La UE, con Am¨¦rica Latina en la lucha contra la desigualdad

Am¨¦rica Latina tiene una historia muy positiva que contar en cuanto a su desarrollo econ¨®mico estos ¨²ltimos a?os. Desde 2002, 60 millones de personas de una poblaci¨®n de 580 millones de habitantes han salido de la pobreza.

Creo que es importante, a punto de comenzar una visita a Per¨² y Ecuador, reflexionar sobre los desaf¨ªos pendientes en la regi¨®n, por la que siempre he sentido gran afecto. No en vano en las diversas visitas que he realizado en estos a?os como Comisario Europeo para el desarrollo, siempre me han acogido con los brazos abiertos. En Colombia en 2011, en Bolivia, Paraguay, Guatemala, El Salvador y Nicaragua el a?o pasado.

Latinoam¨¦rica se encuentra en una coyuntura ¨²nica para acabar definitivamente con la pobreza extrema. Los resultados conseguidos hasta ahora no son desde?ables, en particular en ¨¢reas relacionadas con la cohesi¨®n social, la paz y la estabilidad, o la seguridad alimentaria, donde siempre han contado con el apoyo comunitario. Por ejemplo, en Per¨², la malnutrici¨®n en ni?os menores de tres a?os ha descendido del 28% en 2007 al menos del 19% en 2012, y en Bolivia, 90.000 personas han conseguido acceso a agua potable, y otras 75.000 a servicios de saneamiento, gracias a la ayuda de la UE.

La UE y sus Estados Miembros son los mayores donantes de Ayuda Oficial al Desarrollo del mundo y seguir¨¢ siendo el donante l¨ªder en Am¨¦rica Latina en el futuro. Recientemente hemos anunciado concesi¨®n de al menos 2.400 millones de euros para cooperaci¨®n al desarrollo con la regi¨®n para el periodo 2014-2020.

Pero est¨¢ claro que tenemos que adaptar la manera en la que trabajamos juntos a la realidad. Per¨², Ecuador, y tambi¨¦n Colombia, entran ahora en una fase gradual en la que su relaci¨®n con la Uni¨®n Europea dejar¨¢ de ser de donante a pa¨ªs receptor para comenzar a hablar en calidad de iguales, sobre temas de com¨²n inter¨¦s.

La ayuda bilateral de la UE, directa a las cuentas de los pa¨ªses andinos, continuar¨¢ sin embargo a¨²n durante los pr¨®ximos tres a?os, para consolidar los resultados obtenidos y emprender de manera rotunda el camino a un desarrollo sostenible. Porque somos conscientes de que Per¨², por ejemplo, combina uno de los ritmos de crecimiento econ¨®mico m¨¢s altos en la regi¨®n con altos ¨ªndices de desigualdad, pobreza, y conflictos sociales. Ecuador, por su parte, ha emprendido un programa de reformas de marcado car¨¢cter social, que ha mejorado mucho indicadores como el desempleo o la pobreza. Pero el 25% de la poblaci¨®n a¨²n se encuentra en esta situaci¨®n.

Los fondos regionales, y otros tipos de ayudas dedicadas a determinadas ¨¢reas tem¨¢ticas, continuar¨¢n al alcance de los pa¨ªses andinos, una vez terminado el periodo de transici¨®n en 2017.

Es un hecho indiscutible que una de las mayores barreras al desarrollo de cualquier pa¨ªs es la desigualdad, y para Am¨¦rica Latina es una lacra evidente. La Uni¨®n Europea y Am¨¦rica Latina comparten la responsabilidad de luchar contra ella. Lo haremos fomentando un crecimiento econ¨®mico que sea inclusivo y sostenible, que afronte las debilidades estructurales y la econom¨ªa informal, que no implique una explotaci¨®n exhaustiva de los recursos naturales, fortaleciendo a las instituciones nacionales para que los derechos humanos, y la igualdad entre g¨¦neros, consigan el respeto y reconocimiento necesarios. Sin olvidar, tampoco, la necesidad de mejorar la transparencia de las cuentas p¨²blicas y fortalecer los sistemas de recaudaci¨®n de ingresos de los estados.

Nuestro compromiso en este sentido, como les dir¨¦ a mis interlocutores en los pr¨®ximos d¨ªas, es firme y fiable.

Espero que estos pr¨®ximos d¨ªas sean tambi¨¦n una oportunidad para conocer y discutir con los beneficiarios de los proyectos que actualmente est¨¢n en marcha en Per¨² y Ecuador, y poder as¨ª transmitirles este mismo mensaje. Ellos son la esperanza de un futuro mejor, m¨¢s justo y equitativo, y la UE no est¨¢ dispuesta a darles de lado.