Medidas para respirar bien
Controlar el tr¨¢fico es uno de los remedios b¨¢sicos para combatir la contaminaci¨®n
Respirar un soplo de aire puro en el coraz¨®n de muchas de las ciudades del planeta ¡ªdesde Pek¨ªn y M¨¦xico DF hasta Nueva Delhi y Atenas¡ª es una experiencia muy dif¨ªcil. La se?a de identidad de muchas grandes ciudades cuando se mira al cielo es m¨¢s bien esa espesa boina de contaminaci¨®n que aparece de cuando en cuando.
El parque automovil¨ªstico, claro s¨ªmbolo de desarrollo, es tambi¨¦n uno de los principales aliados de la contaminaci¨®n. Los tubos de escape de millones de coches, motos y autobuses que ruedan por el asfalto contribuyen a dar forma a esa capa gris¨¢cea que envuelve las ciudades. De ah¨ª que controlar el tr¨¢fico sea uno de los remedios m¨¢s obvios para combatir los altos niveles de part¨ªculas en suspensi¨®n. Sobre todo si se tiene en cuenta que a la asfixia de los centros metropolitanos contribuyen de manera especial los veh¨ªculos con motor di¨¦sel, cada vez m¨¢s frecuentes.
Unas cuantas capitales espa?olas est¨¢n en la lista negra de la UE por la alta concentraci¨®n de sustancias nocivas, como el di¨®xido de nitr¨®geno. Madrid, que no escapa a los malos humos, ya ha anunciado que, si se disparan los m¨¢ximos de contaminaci¨®n, adoptar¨¢ medidas dr¨¢sticas.
El Ayuntamiento limitar¨¢ la velocidad, acotar¨¢ el estacionamiento y restringir¨¢ el tr¨¢fico en funci¨®n de la matr¨ªcula (los que acaben en par circular¨¢n unos d¨ªas; los que terminen en impar, otros).
Las soluciones no son nuevas ni originales. Ya las han experimentado otras ciudades europeas como Par¨ªs, Roma, Londres y Estocolmo, que adem¨¢s fomentan el uso de la bicicleta, apuestan por autobuses h¨ªbridos, cobran peajes urbanos para acceder al centro, proh¨ªben el tr¨¢fico a los coches m¨¢s antiguos, facilitan el acceso al transporte p¨²blico...
Los expertos de la Uni¨®n Europea ¡ªdonde el 90% de la poblaci¨®n que vive en las ciudades respira aire viciado¡ª no se cansan de repetir una y otra vez que la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica puede llegar a reducir la esperanza de vida en alrededor de dos a?os. Las part¨ªculas nocivas penetran en el sistema respiratorio y causan enfermedades graves. O sea, que la elecci¨®n est¨¢ clara: o controles o salud.
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