Pobreza, desigualdad y reforma fiscal
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Esta entrada ha sido escrita porJos¨¦ Mar¨ªa Vera,Director de Oxfam Interm¨®n.
Hace unos d¨ªas me preguntaban por qu¨¦ Oxfam Interm¨®n se ha metido en un terreno tan pantanoso como es el de la reforma fiscal. Va una respuesta en tres datos. Espa?a es el segundo pa¨ªs m¨¢s desigual de la UE tras Letonia y aqu¨¦l en el que la desigualdad ha crecido m¨¢s, cuando la fiscalidad es un determinante de la pobreza y de la desigualdad extrema y una de las principales armas para combatirlas o exacerbarlas. Los exiguos 17 millones del Fondo contra la Pobreza Infantil anunciado hace unos d¨ªas sonrojan a cualquiera. La Cooperaci¨®n al Desarrollo se ha recortado en un 70 % desde 2010, un tajo que impacta en miles de seres humanos en riesgo de muerte a los que no llegar¨¢ la acci¨®n humanitaria y en infinidad de programas de desarrollo frustrados a medio camino.
Todo ello, y tantos otros recortes que afectan a las prestaciones sociales, se justifican con el mantra del d¨¦ficit y la falta de recursos. Y sin embargo la reforma fiscal, impulsada por el Gobierno y que entrar¨¢ pr¨®ximamente en el Congreso, supone dejar de ingresar al menos 5.000 millones de euros. ?Es consciente el gobierno de la situaci¨®n de cientos de miles de familias en la frontera del comedor social? ?Y de lo que se podr¨ªa hacer con esa cantidad, invertida en pol¨ªticas sociales o de fomento del empleo estable?
Se nos dice que se trata de dinero que se deja en manos de la poblaci¨®n para fomentar el consumo y la inversi¨®n. Sin embargo, como muestran los an¨¢lisis realizados por Oxfam Interm¨®n y otras organizaciones, el tajo a los impuestos favorece principalmente a las rentas m¨¢s altas y a la gran empresa multinacional. Las primeras ya alcanzaron su techo de consumo y en un entorno recesivo acumulan, no invierten.
Las segundas, salvo excepciones, no han hecho m¨¢s que destruir empleo en Espa?a desde el inicio de la crisis (y antes). Frente a las PYMES cuyo tipo efectivo en el impuesto de sociedades est¨¢ en el 16%, los grandes grupos apenas cotizan el 3,5 %, respecto al 30 % que deber¨ªan. Todo gracias a una sofisticada ingenier¨ªa fiscal que les permite eludir el pago, ya que tampoco lo hacen en otros pa¨ªses donde operan, a base de filiales en para¨ªsos fiscales y de aprovechar una normativa compleja y altamente tecnificada.
Cabe destacar que 33 de las 35 empresas del IBEX tienen filiales en para¨ªsos fiscales no vinculadas a su actividad principal. Esto ocurre tambi¨¦n en otras regiones como Am¨¦rica Latina donde las grandes fortunas y empresas tienen ubicados en para¨ªsos fiscales un capital equivalente al PIB de Brasil (2 billones de euros).
La escasa rebaja que supondr¨¢ esta reforma para las familias de menor ingreso ¨Cpara las de clase media apenas tiene efecto- se sentir¨¢ en 2017 y desde luego no compensar¨¢ la merma en prestaciones sociales (desempleo, discapacidad, integraci¨®n¡) ni el incremento de su gasto en salud o educaci¨®n por los recortes en estos servicios esenciales.
Se trata, por lo tanto, de una reforma fiscal menor que apenas aborda los retos nucleares de un sistema como el espa?ol, de los m¨¢s inequitativos de Europa y que en todo caso profundiza en algunos de ellos. La recaudaci¨®n se seguir¨¢ basando en el IVA, el m¨¢s regresivo de los impuestos y en un IRPF cuya progresividad se ver¨¢ mermada con esta reforma. Los 20.000 millones de euros que volaron del impuesto de sociedades (s¨ª, relean la cifra) con una ca¨ªda mucho menor de los beneficios, apenas volver¨¢n fruto de esta reforma. No reaparecen ni en el debate los impuestos sobre Patrimonio o Sucesiones, tampoco para las grandes fortunas, una de las mejores propuestas de Thomas Piketty en su libro ¡°El Capital en el Siglo XXI¡±. La lucha contra el fraude se queda en lo de siempre, medidas menores para lograr incrementos marginales, dada la escasa energ¨ªa puesta en la persecuci¨®n del gran fraude.
El resultado lo conocemos ya que lo llevamos combatiendo en Am¨¦rica Latina desde hace d¨¦cadas. Sociedades duales y fr¨¢giles, fuertemente divididas entre los que pueden pagar por sus derechos y los que no, los incluidos y los excluidos, atados a la pobreza, sujetos de asistencia en el mejor de los casos. Con gobiernos que operan para el 1%, una elite extractiva que usa infraestructuras, instituciones, mano de obra y apoyo p¨²blico en su beneficio, que se escapa y no contribuye al bien com¨²n.
?Queremos eso? Nosotros no. Nuestra misi¨®n de erradicaci¨®n de la pobreza y defensa de derechos nos empuja a comprometernos con la justicia social y por lo tanto con la justicia fiscal.
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