A¨²n quedan cosas por hacer

Hoy terminan mis hijos su campamento de verano. Como todos los veranos desde que pertenecen a un grupo scout, han salido unos d¨ªas para disfrutar de la naturaleza. Este a?o decidieron ir a una bonita zona pr¨®xima a un peque?o pueblo de la provincia de ?lava. Alquilaron el terreno y montaron su campamento: sus tiendas, sus letrinas, sus duchas, etc¨¦tera. Siempre respetando la ley y, sobre todo, cuidando respetar el entorno.

Como siempre, levantaron un m¨¢stil donde ondean las banderas de su grupo scout, del movimiento scout mundial y de Espa?a. Pues bien, este a?o unos vecinos del pueblo les ¡°sugirieron¡± arriar la bandera de Espa?a por ser una ¡°provocaci¨®n¡± que podr¨ªa tener consecuencias. Tras hablarlo los responsables del grupo, decidieron ser prudentes y arriar la bandera.

Cuando me enter¨¦ de este episodio me invadi¨® una profunda tristeza. S¨¦ que han hecho lo m¨¢s prudente y no se lo reprocho. Jam¨¢s pens¨¦ que la decisi¨®n de periodistas, pol¨ªticos, empresarios¡­ que tuvieron que emigrar del Pa¨ªs Vasco fuera reprochable. Y tampoco los que, bajo amenazas m¨¢s o menos veladas (como nuestros scouts), tuvieron que pagar un ¡°impuesto revolucionario¡± para garantizar su derecho a vivir. ?No es, en el fondo, lo mismo?

Lamentablemente, quedan cosas por hacer a favor de la libertad de verdad en el Pa¨ªs Vasco.¡ª Isabel Hern¨¢ndez.