Festejos

Ya saben: los futbolistas alemanes celebraron su triunfo en el Mundial cantando ¡°los gauchos caminan as¨ª, los alemanes caminan as¨ª¡±, mientras imitaban a los argentinos caminando encorvados y a los alemanes, erguidos. Ante esa celebraci¨®n hubo, en mi pa¨ªs, repudio, indignaci¨®n, protestas. Un periodista dijo que los jugadores alemanes eran ¡°filos¨®ficamente, unos nazis asquerosos¡±, porque ¡°si vos mir¨¢s el mundo desde esa supuesta estatura despu¨¦s todo te queda demasiado abajo. (...) Cualquiera que tenga el desprop¨®sito de enfrentarte o encararte, lo menos que merece es que lo metas en una c¨¢mara de gas¡±. Yo, ya dije, soy turista del f¨²tbol, y entonces no entiendo, pero a partir del esc¨¢ndalo supuse que, en su momento, seguramente los brasile?os se habr¨ªan enfurecido con aquel canto de hinchadas argentinas ¡ª¡°Brasil, decime qu¨¦ se siente / tener en casa a tu pap¨¢¡±¡ª, celebrad¨ªsimo en mi pa¨ªs, en el que ning¨²n argentino pareci¨® ver se?as de soberbia, sino gran ejemplo de humor popular. Supuse tambi¨¦n que los brasile?os nos habr¨ªan acusado de ser ¡ªde seguir siendo¡ª un pa¨ªs que se cree superior a todos los de nuestro continente, un pa¨ªs que mira lo que est¨¢ alrededor ¡ªParaguay, Bolivia, Brasil, Per¨²¡ª como si estuviera un poco m¨¢s abajo. Supuse tambi¨¦n que, siguiendo el razonamiento de culpar a los hijos por lo que hicieron sus padres, nos habr¨ªan acusado de cosas tremendas a nosotros, hijos de una dictadura feroz que se comi¨® a unos cuantos y, en ocasiones, no dej¨® ni los huesos. Pero no encontr¨¦ mucho. En todo caso, nada parecido a nuestro colectivo repudio. En cambio, vi que muchos peri¨®dicos argentinos reproduc¨ªan esta frase: ¡°Los jugadores alemanes se burlaron de los argentinos llam¨¢ndolos gauchos¡±. Si es verdad ¡ªsi lo que nos ofendi¨® fue que nos llamaran gauchos¡ª, no son los alemanes los que est¨¢n en problemas