D¨¦jate fluir
?Recuerdas la ¨²ltima vez que sentiste que el tiempo volaba y el mundo parec¨ªa haber desaparecido? Seguramente estabas inmerso en una de esas tareas en las que cada paso surg¨ªa por s¨ª solo o lo que es lo mismo: estabas en estado de ¡°flujo¡± (flow en ingl¨¦s), como propuso en la d¨¦cada de los 80 y los 90 el doctor croata Mihaly Csikszentmihalyi, director del ¡°Quality of Life Research Center¡± de la Claremont Graduate University en California. Este autor de apellido impronunciable para un latino revolucion¨® el concepto de felicidad. Dijo que m¨¢s all¨¢ de lo que somos para ser felices es importante analizar qu¨¦ hacemos para lograrlo. Y estar en estado de flujo nos hace muy felices.
Csikszentmihalyi comenz¨® a estudiar a diferentes profesionales: artistas, cient¨ªficos, deportistas¡ para tratar de entender qu¨¦ les hac¨ªa entregarse tanto o por qu¨¦ lo hac¨ªan con tanto esfuerzo sin que hubiera necesariamente un reconocimiento econ¨®mico o social. Casi todos ellos coincid¨ªan en experimentar un estado diferente a lo que sucede en la vida cotidiana. Era un estado de ¨¦xtasis en el que los pasos iban surgiendo con fluidez, de ah¨ª que lo bautizara como ¡°experiencia de flujo¡±. El motivo es f¨¢cil: cuando estamos atentos a lo que estamos haciendo con una alt¨ªsima concentraci¨®n dejamos de darle vueltas a la cabeza, a los problemas, a si tenemos hambre o si el siguiente fin de semana tengo una visita que no me apetece demasiado. En el fondo, un estado de flujo nos conecta con el puro presente, pero requiere de un cierto esfuerzo que debemos poner en juego. Por eso, no es de extra?ar que cuando se analiz¨® a personas cotidianas en qu¨¦ momento entraban en dicha sensaci¨®n los de menor intensidad eran en los que nos apalancamos frente al televisor. Sin embargo, cuando mantenemos conversaciones estimulantes, cuando desarrollamos una afici¨®n que nos reta o cuando trabajamos en algo que nos gusta, entramos en ese dulce trance del flujo que nos hace sentirnos un poquito m¨¢s felices. Veamos a continuaci¨®n cu¨¢les son las caracter¨ªsticas de dicha experiencia para ver c¨®mo podemos aplicarla en nuestra vida diaria:
- Concentraci¨®n: necesitamos centrar la atenci¨®n en algo. Si nos distraemos con una mosca o con las preocupaciones que alimentan nuestra cabeza, es muy dif¨ªcil que entremos en dicho estado. Por ello, la tarea que hagamos ha de requerir altos niveles de atenci¨®n, como sucede con muchos deportistas de ¨¦lite, que viven el partido como ¨²nico.
- Diferencia: la sensaci¨®n de fluidez nos hace sentirnos fuera de la realidad diaria ya que formamos parte de algo m¨¢s grande o al menos, distinto, como sucede cuando terminamos una conversaci¨®n animada con los amigos. Se crea un espacio distinto al que vivimos en nuestras casas, por ejemplo.
- Claridad: sabemos qu¨¦ hay que hacer en cada momento y c¨®mo hay que hacerlo. De ah¨ª que sea especialmente importante tener indicadores de satisfacci¨®n. En el deporte resulta f¨¢cil; en otras actividades son m¨¢s sutiles, como el grado de disfrute que hayamos podido tener.
- Capacidad: somos conscientes de que la tarea es realizable y que tenemos las habilidades necesarias para conseguirlo, aunque nos cueste. Curiosamente, el estado de flujo surge cuando hay un reto que nos obligue a dar lo mejor de nosotros mismos, aunque sea solo en el grado de atenci¨®n que podamos poner.
- Serenidad: no existen preocupaciones, porque estamos en el aqu¨ª y en el ahora.
- Atemporalidad: el tiempo pasa r¨¢pido. Y si no, recuerda cuando te lo est¨¢s pasando bien si miras con frecuencia al reloj.
- Recompensa interna: cuando una tarea nos hace entrar en estado de fluidez, no es necesario una recompensa externa. El premio es la propia experiencia.
- Concentraci¨®n: necesitamos centrar la atenci¨®n en algo. Si nos distraemos con una mosca o con las preocupaciones que alimentan nuestra cabeza, es muy dif¨ªcil que entremos en dicho estado. Por ello, la tarea que hagamos ha de requerir altos niveles de atenci¨®n, como sucede con muchos deportistas de ¨¦lite, que viven el partido como ¨²nico.
- Diferencia: la sensaci¨®n de fluidez nos hace sentirnos fuera de la realidad diaria ya que formamos parte de algo m¨¢s grande o al menos, distinto, como sucede cuando terminamos una conversaci¨®n animada con los amigos. Se crea un espacio distinto al que vivimos en nuestras casas, por ejemplo.
- Claridad: sabemos qu¨¦ hay que hacer en cada momento y c¨®mo hay que hacerlo. De ah¨ª que sea especialmente importante tener indicadores de satisfacci¨®n. En el deporte resulta f¨¢cil; en otras actividades son m¨¢s sutiles, como el grado de disfrute que hayamos podido tener.
- Capacidad: somos conscientes de que la tarea es realizable y que tenemos las habilidades necesarias para conseguirlo, aunque nos cueste. Curiosamente, el estado de flujo surge cuando hay un reto que nos obligue a dar lo mejor de nosotros mismos, aunque sea solo en el grado de atenci¨®n que podamos poner.
- Serenidad: no existen preocupaciones, porque estamos en el aqu¨ª y en el ahora.
- Atemporalidad: el tiempo pasa r¨¢pido. Y si no, recuerda cuando te lo est¨¢s pasando bien si miras con frecuencia al reloj.
- Recompensa interna: cuando una tarea nos hace entrar en estado de fluidez, no es necesario una recompensa externa. El premio es la propia experiencia.
El reto personal es saber qu¨¦ tareas nos facilitan llegar a ese estado o c¨®mo podemos unir los ingredientes necesarios para conseguirlo. Y, no olvidemos, que la felicidad tiene que ver con este tipo de decisiones que nos ayudan a fluir.
Referencias
Csikszentmihalyi, Mihaly (2003). Good Business: Leadership, Flow, and the Making of Meaning. New York: Penguin Books.
Csikszentmihalyi, M. (2008). Fluir (flow): una psicolog¨ªa de la felicidad. Barcelona: Debolsillo
Jugar para sentirnos vivos http://blogs.elpais.com/laboratorio-de-felicidad/2013/07/jugar-para-sentirnos-vivos.html
Imagen: the_tahoe_guy. Licencia Creative Commons
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