Un hospital sin batas blancas
Los doctores Bang vencieron la resistencia de la poblaci¨®n tribal india para ir a los hospitales
Desde su poblado de Shodhgram, en el centro de la India, el equipo de Search, liderado por los doctores Abhai y Rani Bang, ya hab¨ªan desarrollado un m¨¦todo para reducir las muertes de beb¨¦s en los pa¨ªses en desarrollo. Tambi¨¦n hab¨ªan publicado dos estudios sobre pulmon¨ªa infantil y problemas ginecol¨®gicos en mujeres en la India rural que hab¨ªan influido en la agenda global sobre salud p¨²blica. Pero faltaba algo mucho m¨¢s cercano: ofrecer cuidado m¨¦dico a la poblaci¨®n tribal, que viv¨ªa aislada y apenas sal¨ªa de sus aldeas.
Los Bang acudieron a los poblados tribales a hablar con sus habitantes. ?Por qu¨¦ eran tan reacios a acudir a hospitales convencionales? La poblaci¨®n tribal se quejaba de que los centros sanitarios eran lugares grandes y complicados cuyo funcionamiento no comprend¨ªan. Adem¨¢s, estaban llenos de gente con batas blancas, pero los tribales vest¨ªan de blanco los cuerpos de los muertos antes de enterrarlos. ?C¨®mo se pod¨ªa mejorar de una enfermedad en un lugar donde la gente vest¨ªa como los muertos? La respuesta de Search: su hospital ser¨ªa un lugar sencillo, cuya construcci¨®n recordar¨ªa a las casas tribales, y los doctores no llevar¨ªan batas blancas.
Pero a¨²n hab¨ªa m¨¢s. En las aldeas tribales, la familia acompa?a y ayuda al enfermo durante su dolencia. En los hospitales convencionales, sin embargo, los familiares no eran bienvenidos y se ten¨ªan que marchar y se perd¨ªan en la ciudad. O solo pod¨ªan ver a los pacientes durante unas horas determinadas, pero los tribales no ten¨ªan ni saben de relojes. Adem¨¢s, el proceso de curaci¨®n siempre ocurre bajo la mirada de un dios, y en los hospitales no hab¨ªa dioses. De acuerdo, dijeron los Bang, nuestro hospital podr¨¢ alojar tambi¨¦n a las familias y estar¨¢ presidido por la diosa tribal Danteshwari.
La poblaci¨®n tribal, satisfecha, se ofreci¨® voluntaria a construir en Shodhgram varios kutis, peque?as casas tradicionales que servir¨ªan para alojar a pacientes y familias. El resultado fue un hospital modelado seg¨²n las aldeas tribales que abri¨® en 1994. La sala de registro y de espera del centro recuerda a un ghotul, una caba?a que en las aldeas tribales sirve para que esperen los visitantes. Solo tiene una planta y una estructura sencilla donde las consultas se reparten alrededor de un patio con ¨¢rboles y bancos. Y la diosa Danteshwari est¨¢ en una peque?a capilla junto a la entrada de Shodhgram y ha probado ser ¨²til. "Si les dij¨¦ramos que las enfermedades est¨¢n causadas por g¨¦rmenes, nos dir¨ªan que d¨®nde est¨¢n, ?qui¨¦n los ha visto? Pero si les decimos que Danteshwari quiere que est¨¦n limpios y les pide que se vacunen, entonces s¨ª lo aceptan", recuerda el doctor Bang.
Hoy, el hospital de Search abre unos 360 d¨ªas al a?o y tres m¨¦dicos, incluyendo a Rani Bang, que es la directora, y otros dos formados en una disciplina que en la India combina la medicina moderna con la tradicional, realizan unas 25.000 consultas al a?o. Est¨¢n asistidos por tres enfermeras y otras seis asistentes de enfermer¨ªa que, junto con parte del personal t¨¦cnico, son gente de la zona formada por Search.
Los pacientes pagan 10 rupias para registrarse (unos 12 c¨¦ntimos de euro) y tienen acceso a todas las consultas necesarias. Si necesitan pruebas de laboratorio, pueden acabar pagando unas 60 o 70 rupias m¨¢s (entre 75 y 85 c¨¦ntimos, y las medicinas que les receten las pueden comprar en la farmacia del hospital que solo vende productos gen¨¦ricos y de bajo coste. Cuando un paciente ha de quedarse ingresado, el coste diario es de 75 rupias (unos 90 c¨¦ntimos). Si tiene que comprar alguna medicina, el total puede ascender a unas 100 rupias por d¨ªa (unos 1,20 euros). Si parte de su familia tambi¨¦n se aloja en el hospital, el coste de las comidas es de 20 o 25 rupias por persona y raci¨®n (entre 25 y 30 c¨¦ntimos), o la gente puede llevar sus propios alimentos y cocin¨¢rselos all¨ª. En un hospital p¨²blico el precio total ser¨ªa el doble o el triple, y en un centro privado podr¨ªa llegar a ser entre 10 y 20 veces m¨¢s, seg¨²n el propio personal de Search.
Pero no solo los costes para los pacientes son menores que en los dem¨¢s hospitales. "Nadie viene a trabajar aqu¨ª a no ser que est¨¦ realmente motivado", comenta Yogesh Kalkonde, el jefe m¨¦dico. Su historia y la de su mujer recuerda a la de los Bang: despu¨¦s de realizar una investigaci¨®n posdoctoral en Houston, en Estados Unidos, decidieron regresar a la India e instalarse en Shodhgram, donde hoy el mayor sueldo posible es de 30.000 rupias (unos 370 euros). Como comparaci¨®n, un m¨¦dico en un centro de salud primaria en un poblado cobra unas 48.000 rupias (unos 600 euros). Un especialista en un hospital en una ciudad cobrar¨ªa bastante m¨¢s.
El hospital de Search combina la medicina moderna con la tradicional
Cada a?o, el hospital de Search organiza varios campamentos de cirug¨ªa y el precio de las operaciones va de 2.000 a un m¨¢ximo de 5.000 rupias (entre 25 y 60 euros), que incluyen la cirug¨ªa y una estancia de 10 d¨ªas para el paciente. En un centro p¨²blico de sanidad, el coste total ser¨ªa de entre 5 y 10 veces m¨¢s. En un hospital privado, el precio ser¨ªa much¨ªsimo mayor.
"Es mejor aqu¨ª [en Shodhgram] que en un hospital p¨²blico", asegura Dutta Tumram, de 23 a?os y de una aldea tribal. "Las instalaciones son mejores, si llamamos a un doctor normalmente viene de inmediato, y aqu¨ª uno se siente como en casa, es un entorno mejor". Ella y su marido Manesh, de unos 30 a?os, llevan varios d¨ªas en el hospital con su hijo Harsh, de a?o y medio y que ha sido operado de hernia cong¨¦nita. Despu¨¦s de la operaci¨®n el ni?o no dejaba de llorar y uno de los m¨¦dicos le diagnostic¨® pulmon¨ªa e inici¨® el tratamiento de inmediato.
No solo el hospital, sino todo Shodhgram est¨¢ construido en parte inspirado por una aldea tribal. "Dise?ar Shodhgram me llev¨® dos o tres a?os, mi esfuerzo era intentar combinar Sevagram, el poblado de Gandhi, con una aldea tribal", describe hoy el doctor Bang. "Donde uno tuviera el tipo de ambiente que hab¨ªa en el poblado de Gandhi, que te inspiraba a alzarte m¨¢s all¨¢ de tu cuerpo, pero que al mismo tiempo un tribal no se sintiera fuera de lugar".
Investigar para servir a los pobres
Con el objetivo de conferir ¡°Aarogye Swaraj¡± (autonom¨ªa de la salud) a los poblados, el trabajo de Search no se limita al hospital. Los Bang y su equipo han realizado investigaciones m¨¦dicas y organizado campamentos sobre la salud sexual y el consumo de alcohol y tabaco de la poblaci¨®n local que luego pueden encontrar aplicaci¨®n m¨¦dica m¨¢s all¨¢ de Gadchiroli.
El prestigio de Search y los Bang ha atra¨ªdo, adem¨¢s, a investigadores como Bhupendra Kosary, un joven de 27 a?os que trabajaba en Chennai, la antigua Madr¨¢s, en la industria del turismo sanitario, en auge en la India. Bhupendra acab¨® disgustado por la enorme diferencia entre los cuidados m¨¦dicos que se pod¨ªan permitir ricos y pobres. Dej¨® su trabajo y, buscando organizaciones que trabajaran en el acceso de los pobres a la salud, encontr¨® Search. "Pens¨¦ que mi sue?o se hab¨ªa hecho realidad aqu¨ª", cuenta con timidez en la sala de investigaci¨®n en Shodhgram, donde un retrato de Gandhi observa los escritorios, ordenadores y libros repartidos por la sala.
Shodhgram se ha rodeado de una aureola que atrae a quienes quieren cambiar de vida o ir como voluntarios. Una de ellos es Varsha Kadam, una ingeniera inform¨¢tica de 40 a?os que naci¨® y creci¨® en Mumbai. Varsha llevaba tres a?os colaborando con ONGs que trabajan con pacientes de c¨¢ncer, pero se sent¨ªa frustrada y quer¨ªa colaborar con una organizaci¨®n que intentara dar autonom¨ªa a los pacientes. "[El doctor Bang] consigui¨® que estos poblados fueran independientes, eso es lo que me gusta de Search", comenta en uno de los comedores de Shodhgram, pensado para los trabajadores m¨¢s j¨®venes, a¨²n solteros, y los visitantes.
Varsha dej¨® atr¨¢s su vida urbana en Mumbai y se comprometi¨® a trabajar como voluntaria durante un a?o en Shodhgram, adonde lleg¨® en enero. "Soy una chica de ciudad, al principi¨® me asust¨® Bodhali [uno de los poblados de la zona], aseos comunes, todas esas cosas, fue duro, me estoy adaptando poco a poco", dice con timidez. ¡°Es muy dif¨ªcil, vivir y trabajar [en estos poblados], yo siempre hab¨ªa trabajado en entornos corporativos, con aire acondicionado¡ Ahora entiendo lo que es que alguien tenga que trabajar duro durante cuatro meses bajo el sol, poniendo todo su esfuerzo todo el tiempo". En Gadchiroli hace calor todo el a?o y en los meses m¨¢s c¨¢lidos, mayo y junio, la temperatura se acerca a los 50 grados.
Shodhgram es una lugar particular en el que llaman la atenci¨®n el silencio y la calma que se respira en todo momento. Sus habitantes caminan tranquilamente por los caminos limp¨ªsimos, rodeados de ¨¢rboles y p¨¢jaros, y hablan en voz baja. Parece que aqu¨ª el estr¨¦s no tiene sitio, un cierto sentimiento de paz emana del lugar y de las personas. Esta sensaci¨®n es tambi¨¦n resultado del enorme contraste entre Shodhgram y los poblados de alrededor, sucios y ruidosos, sin apenas agua corriente ni saneamientos, con cortes de electricidad constantes y donde la gente ha de trabajar duro para poder sobrevivir. Hasta el calor es m¨¢s llevadero en Shodhgram, donde la luz blanca del sol es tamizada por la cubierta verde de los ¨¢rboles, mientras que en los poblados el sol cae sin piedad.
Pero esta vida no es apta para todo tipo de personas. Una estudiante de enfermer¨ªa que est¨¢ pasando unos d¨ªas en Shodhgram junto con varias compa?eras, como parte de las pr¨¢cticas de uno de sus cursos, confiesa en voz baja durante una conversaci¨®n informal que est¨¢ harta y aburrida y que solo quiere marcharse de all¨ª. Por otro lado, la excepcionalidad de esta aldea tambi¨¦n significa que alguien que la visitara y no fuera a los otros poblados podr¨ªa llevarse una impresi¨®n equivocadamente buc¨®lica de la vida rural en esta parte de la India.
Es en el contexto de este entorno, para algunos id¨ªlico y para otros tedioso, y de esta vida comunal de personas dedicadas fervientemente al servicio de los pobres, que la intervenci¨®n contra la mortalidad infantil de Search logr¨® unos resultados tan espectaculares. Una de las causas de que la aplicaci¨®n del modelo de los Bang a contextos m¨¢s amplios est¨¦ chocando con dificultades pr¨¢cticas, adem¨¢s de los problemas de escala, es que idealmente se necesitan personas tan preparadas, motivadas y dedicadas como el equipo de Search, algo m¨¢s dif¨ªcil de encontrar entre los funcionarios de Gobiernos como el de la India y de otros pa¨ªses.
Un lugar que no podr¨ªa ser m¨¢s diferente a Shodhgram es Delhi, la capital de la India. Una ciudad enorme, de unos 22 millones de habitantes, que sigue creciendo r¨¢pidamente, de contrastes tremendos entre la riqueza de unos pocos y la pobreza de la mayor¨ªa. Y es en las zonas pobres de ciudades como esta, en sus barrios de chabolas, donde la mortalidad infantil va a seguir presentando batalla.
Ese es el quinto de una serie de seis cap¨ªtulos titulada "?Est¨¢ la respuesta a la mortalidad infantil en un poblado de la India?". Cada martes publicaremos una nueva entrega.
Los gastos de realizaci¨®n de este trabajo ha sido cubiertos gracias a una subvenci¨®n del European Journalism Centre, financiada por la Bill & Melinda Gates Foundation. Los reportajes han sido elaborados con completa independencia editorial.
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