Desdentados
Lo que tal vez quede del quinquenio de Hollande es su forma de nombrar a la gente pobre: los ¡°desdentados¡±
El cuerpo es el primero que reacciona ante ciertas noticias. Se ponen los pelos de punta. Se abisman los ojos. Tiemblan las ventanas de la nariz. Se revuelven las tripas. El ci¨¢tico trasmite un cablegrama a la rodilla. Se nublan los sentidos. A m¨ª, de vez en cuando, se me cae un diente. Como quien se baja de la Historia. Al principio pensaba que era una met¨¢fora. Un derecho humano convertido en un desecho humano. Pero no, es un hueco verdadero de extrema nostalgia. Esta vez se me ha ca¨ªdo uno por culpa del presidente franc¨¦s. Hollande no fue elegido por la grandeur de la dentadura, sino porque tra¨ªa algo de esperanza en la boca para conjurar el Malestar europeo. Frenar la desigualdad y poner coto al sadismo econ¨®mico. Pero en su disfraz de hombre corriente escond¨ªa la tercera caricatura de Luis Napole¨®n. Despu¨¦s de la resentida revelaci¨®n de su ex, Val¨¦rie Trierweiler, lo que tal vez quede del quinquenio de Hollande es su forma de nombrar a la gente pobre: los ¡°desdentados¡±. Ser¨¢ su marca. En un pat¨¦tico blas¨®n podr¨¢ colocar esa leyenda: Sen-dents.A m¨ª ya se me hab¨ªa ca¨ªdo un diente con Sarkozy, cuando le espet¨® el ¡°Cass¡¯toi pov¡¯con¡± (?l¨¢rgate, gilipollas!) a un campesino que no quiso darle la mano. Y uno m¨¢s, con la diputada espa?ola Fabra. Fue ella gritar ¡°?Qu¨¦ se jodan (los pobres)!¡±, y all¨¢ va, otro diente al carajo. El ¨²ltimo ca¨ªdo fue con la noticia de la sanci¨®n al bombero coru?¨¦s que se neg¨® a participar en el desahucio de una anciana. Cre¨ª que le iban a dar la medalla al M¨¦rito Civil, y le han puesto una multa de 600 euros. Menos mal que en Brasil, el campesino Ze Gomes, de 90 a?os, agradece al Gobierno federal que le hayan puesto una nueva dentadura.
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