El Gibraltar sumergido
La UE ve razones para investigar el contrabando de tabaco y blanqueo de capitales en la colonia
La Comisi¨®n Europea exhorta al Gobierno de Gibraltar a atajar los presuntos delitos de contrabando y blanqueo de capitales que la Oficina contra el Fraude de la Uni¨®n Europea ha detectado en la colonia. Por su parte, y siguiendo la recomendaci¨®n de esa Oficina, la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional abrir¨¢ diligencias en relaci¨®n a esas pr¨¢cticas, que ¡°afectan a intereses financieros o de otro orden de la UE¡±.
Conflictos coyunturales diversos (sobre las aguas jurisdiccionales, aeropuerto, pesca, etc¨¦tera), con cierta tendencia a emerger en el est¨ªo, marcan el camino hacia una salida al contencioso hist¨®rico de Gibraltar: un problema de soberan¨ªa en el que por un lado se invoca el criterio poblacional (la voluntad de sus habitantes de mantenerse como parte de Reino Unido) y por otro, el de integridad territorial que reclama Espa?a. Contra lo que en su d¨ªa se pens¨®, la integraci¨®n de ambos pa¨ªses en la Uni¨®n Europea no ha sido suficiente acicate para posibilitar un acuerdo satisfactorio para las partes.
Pero puede que sirva para encontrar al menos soluciones a algunos de esos problemas que vienen envenenando la relaci¨®n entre las poblaciones vecinas y dificultando acuerdos m¨¢s de fondo. El a?o pasado los problemas fueron el lanzamiento de bloques de hormig¨®n, el suministro de combustible a barcos fondeados en la zona (bunkering) y, sobre todo, las colas interminables provocadas por el rigor en los registros fronterizos para interceptar material de contrabando.
Editoriales anteriores
Hace un a?o, David Cameron pidi¨® a Bruselas el env¨ªo de una comisi¨®n t¨¦cnica que verificase los agravios invocados y en particular si los controles en la frontera eran proporcionados, como sosten¨ªa el Gobierno espa?ol, o una forma de incomodar a la poblaci¨®n local y presionar a las autoridades gibraltare?as en relaci¨®n al contencioso de fondo, como sosten¨ªa el Gobierno de Gibraltar. El presidente Rajoy, exigi¨® por su parte que la comisi¨®n investigase tambi¨¦n si la fiscalidad de la colonia vulneraba las normas comunitarias.
El resultado de la comisi¨®n de expertos fue que ni el lanzamiento de los bloques de hormig¨®n ni el bunkering vulneraban la legislaci¨®n medioambiental europea. Pero la actuaci¨®n en paralelo de la Oficina Antifraude de la UE verific¨® la dimensi¨®n del contrabando (110 millones de cajetillas de tabaco importadas a la colonia en 2013), imposible de explicar si no era para ser revendido bajo cuerda en Espa?a a un precio muy inferior al de los estancos, por no incluir impuestos.
Los ingresos que este tr¨¢fico garantiza a las mafias que lo controlan son los que deja de percibir la Hacienda espa?ola. Un negocio que aporta una quinta parte del PIB de Gibraltar, al que habr¨ªa que sumar los resultados de la industria del blanqueo de capitales al amparo de una fiscalidad sin competencia posible. Aunque la cuesti¨®n hist¨®rica siga sin resolverse, no ser¨ªa poca cosa acabar con estos abusos justificados con el argumento de que Espa?a se los inventa o exagera por motivos pol¨ªticos.
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