?Puede alquilarse un vientre?
Un n¨²mero significativo de mensajes critican el empleo del t¨¦rmino ¡°vientre de alquiler¡± por considerarlo ofensivo para la mujer gestante y los hijos
El empleo por parte del diario de la expresi¨®n ¡°vientre de alquiler¡± para aludir a la gestaci¨®n del embri¨®n, tras acuerdo con los futuros padres y el empleo de t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida, por parte de una mujer es muy criticada por las personas que han acudido a esta soluci¨®n. En los ¨²ltimos d¨ªas se han recibido m¨¢s de una veintena de cartas, algunas id¨¦nticas, reprochando el uso del citado t¨¦rmino. En id¨¦ntico sentido se public¨® este mes una carta al director. ¡°Creo que dicha expresi¨®n no define el m¨¦todo de reproducci¨®n asistida gracias al cual vinieron mis hijas al mundo. Y lo m¨¢s importante, dicha expresi¨®n da?a la dignidad de mis hijas y de la mujer que nos ayud¨® a que nacieran¡±, argumenta Jos¨¦ Luis Hernando. I?igo insiste en el mismo argumento: ¡°Denominar a esta t¨¦cnica de reproducci¨®n asistida con esa expresi¨®n vulgar y soez resulta denigrante para todas las partes implicadas en dicho proceso, tanto para las familias que recurren a dicha t¨¦cnica como para las gestantes por no hablar de los menores. Ustedes saben lo importante que es el lenguaje y el correcto uso del mismo y seguro que entienden la implicaci¨®n que tiene el uso de la expresi¨®n 'vientre de alquiler' (...) El verdadero nombre de la t¨¦cnica de reproducci¨®n asistida no es otro que 'gestaci¨®n subrogada' que quiz¨¢s resulte menos sensacionalista pero no ataca a la dignidad de familias y gestantes¡±. Javier Carpio expone que ¡°las familias que estamos implicadas en procesos con esta t¨¦cnica encontramos este vulgarismo ciertamente despectivo y preferimos el uso del nombre t¨¦cnico 'gestaci¨®n por sustituci¨®n' o 'gestaci¨®n subrogada'¡±. El lector entiende que se trata de un tema novedoso y que no hay normas de estilo claras para abordarlo, pero se?ala que de la misma manera que los medios evitan expresiones como ¡°gabacho¡± o ¡°moro¡±, en el caso de la gestaci¨®n subrogada tambi¨¦n debe evitarse el concepto ¡°vientre de alquiler¡±, ¡°aunque sea ciertamente com¨²n y popular¡±.
A Nekane y David les sorprende ver utilizado el citado t¨¦rmino a estas alturas y ¡°en un peri¨®dico progresista como EL PA?S, de hecho sugiero lo incluyan en su Libro de Estilo y recojan la expresi¨®n 'gestaci¨®n subrogada' m¨¢s respetuosa y acorde con los tiempos de esta nueva t¨¦cnica de reproducci¨®n asistida¡± . Marta Calvo argumenta el cambio de t¨¦rmino como se?al de respeto a las mujeres ¡°que se ofrecen a llevar a cabo la gestaci¨®n de nuestro hijo¡±. ¡°Son mujeres que se merecen todo el respeto y el cari?o del mundo. Nada puede recompensarlas. Lo menos que podemos hacer es dignificar con agradecimiento su empat¨ªa para con los padres biol¨®gicos, su buen hacer y su esfuerzo durante el tiempo que gestan a nuestros hijos¡±. Sergio Ib¨¢?ez rechaza que el acuerdo a que se llega con la mujer gestante sea un alquiler. ¡°Nosotros no alquilamos nada, las personas no se alquilan, hay muchas palabras para las distintas posibilidades de relacionarse una personas con otras, pero la de alquiler no es una de ellas (¡) Ustedes tienen un gran peri¨®dico y me duele ver esta palabra¡±.
Un argumento que repiten Hern¨¢n Cort¨¦s y Eduardo Mu?oz: ¡°Considerar que para ser padres hemos 'alquilado' una persona o parte de ella no refleja la verdad, atenta contra nuestra dignidad y la de nuestras hijas ¡ªfruto del supuesto alquiler¡ª, pero por encima de todo, atenta contra la dignidad de una mujer que en un acto de generosidad sin l¨ªmites ha hecho posible que nuestras hijas nacieran¡±. David Gonz¨¢lez, por su parte, expone que ¡°deber¨ªan entender que las gestantes donan su capacidad gestacional aunque tambi¨¦n exista una compensaci¨®n econ¨®mica acorde con el esfuerzo que tiene que realizar. Lo que se realiza en esta t¨¦cnica de reproducci¨®n asistida es una 'gestaci¨®n subrogada' o 'una gestaci¨®n por sustituci¨®n' ya que las personas y familias que recurrimos a ella no tenemos la capacidad de gestar a nuestros hijos¡±.
Ramon Spa y Carla Vidal suponen que ¡°los argumentos que tendr¨¢n¡± para emplear en el diario el pol¨¦mico t¨¦rmino ¡°ir¨¢n relacionados a crear inter¨¦s en la noticia, usarlo como reclamo para llamar la atenci¨®n del lector, pero creo sinceramente que un peri¨®dico del prestigio del suyo deber¨ªa estar por encima de estas t¨¢cticas y ser riguroso a la hora de usar las palabras adecuadas. Es por eso que les ruego que se abstengan de volver a usar un nombre que lo ¨²nico que hace es distorsionar y crear un estado de sensacionalismo que perjudica en gran medida al conocimiento de los or¨ªgenes de nuestr@s hij@s¡±. Y as¨ª, varias m¨¢s.
Sobre si la expresi¨®n es vejatoria, la FAPE (Federaci¨®n de Asociaciones de Periodistas de Espa?a) en una resoluci¨®n de este a?o de su Comisi¨®n de Quejas, rechaz¨® que pudiera considerarse lesiva para la condici¨®n de los individuos ya que ¡°responde a una realidad consistente en alquilar el ¨²tero de una mujer para gestar un embri¨®n en el que no participa gen¨¦ticamente, mediante un contrato y el pago de una suma de dinero¡±. Fund¨¦u (Fundaci¨®n del Espa?ol Urgente) respondi¨® en Twitter a una pregunta sobre si era correcto el t¨¦rmino con un lac¨®nico ¡°s¨ª, es correcto¡±.
La idea de alquiler implica cosificar el cuerpo femenino
En un editorial del diario sobre el problema planteado por el no registro de los ni?os nacidos por este procedimiento, en el que se defend¨ªa una soluci¨®n que protegiera los derechos del menor, al margen de que la ley espa?ola no admite el mencionado sistema, se empleaban los t¨¦rminos ¡°vientre de sustituci¨®n¡± y ¡°maternidad subrogada¡±, t¨¦rmino este ¨²ltimo que tambi¨¦n se halla en discusi¨®n en la medida que el ejercicio de la maternidad/paternidad, una vez nacido el beb¨¦, no se delega en nadie. En una de las ¨²ltimas informaciones sobre el tema en este diario se empleaba en el titular la expresi¨®n ¡°vientre subrogado¡±.
El acercamiento informativo de este diario al debate en torno al procedimiento ha sido respetuoso con quienes defienden esta opci¨®n y la expresi¨®n ¡°vientre de alquiler¡± no se utiliza para connotarlo despectivamente. Pero las citadas cartas evidencian que hay argumentos para rechazar la expresi¨®n. No se trata de defender la instalaci¨®n de eufemismos incomprensibles en beneficio de lo pol¨ªticamente correcto. Pero s¨ª cabe considerar aspectos de la argumentaci¨®n expuesta por los lectores. La principal es que el concepto de ¡°alquiler¡± cosifica el cuerpo femenino. Aunque la Real Academia, refiri¨¦ndose a personas, admite el t¨¦rmino como verbo pronominal (¡°ponerse a servir a otra por cierto estipendio¡±), el sentido general asocia el alquiler a cosas o servicios. No se alquilan, por ejemplo, carpinteros. Por el contrario, el concepto acad¨¦mico de subrogar, como el de sustituir, s¨ª contempla que pueda hacerse con personas (¡°poner a alguien o algo en lugar de otra persona o cosa¡±), aunque en el caso de ¡°subrogar¡± se acota como t¨¦rmino jur¨ªdico. El Libro de Estilo no contempla el caso.
Coment¨¦ este debate con Victoria Camps, que fue presidenta del Comit¨¦ de Bio¨¦tica. De entrada, Camps no advierte en la expresi¨®n ¡°vientre de alquiler¡± una intenci¨®n vejatoria y resulta m¨¢s comprensible que el concepto de subrogaci¨®n. ¡°Detr¨¢s hay la misma realidad y cambiando el lenguaje no se cambia la realidad¡±. Con todo, atendiendo a que el t¨¦rmino ¡°subrogado¡± carece de las connotaciones que puede generar el primero, ¡°no se presta a tantas fabulaciones¡±, admite que resulta preferible su empleo aunque se sacrifique algo la comprensi¨®n. Siguiendo este criterio, y a pesar de todo lo expuesto, es preferible el abandono del t¨¦rmino ¡°alquiler¡±.
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