La estupidez de la guerra

Tiene que ocurrir alg¨²n hecho espectacular para que la inmunidad de nuestra percepci¨®n de atrocidades despierte. El avi¨®n malasio derribado en tierra de nadie se suma a la lista de da?os colaterales de las guerras en activo en nuestro planeta. Todos los d¨ªas derriban civiles, por cotidiano que se nos antoje, truncan sus vidas y desgarran el alma a sus familiares. Esto es el fruto del fracaso diplom¨¢tico de esos pol¨ªticos que se abanderan como salvadores de la seguridad internacional, el patriotismo y el egocentrismo. En Espa?a tenemos un caso reciente de incompetencia de la diplomacia. Viendo cosas que tan solo nuestro dirigente, Bush y Blair ve¨ªan, encendieron al enjambre terrorista. A¨²n no han pedido perd¨®n, y no hay m¨¢s que ver la cosecha de sus actos.¡ª Luis Fernando Jim¨¦nez Bernal. Jara¨ªz de la Vera, C¨¢ceres.

No me importa si han sido nacionalistas ucranios o nacionalistas rusos los que han derribado un avi¨®n civil y asesinado vilmente a 298 personas, amparados en el anonimato y en una guerra que carece de sentido, como todas. La vileza de los humanos no tiene l¨ªmites, y nadie se los pone. Ning¨²n proyecto de naci¨®n merece la vida de un solo ser humano, ninguno. Siento verg¨¹enza de vivir en el mismo mundo que asesinos de esta inhumanidad.¡ª Dionisio Rodr¨ªguez Castro. Villaviciosa de Od¨®n, Madrid.