Ya ver¨¢s como

Ahora que han condenado a Carlos Fabra, el misterioso millonario de Castell¨®n, l¨ªder del PP, ciudadano ejemplar seg¨²n vieja definici¨®n de Mariano Rajoy, convendr¨ªa que no s¨®lo los suyos sino los contrarios fueran a las hemerotecas y a las videotecas y a las fonotecas para ver qu¨¦ dijeron sobre lo que iba a hacer la Justicia en cuanto se encontrara de frente con los ¨²ltimos flecos de este traje roto.

Pues es com¨²n, en tertulias y debates, y en columnas como esta y como tantas otras, que en cuanto se pone en danza un asunto as¨ª alguien dice, escribe o lanza esta jaculatoria: ¡°Ya ver¨¢s c¨®mo¡­¡±. Y despu¨¦s de esa apreciaci¨®n sobre lo que incuestionablemente nos va a deparar el futuro, puede haber dos oraciones: una se referir¨¢ a los suyos: ¡°Ya ver¨¢s c¨®mo los suyos lo sacan de esta¡±. Y otra, tan habitual como aquella, suele ser esta: ¡°Ya ver¨¢s c¨®mo los jueces hacen la vista gorda¡±.

Luego pasa el tiempo, como ha sucedido en este caso (ha pasado demasiado tiempo, esa es la verdad), y los suyos, que lo cre¨ªan ejemplar, no han podido hacer nada para salvarlo (al menos de momento) y la Justicia (de momento tambi¨¦n) lo ha condenado. El Tribunal Supremo, en firme; el rey de las loter¨ªas anuncia que va a recurrir al Tribunal Constitucional, que es como tocar a la puerta de la loter¨ªa, por cierto, y a los suyos les queda el recurso del m¨¦todo que tambi¨¦n sigui¨® Jaume Matas: el indulto. A Matas no le funcion¨®; veremos qu¨¦ pasa (¡°ya ver¨¢s c¨®mo¡­¡±, dir¨¢n algunos) con Carlos Fabra.

Un pa¨ªs m¨¢s justo es un pa¨ªs m¨¢s honesto

El ¡°ya ver¨¢s c¨®mo¡± es una f¨®rmula period¨ªstica y pol¨ªtica que, como todas las dem¨¢s (¡°todo el mundo lo sab¨ªa¡±, ¡°a m¨ª me lo dijeron¡±), no tiene precio y adem¨¢s sale muy barata: nadie nos pide cuentas a los periodistas por haberla utilizado desma?adamente y a los pol¨ªticos se les olvida pronto el car¨¢cter gratuito de su predicci¨®n; si se cumple, que a veces se cumple, unos y otros se apuntan al ¡°mira que te lo tengo dicho¡±, que es la manera m¨¢s infantil de sacar pecho. Lo cierto es que, en el ¨¢mbito de la Justicia, se ha usado tanto el ¡°ya ver¨¢s c¨®mo¡±, y tanto se usa, que ha ayudado a deteriorar la imagen de los tribunales como si se quisiera hacerlos inservibles, vaya usted a saber para qu¨¦.

Le ped¨ª a un experto que me refrescara la memoria prehist¨®rica sobre los casos en los que escuchamos decir ¡°ya ver¨¢s c¨®mo¡± cuando empezaron a destaparse casos de famosos o poderosos requeridos por la Justicia por sus distintas fechor¨ªas. Recuerden lo que se dijo que har¨ªan los?suyos y la Justicia con Rold¨¢n, Mario Conde, Roman¨ª, De la Rosa, Rodr¨ªguez Colorado, Rafael Vera, Barrionuevo, Prado y Col¨®n de Carvajal¡­ Parec¨ªa cantado (as¨ª se dice tambi¨¦n, ¡°eso est¨¢ cantado¡±) que todos iban a ser tratados con guante blanco, pero no sucedi¨® as¨ª. Todos recibieron condenas (algunas ejemplares, no tanto como su r¨¦gimen penitenciario) y todas las sentencias vinieron a desmentir el ¡°ya ver¨¢s c¨®mo¡±.

En tiempos m¨¢s recientes, juzguen qu¨¦ le pas¨® al ¡°ya ver¨¢s c¨®mo¡± ante casos como los de los Urdangarin (I?aki y Cristina), B¨¢rcenas o los ya citados de Matas y Fabra¡­ Como escribi¨® Blas de Otero, ¡°aqu¨ª no se salva ni Dios¡­¡±, o as¨ª tendr¨ªa que ser. Un pa¨ªs m¨¢s justo es un pa¨ªs m¨¢s honesto; y un pa¨ªs en el que los ciudadanos sean menos arrogantes y m¨¢s respetuosos con la honestidad ajena ser¨ªa aquel en el que se desterrara de tertulias y debates juicios tan precipitados como el ya muy viejo ¡°ya ver¨¢s c¨®mo¡±.?