Tiempo de maduraci¨®n

Si alguien confiaba en que el encuentro entre los presidentes Rajoy y Mas cambiar¨ªa los pron¨®sticos sobre el intenso oto?o pol¨ªtico catal¨¢n, que pierda toda esperanza. En pol¨ªtica el di¨¢logo va unido a la negociaci¨®n. El di¨¢logo tiene que ver con las ideas y con los diagn¨®sticos, y requiere unos m¨ªnimos protocolos de comunicaci¨®n compartidos y una cierta voluntad de atender y entender los argumentos de la otra parte. La negociaci¨®n es otra cosa: la negociaci¨®n se refiere al poder y a los intereses. Lo que se est¨¢ dirimiendo en Catalu?a es una cuesti¨®n que afecta directamente al reparto del poder.

Del comunicado del presidente Rajoy y de las declaraciones del presidente Artur Mas se deduce que las dos partes no han superado la fase del di¨¢logo, previa a la negociaci¨®n: ni siquiera hay acuerdo sobre el diagn¨®stico del problema. Da la impresi¨®n de que el conflicto tiene todav¨ªa que madurar para entrar en la v¨ªa del pacto. Por tanto, ser¨¢ necesario completar la fase que lleva hasta el 9-N (convocatoria de la consulta, prohibici¨®n de la consulta) para que se imponga la necesidad de negociar, porque cualquier otro camino ser¨ªa peor.

Mas no celebrara un refer¨¦ndum ilegal que debilitar¨ªa al independentismo

Desde el Gobierno espa?ol se sigue creyendo que hay margen para que el contencioso se diluya y se cuenta con que la relaci¨®n de fuerzas est¨¢ de su parte; y desde el soberanismo catal¨¢n se conf¨ªa en obtener, de aqu¨ª al 9-N, una acumulaci¨®n de capital pol¨ªtico que le d¨¦ cierta iniciativa en la negociaci¨®n. La pol¨ªtica es tambi¨¦n el arte de encontrar el punto ¨®ptimo de maduraci¨®n de los problemas. Si el conflicto se pudre, las soluciones se complican. En este juego, Rajoy considera que no ha llegado el momento de tener que plantear una alternativa al refer¨¦ndum. Y Mas defiende su bandera: la consulta. Y afirma que, en la situaci¨®n en que estamos, ya ni siquiera el pacto fiscal ser¨ªa una propuesta satisfactoria.

Esta vez no ha habido portazo. No pod¨ªa haberlo, despu¨¦s de lo que ocurri¨® en 2012. Que la l¨ªnea de di¨¢logo quede abierta permitir¨¢ fabulaciones voluntaristas. Pero todo induce a pensar que nada se mover¨¢ por lo menos hasta el 9-N. Se convocar¨¢ la consulta, pero no se har¨¢, porque Mas no celebrara un refer¨¦ndum ilegal que debilitar¨ªa al independentismo.

La movilizaci¨®n ciudadana adquirir¨¢ mucho protagonismo, en un momento en el que CIU est¨¢ muy tocada por la ca¨ªda de Pujol. Oriol Junqueras ganar¨¢ autoridad en el liderazgo del soberanismo. Y la opci¨®n de las elecciones auton¨®micas anticipadas se le complicar¨¢ a Artur Mas, porque, aunque Pujol haya pagado su confesi¨®n con el hundimiento de su reputaci¨®n, la factura electoral queda para su partido. As¨ª llegaremos al final de lo que Artur Mas ha llamado la fase actual. ?Ser¨¢ este el punto de maduraci¨®n para desbloquear el conflicto o simplemente entraremos en otra fase de desencuentros? Con perd¨®n, cu¨¢ntas pesadeces nos ahorrar¨ªamos con un simple refer¨¦ndum.