![Los protagonistas retratados por Ouka Leele.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PQ2YO3NFZ2PTTUUQ32RPCDD4X4.jpg?auth=ff7592c396ea2959024863ffb0640008faf5f1d5c8c0efdff19029b84280932f&width=414)
Dan las seis y una familia comparte caf¨¦, mantecados e incredulidad mientras ve el en¨¦simo vodevil en S¨¢lvame, su programa desde hace cinco a?os. Al otro lado de la pantalla tambi¨¦n es la hora de la merienda. Kiko Hern¨¢ndez, en otra vida concursante de Gran Hermano,cruza el plat¨® seguido por una c¨¢mara. Coge un hojaldre ¡ªcortes¨ªa de un chef que se publicita en plat¨®¡ª mientras comenta su nueva reconciliaci¨®n con su compa?era Lidia. Una comuni¨®n entre realidad y ficci¨®n, orquestada por Jorge Javier V¨¢zquez (con Paz Padilla en la rec¨¢mara), que atrapa o causa urticaria.
El jueves, S¨¢lvame, que naci¨® como un espacio semanal para comentar un reality, cumpli¨® un lustro merendando con 2,1 millones de espectadores. Por algo los productores de La F¨¢brica de la Tele, ?scar Cornejo y Adri¨¢n Madrid, lo comparan con ¡°una cena de Navidad familiar televisada¡±, en la que los cu?ados discuten (en su web existe la pesta?a ¡°broncas¡±). Un cuadro de actores tan kitsch que s¨®lo pod¨ªa retratarlo en su aniversario Ouka Lele.
Para Joan Ferr¨¦s, profesor de Estudios de Comunicaci¨®n Audiovisual en la Universidad Pompeu Fabra, el formato ha conseguido tocar una tecla nueva, la de ¡°nuestros sentidos m¨¢s primarios, el voyeurismo y el sadismo¡±. Y cataloga en dos a su p¨²blico: el que reconoce disfrutar y el que ¡ªpor su nivel intelectual¡ª disimula y dice pasarlo bien viendo ad¨®nde llega la degradaci¨®n humana.
¡°S¨¢lvame no es una telenovela porque no hay guion, ni un reality, porque no hay concurso¡±, comparan los productores. ¡°El programa era cada vez m¨¢s largo y, de forma natural, los contertulios empezaron a contar que hab¨ªan discutido, a comerse un yogur en antena¡ Y vimos que enganchaba¡±, cuentan. Unos protagonistas que tan pronto se ponen a bailar el ¡°chuminero¡± que a tirarse por el suelo haciendo ¡°la croqueta¡± o a besar las u?as de la coplera Marujita D¨ªaz por una apuesta.
¡°Entiendo que es un trabajo duro si tu papel no es informar, sino relatar tu vida. Eso es m¨¢s descansado, pero tiene un precio muy alto¡±, sostiene Mila Xim¨¦nez, exmujer del tenista Manolo Santana, pero con un pasado periodista. Por eso divide entre los famosos de rebote (las exmujeres de Jesul¨ªn y Chiquetete o la cu?ada de Roc¨ªo Jurado) y los profesionales. ?Teatro? Para Lidia Lozano, de ning¨²n modo: ¡°El guion no se puede elaborar en cinco minutos y tenemos una reuni¨®n diaria de escasamente siete o nueve¡±. Unos encuentros a los que prefiere no asistir Bel¨¦n Esteban, convertida por la gracia del mando en madre coraje.
Con la misma espontaneidad de los tertulianos, las c¨¢maras se meten hasta el v¨¢ter. ¡°Un d¨ªa alguien enfadado abandon¨® el plat¨® y nos quedamos a mitad de historia porque no pod¨ªamos seguirlo. Entonces se dio orden de que los cables llegasen a todas partes¡±, prosiguen los productores. Todos los micr¨®fonos est¨¢n abiertos, lo que propicia un cambio de rumbo si el comentario entre dientes lo merece.
Cornejo y Madrid est¨¢n convencidos de haber terminado ¡°con la mentira de la televisi¨®n¡±. Pues su intenci¨®n no es crear una ilusi¨®n de glamur, sino mostrar que el plat¨® es un hangar, de pasillos negros y con las instalaciones de cualquier oficina. ¡°Hay mucha gente que quiere cotillear la tele por dentro y les damos la oportunidad de ver los ba?os o la cafeter¨ªa sin salir de casa¡±.
El espectador habitual est¨¢ en su salsa viendo la emisi¨®n, pero el resto no entiende el juego. Aunque los padres del formato creen lo contrario. ¡°Son unas historias de emociones tan universales que, aunque no entiendas el idioma, te llegan¡±.
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