La mirada tuerta del cine espa?ol
Que nuestro cine anda azotado por una profunda crisis econ¨®mica ¨Cque no de talento- es algo que sabemos todos, y tambi¨¦n que el aguij¨®n del IVA le ha atravesado dolorosamente la m¨¦dula espinal. Ignoramos, sin embargo, si las heridas infligidas por la estrepitosa desidia hacia nuestro ecosistema cultural son profundas o superficiales, si dejaran o no imborrables cicatrices. Las cifras de filmes estrenados, el n¨²mero de espectadores y las recaudaciones de los pr¨®ximos a?os lo dir¨¢n, al igual que son las cifras las que hablan cuando se trata de confirmar o rebatir percepciones.
Y ese es precisamente uno de los objetivos que en el Observatorio Cultural de G¨¦nero nos hemos fijado: traducir en cifras la vaga y nebulosa idea que tenemos de la participaci¨®n de las mujeres como agentes culturales en nuestra literatura, nuestro cine, nuestras artes visuales, etc. ?Participan las mujeres en un n¨²mero considerable, propio de una sociedad regida por la igualdad de g¨¦nero, en la creaci¨®n de contenidos culturales? Y, sobre todo, ?lo hacen en los puestos de responsabilidad y visibilidad o tan s¨®lo en los subalternos, supeditadas siempre a la batuta de un var¨®n? Porque son las cifras, que no pueden ser contestadas ni debatidas, las que ofrecen el retrato fidedigno de nuestra realidad y la paridad no la miden ni las sensaciones ni tampoco la buena voluntad.
Al hilo pues de esta preocupaci¨®n extendida por la supervivencia de nuestro cine en condiciones salubres (siendo como es el cine un importante elemento de socializaci¨®n), como ya hicimos el a?o pasado con el periodismo de opini¨®n (ese instrumento asimismo clave en la construcci¨®n de la ciudadan¨ªa), el OCG ha querido ofrecer en este ejercicio algunas cifras iluminadoras en el campo del s¨¦ptimo arte. Compartiendo con CIMA (Asociaci¨®n de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales) el inter¨¦s por la actividad cinematogr¨¢fica de las profesionales del medio, precisamente en colaboraci¨®n con dicha asociaci¨®n hemos realizado nuestro Informe 2014, que lleva por t¨ªtulo Directoras, productoras y guionistas en el cine catal¨¢n reciente; aspira tan s¨®lo a ser una cata en un panorama de mucha mayor complejidad, pero sirve de muestra e ilumina una zona oscura a la que nadie parece prestar demasiada atenci¨®n.
Quienes visitan con puntualidad semanal las carteleras en busca de los mejores estrenos, es posible que ya intuya cu¨¢les han sido los resultados de nuestro estudio (y sepan de antemano si son alentadores o como para darse de cabezazos contra la pared de la persistente desigualdad de g¨¦nero), aunque lo cierto es que desde el ignorante optimismo que nos caracteriza son muchos los que creen que el cine que hacemos es un cine compartido, donde hombres y mujeres se alternan tanto en la pantalla como detr¨¢s de la c¨¢mara. No es as¨ª, lamentablemente, los n¨²meros hablan.
Del an¨¢lisis del periodo 2005-2012 en el que hemos puesto la lupa, y en las tres disciplinas que hemos considerado clave, los largometrajes de producci¨®n catalana estrenados ofrecen los siguientes resultados en participaci¨®n femenina: 7,9% en direcci¨®n, 11,5% en producci¨®n y 10% en gui¨®n. Unas cifras francamente bajas, que ofrecen una media de un 9,8% en los tres ¨¢mbitos, lo que implica que en dichas relevantes responsabilidades hay una mujer por cada nueve varones.
Ahondando en la direcci¨®n, que junto con la interpretaci¨®n es la cara m¨¢s visible del cine y la de mayor prestigio (hablamos de una pel¨ªcula de Almod¨®var, de Bayona, de Coixet¡), de un total de 478 filmes producidos y estrenados esos a?os en Catalu?a, tan s¨®lo 43 fueron dirigidos por mujeres. Para compensar, algunas pel¨ªculas de autor¨ªa femenina alcanzaron gran renombre y reconocimiento, como La vida secreta de las palabras (Isabel Coixet), La teta asustada (Claudia Llosa) o Tres d¨ªas con la familia (Mar Coll). Pero eso no quita que sigan siendo muy pocas y algunos a?os claramente irrisorias.
V¨ªdeo de entrega del Goya 2010 a la Mejor Direcci¨®n novel a Mar Coll por "Tres d¨ªas con la familia"
Otear el horizonte de estos a?os recientes, aunque sea tan s¨®lo en una parte del pa¨ªs, permite extrapolar los resultados al resto del Estado, siendo como es Catalu?a el territorio donde se produce aproximadamente el 40% del cine nacional. As¨ª las cosas, uno se pregunta si con un 10% de mujeres llevando las riendas de nuestra cinematograf¨ªa podemos gozar de un cine plural, capaz de dar cabida a los anhelos y los desvelos de una sociedad que s¨ª es enormemente plural, se mire como se mire; y la respuesta es no. De ello se deriva que, aun siendo el cine espa?ol mucho mejor de lo que cree el ministro Montoro, sea tambi¨¦n mucho peor de lo que debiera ser: no por escasez de medios o de recursos imaginativos, sino por lo poco acogedor que es, por lo pronto, con el sexo femenino.
El Informe 2014 del OCG constata asimismo que en la actualidad son mayor¨ªa las mujeres que realizan estudios de cine, por lo que cabe suponer que esa tendencia est¨¢ destinada a cambiar cuanto menos en cuesti¨®n de porcentajes. Aunque, ?lo har¨¢ realmente o las mujeres se incorporar¨¢n masivamente al cine en disciplinas secundarias en la l¨ªnea de vestuario, maquillaje y dem¨¢s? No podemos leer el futuro, pero s¨ª saber qu¨¦ piensan las mujeres del cine de la discriminatoria situaci¨®n actual, de ah¨ª que el Informe lleve anexo un cuestionario donde m¨¢s de una quincena de profesionales ofrecen su versi¨®n.
De Mar Coll a Claudia Llosa, de Judith Colell a Isa Campo o a la multipremiada Neus Ball¨²s, directora de La plaga, son ellas las que sufren en sus carnes ese sentirse minor¨ªa en un mundo dominado a¨²n por hombres herederos de John Huston, Hitchcock o Truffaut. De que ellas no lo han tenido f¨¢cil da cuenta por ejemplo el dato de que en el Hollywood del cine mudo hab¨ªa m¨¢s mujeres detr¨¢s de la c¨¢mara que en el de los a?os 70. Las opiniones son variadas: las hay que tienen especial inter¨¦s en ver cine de mujeres, hay quien cree que las mujeres crean mejor ambiente en un set de rodaje, unas creen que ser¨ªan necesarias m¨¢s medidas de discriminaci¨®n positiva y otras no.
Lo que s¨ª tienen meridianamente claro todas ellas es que una mayor presencia de mujeres detr¨¢s de la c¨¢mara revertir¨ªa en una mirada m¨¢s rica y en una pluralidad de contenidos y tratamientos. Por ello Claudia Llosa reclama ¡°un panorama de perspectivas m¨¢s complejo que el actual¡±, mientras Neus Ball¨²s afirma taxativa: ¡°Nos estamos perdiendo el 50% de los posibles puntos de vista¡±. Por no hablar del quid de la cuesti¨®n, la imagen de la mujer que transmite el cine: casi todas ellas la encuentran claramente deficiente. De personajes femeninos ¡°estandarizados¡± habla Lydia Zimmermann, mientras Mar¨ªa Ripoll se duele de que muy pocas historias representan a la mujer de hoy.
Y es que, como excepciones como por ejemplo la ¨²ltima Biznaga de Oro en el Festival de M¨¢laga, 10.000 km, cuyo gui¨®n es obra al 50% de su director y de un joven talento femenino, Clara Roquet (tambi¨¦n incluida en nuestro cuestionario), es dif¨ªcil que de un 90% de producci¨®n cinematogr¨¢fica masculina ad eternum se derive una imagen de la mujer que no est¨¦ a 10.000 km de la vida real, de las mujeres reales. Nos ayudar¨ªa enormemente a librarnos de esa pesada carga que es la imagen esquem¨¢tica, desconsiderada e irreal de novias, madres y hermanas una participaci¨®n equilibrada de mujeres y hombres en esa f¨¢brica de ilusi¨®n que es el cine.
M? ?ngeles Cabr¨¦, escritora y cr¨ªtica literaria, su ¨²ltimo libro es el ensayo Leer y escribir en femenino (2013). Dirige el Observatorio Cultural de G¨¦nero.
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