Asumir la amenaza
El Gobierno debe sumarse, con respaldo de la sociedad, a la acci¨®n global contra el yihadismo
La decapitaci¨®n ante las c¨¢maras del periodista estadounidense Steven Sotloff, que ampl¨ªa la lista de cr¨ªmenes atroces cometidos por el Estado Isl¨¢mico (EI) en Irak, debe empujar a los pa¨ªses occidentales a actuar; a asumir que estamos ante una realidad que no se da en en un escenario ajeno y lejano. Es una salvajada que apunta al coraz¨®n mismo de las democracias, de la libertad de creencias y de los derechos humanos.
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No se trata ¨²nicamente ¡ªaunque tambi¨¦n¡ª de que los Gobiernos finalmente admitan la necesidad de intervenir contra el EI: es urgente que las sociedades a las que representan tomen conciencia de que si no se hace nada, su modo de vida ¡ªincluyendo la libertad de expresar el descontento por el funcionamiento del sistema¡ª est¨¢ amenazado. Las sociedades no pueden acostumbrarse al goteo incesante de im¨¢genes con torturas y martirios de seres inocentes en la creencia err¨®nea de que se trata de una injusticia lejana que remotamente puede afectar a nuestro d¨ªa a d¨ªa. Hay cientos de personas con pasaporte europeo en Siria e Irak que comparten ideolog¨ªa y trincheras ¡ªy seguramente torturan y matan a inocentes¡ª con los miembros del movimiento que se vanagloria de sus cr¨ªmenes en nombre de una interpretaci¨®n religiosa de la civilizaci¨®n que horroriza a los mismos musulmanes.
Es necesario, por lo tanto, asumir la amenaza y actuar en consecuencia. El Gobierno alem¨¢n as¨ª lo ha entendido y ha decidido tomar una iniciativa ¡ªenviar armas a los kurdos para que se defiendan de las acometidas del EI¡ª impopular y arriesgada por razones hist¨®ricas y de opini¨®n p¨²blica en esa sociedad. Berl¨ªn no ha aprobado participar en una misi¨®n multinacional de pacificaci¨®n como en Kosovo o Afganist¨¢n, sino que se alineado con una de las partes ayud¨¢ndola a hacer la guerra para ganarla. La decisi¨®n de Angela Merkel de facilitar armas, y armas sofisticadas, a los peshmergas kurdos y de apoyar sin reservas al Gobierno democr¨¢tico de Irak en su lucha contra el Estado Isl¨¢mico podr¨ªa ser interpretada como un movimiento t¨¢ctico. No es as¨ª. Se trata de una declaraci¨®n de principios sobre una manera de entender el mundo y las relaciones entre sus naciones libres seg¨²n la cual el desmoronamiento del orden ¡ªentendido como sistema de libertades¡ª en una zona afecta a todos, incluyendo a Europa.
Y un hecho fundamental; Merkel ha adoptado la decisi¨®n y la ha explicado ampliamente, tanto a su propia opini¨®n p¨²blica como a las de otros pa¨ªses, incluyendo Espa?a, tal y como comprobaron los lectores de EL PA?S en el art¨ªculo que ayer public¨® el ministro de Exteriores alem¨¢n Frank-Walter Steinmeier.
Espa?a tambi¨¦n debe asumir su responsabilidad ante la amenaza que el Estado Isl¨¢mico representa, para Irak y Oriente Pr¨®ximo, y para todos los pa¨ªses europeos. Ciudadanos con pasaporte espa?ol reciben entrenamiento en Siria directamente del autor de al menos siete asesinatos. Y ciudadanos espa?oles son reclutados en territorio espa?ol para engrosar las filas de los que mutilan, crucifican y asesinan en masa. Esos ciudadanos volver¨¢n alg¨²n d¨ªa, probablemente con escasas intenciones de retomar su vida anterior como si nada hubiera pasado. Lo har¨¢n para continuar como puedan lo que consideran su misi¨®n, independientemente del dolor y la destrucci¨®n que pueda causar.
Algunos gobiernos, como el del brit¨¢nico David Cameron, han anunciado medidas para tratar de evitar que esto ocurra. Pero es dif¨ªcil que una decisi¨®n administrativa ¡ªadem¨¢s, de muy complicado encaje legal, como negar la entrada a un ciudadano en su propio pa¨ªs¡ª pueda atajar un problema para el que se requiere, adem¨¢s de un consenso general, la voluntad de actuar con firmeza y de asumir las consecuencias.
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