Verano

El verano acaba en septiembre. En eso coinciden los meteor¨®logos y el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Nos lo ha recordado el ministro para que no celebremos antes de tiempo la aparente retirada de la ley del aborto con la que nos amenaza desde hace ya muchos meses. Algunas ilusas interpretaron que su desaparici¨®n de la agenda del Gobierno para julio anunciaba su posible descarte.

Pues no. Ruiz-Gallard¨®n dijo que estar¨¢ antes de que finalice el verano. Y eso incluye septiembre. Al parecer, solo nos puede librar de semejante condena el que Mariano Rajoy convoque elecciones anticipadas, en cuyo caso, la ley no podr¨ªa salir adelante porque tiene una carga explosiva electoral de gran tonelaje.

O sea, que no cabe bajar la guardia. El Gobierno nos la puede perpetrar antes del 22 de septiembre si no lo remedian circunstancias extra?as, como la complicaci¨®n del asunto catal¨¢n o la milagrosa recuperaci¨®n de las expectativas electorales del PSOE.

Las asociaciones provida se han cabreado porque el ministro se haya tomado a chacota los tiempos porque, mientras, morir¨¢n muchos inocentes. Los que estamos contra la ley tambi¨¦n debemos cabrearnos. Porque Gallard¨®n no quiere soltar el regalo que desea hacer a la Conferencia Episcopal, est¨¦n o no Rouco Varela y Mart¨ªnez Camino a su frente.

Es una hermosa coincidencia la que se produce entre los cat¨®licos antiaborto y la mayor¨ªa de las mujeres amenazadas por Gallard¨®n: el ministro, que obedece las ¨®rdenes de su jefe, Mariano Rajoy, no se olvide, sigue considerando que su proyecto estrella es una mercanc¨ªa electoral.

Hay que recordarlo: el Gobierno insiste en regalar la propiedad del ¨²tero de las espa?olas a los obispos.