?Qu¨¦ fue del siglo XX?

Primer tomo: im¨¢genes de la pel¨ªcula. Tomo dos: el making of, que incluye entrevistas originales con los principales responsables del dise?o de producci¨®n y con los expertos en efectos especiales de la pel¨ªcula. Tomo tres: el gui¨®n original completo de la pel¨ªcula, publicado por primera vez. Tomo cuatro: las notas de producci¨®n¡­

Desde su estreno, en 1968, parec¨ªa que ya se hubiera dicho todo sobre 2001: Una odisea del espacio ¨Cposiblemente, la pel¨ªcula m¨¢s famosa de todos los tiempos¨C, que ya no quedara nada por descubrir. Pero est¨¢ claro que no es as¨ª; y Piers Bizony, el autor de la exhaustiva obra The Making of Stanley Kubrick¡¯s ¡®2001: A Space Odyssey, presentada en Londres hace unas semanas (Taschen, 2014; ingl¨¦s; 500 euros) nos lo confirma: ¡°La gente seguir¨¢ hablando de 2001¡­ por siempre jam¨¢s, porque la mayor¨ªa de las pel¨ªculas de ciencia ficci¨®n son locuras que parecen obsoletas en cuanto se estrenan, mientras que la visi¨®n del futuro de Stanley Kubrick y Arthur Clarke (el autor del cuento en que se inspira la obra) sigue ret¨¢ndonos despu¨¦s de medio siglo.

A menudo se ha dicho (de hecho, se sigue diciendo) que el ¨¦xito de la pel¨ªcula se debe exclusivamente a sus efectos especiales, porque estos revolucionaron el g¨¦nero de la ciencia-ficci¨®n hasta el punto de generar un¡°antes y un despu¨¦s de 2001¡­¡±, con el resultado de constantes intentos por copiarlos ¨Ctan despererados como in¨²tiles, ya que, pese a los avances tecnol¨®gicos, en casi medio siglo nadie ha conseguido ni siquiera acercarse a su potencia¨C. Seg¨²n Bizony, el secreto de la eterna juventud de 2001¡­ es ¡°el hecho de que no ayuda al espectador en ning¨²n sentido. No te dice qu¨¦ debes pensar o responder. En cierto sentido es una pel¨ªcula fr¨ªa, distante y sin sentimentalismos. Y como toda gran obra, est¨¢ infinitamente abierta a interpretaciones. Cada vez que la veo, descubro detalles nuevos. Nunca me canso de verla, porque cada fotograma es como una gran obra de arte. Es una pel¨ªcula que da que pensar¡±.

'2001' no te dice qu¨¦ debes pensar o responder. Y como toda gran obra, est¨¢ infinitamente abierta a interpretaciones" Piers Bizony, autor de The Making of Stanley Kubrick¡¯s ¡®2001: A Space Odyssey'

Sin embargo, el porqu¨¦ de la inagotable actualidad de esta obra maestra tiene muchas otras respuestas. Entre ellas: la inigualable capacidad de Stanley Kubrick de unir, de forma plausible, los or¨ªgenes de la Humanidad con un futuro a¨²n lejano; el hecho de conseguir contar una historia tan compleja casi sin di¨¢logos; el hecho de afrontar con d¨¦cadas de adelanto ¨Canticipado solo por el genial Chaplin¨C nuestra brechtiana relaci¨®n con la tecnolog¨ªa; por su fidelidad cient¨ªfica; y, desde luego, por la extraordinaria teor¨ªa que subyace a la obra ¨Cbastante evidente, aunque jam¨¢s revelada en estos t¨¦rminos por el director, quien siempre prefiri¨® dejar florecer todo tipo de interpretaciones¨C, a saber: que por m¨¢s que el ser humano parezca avanzar, en realidad siempre va (vamos) a tientas, pues termina inevitablemente hall¨¢ndose al borde del abismo de lo desconocido, es decir, frente al c¨¦lebre, misterioso, faustiano monolito¡­ Tomando prestado un verso del fil¨®sofo y poeta italiano Pasquale Panella, podr¨ªamos decir qure la teor¨ªa de 2001: Una odisea del espacio es: ¡°Estamos en la prehistoria: he aqu¨ª una frase que durar¨¢¡±.

Volviendo a la monumental obra en cuatro tomos de Piers Bizony, no est¨¢ de m¨¢s mencionar aqu¨ª que su realizaci¨®n le ha llevado casi tanto tiempo como a Kubrick rodar la pel¨ªcula. ¡°Tres a?os, casi sin parar¡±, admite. ¡°Tard¨¦ varios meses en cerrar los acuerdos y las cuestiones legales con la familia Kubrick, con Warner Bros. (detentores de los derechos de la pel¨ªcula) y con la editora Taschen. Todo fue bien, pero muy lento. Luego me puse a trabajar con la University of the Arts (UAL, Londres) donde se encuentran los archivos f¨ªsicos. Fui all¨ª innumerables veces, durante varios meses, para identificar las im¨¢genes y documentos m¨¢s ¨²tiles para el libro. Luego, los escaneados de las im¨¢genes seleccionadas y, por supuesto, todo el cap¨ªtulo de los textos¡­ Tres a?os muy ocupados, pero tambi¨¦n llenos de disfrute. Ha sido un aut¨¦ntico privilegio¡±.

El gran esfuerzo de Piers Bizony explica en parte el elevado precio de la edici¨®n (500 euros), pero el valor divulgativo de esta obra (que sea o no ¡°definitiva¡± es algo que, trat¨¢ndose de 2001¡­, habr¨¢ que ver) es tan alto que todos los admiradores de Stanley Kubrick (Nueva York, 1928 - Londres, 1999) esperamos una de dos: ganar un d¨¦cimo de la loter¨ªa o que pronto se publique una versi¨®n m¨¢s asequible.