Accidentes y rescates
La falta de experiencia y de planificaci¨®n es una de las principales causas de los accidentes de monta?eros
En mayo de 1953 el escalador neozeland¨¦s Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay hollaron la cima m¨¢s alta del planeta tras un esfuerzo tit¨¢nico. Sesenta a?os despu¨¦s de hist¨®rica aquella haza?a, el Everest se ha convertido en una monta?a tur¨ªstica a la que millonarios exc¨¦ntricos ascienden rodeados de un ej¨¦rcito de porteadores cargados con bombonas de ox¨ªgeno y bolsitas de t¨¦. El alpinismo cl¨¢sico, concebido como un desaf¨ªo deportivo, ha dado paso a expediciones comerciales que han sepultado el esp¨ªritu aventurero de los que se consideraban a s¨ª mismos ¡°conquistadores de lo in¨²til¡±.
Sin necesidad de ir tan lejos, muchos escaladores aficionados y senderistas domingueros se lanzan a los montes espa?oles como quien va de pic-nic. Con una deficiente preparaci¨®n y sin calibrar riesgos, son muchos los que se topan con adversidades que podr¨ªan haber sido solventadas, por ejemplo, con solo consultar el servicio meteorol¨®gico antes de emprender la marcha.
La falta de experiencia y de planificaci¨®n es una de las principales causas de los accidentes en los que se ven involucrados monta?eros. A veces el detonante es m¨¢s grave: la imprudencia o la negligencia. Por un motivo o por otro, la Guardia Civil realiz¨® el a?o pasado en los montes espa?oles casi 900 rescates de deportistas que hab¨ªan sufrido percances, en los que se registraron m¨¢s de 90 muertos. A veces, estas operaciones de auxilio provocan otros accidentes m¨¢s graves, como el que este verano le ha costado la vida a tres guardias civiles en los Picos de Europa al socorrer a un joven con una fractura de tobillo. Los agentes fallecieron al estrellarse el helic¨®ptero con el que hab¨ªan llegado al lugar del suceso.
Aunque no sirven para evitar tragedias, algunas comunidades han impuesto a deportistas o excursionistas imprudentes, tasas que est¨¢n obligados a pagar cuando los servicios de emergencias salen en su b¨²squeda. No cabe duda de que estos m¨¦todos pueden ser eficaces para mitigar los accidentes, aunque tambi¨¦n ser¨ªa bueno lanzar campa?as de concienciaci¨®n al estilo de las de tr¨¢fico. Y quiz¨¢ un carn¨¦ por puntos para monta?eros descuidados.
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