La historia muda de los analfabetos
En Espa?a hay cerca de 730.000 personas que no saben leer ni escribir, el 67% son mujeres Un centro de educaci¨®n para adultos de Sevilla recibe el premio de Alfabetizaci¨®n de la Unesco
Est¨¢n aprendiendo a escribir la palabra historia. La maestra pregunta c¨®mo empieza a deletrearse y las alumnas, de hasta 68 a?os, responden probando suerte: ¡°Con i latina, con y griega, con may¨²sculas...¡± Segundos despu¨¦s se desvela la inc¨®gnita. Era con h muda, la del silencio, la de la ausencia. La h de la historia que no ha dado voz a su educaci¨®n durante los siglos XX y XXI. Este 8 de septiembre se celebra el D¨ªa Internacional de la Alfabetizaci¨®n y en Espa?a quedan 730.000 personas analfabetas, 490.000, el 67%, son mujeres, seg¨²n indican los ¨²ltimos datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (2011). Han sobrevivido preguntando todo a las personas que les rodean, confiando en ellas. Qu¨¦ tipo de leche est¨¢n comprando, a la calle a la que quieren ir, qu¨¦ autob¨²s tienen que tomar, c¨®mo marcar en el tel¨¦fono¡ No tienen carnet de conducir, no entienden los mapas ni lo que firman en los contratos, no usan ordenadores ni m¨®viles con Internet, nunca han le¨ªdo un libro. Coinciden en sentir verg¨¹enza.
Programa de doble galard¨®n
Doble ¨¦xito. El programa de alfabetizaci¨®n desarrollado por el Centro de Educaci¨®n Permanente (CEPer) de adultos Pol¨ªgono Sur de Sevilla est¨¢ de enhorabuena. Ha recibido en tres meses el Premio Confucio de Alfabetizaci¨®n de la Unesco y el galard¨®n Nacional de Educaci¨®n Miguel Hern¨¢ndez. "Estamos felices. Para nosotros es un orgullo este m¨¢ximo reconocimiento, poder compartir nuestra experiencia y aprender de otras", destaca Ana Garc¨ªa, directora del CEPer, que este 8 de septiembre, D¨ªa Internacional de la Alfabetizaci¨®n, estar¨¢ en Banglad¨¦s recogiendo el galard¨®n de la Unesco. Seg¨²n considera, la clave del programa doblemente premiado est¨¢ en romper los muros de la escuela, salir a la calle y colaborar con las entidades para hacer posible que los alumnos puedan estudiar y desarrollarse. "Hemos montado aulas entre mercadillos, hemos trabajado en red con Salud, centros penitenciarios, Tr¨¢fico¡ lo que ha sido necesario", detalla Garc¨ªa.
La dotaci¨®n econ¨®mica de este galard¨®n es de 20.000 d¨®lares (15.200 euros) y la del primer Premio Nacional de Educaci¨®n Miguel Hern¨¢ndez, de 38.000 euros. "Vamos a decidir entre todos que haremos con el dinero. De momento ser¨ªa necesario mejorar las infraestructuras. Pero tambi¨¦n hemos pensado en crear becas, concursos literarios, hacer una ludoteca para que las madres puedan dejar ah¨ª a sus hijos y puedan asistir a clase, que los alumnos escriban sus historias de vida¡ son muchas ideas que decidiremos entre todos", enumera Garc¨ªa, que mostr¨® su disgusto con el Ministerio de Educaci¨®n cuando recibi¨® el galard¨®n nacional en Madrid por no poder leer en p¨²blico su discurso de agradecimiento en el que defend¨ªa la escuela p¨²blica. "Nos pareci¨® una desconsideraci¨®n. Nos avisaron 24 horas antes del acto de que no lo leer¨ªamos", explica Garc¨ªa, que sali¨® a recoger el diploma en Madrid mostrando la reconocida camiseta verde en la que se lee "educaci¨®n p¨²blica de todos, para todos".
En uno de los p¨¢rrafos del texto se le¨ªa: "Agradecer a la escuela p¨²blica y a todas las entidades e instituciones que la defienden y apuestan por ella, a¨²n en los tiempos que corren, porque es la ¨²nica que pertenece al pueblo, que construimos d¨ªa a d¨ªa todos y todas y que asegura una educaci¨®n laica, igualitaria, y de calidad a las personas, independientemente de su procedencia, nivel socioecon¨®mico o creencias". Respecto a esta pol¨¦mica, fuentes del Ministerio de Educaci¨®n informan: "Los responsables del centro no enviaron el discurso a tiempo para la organizaci¨®n de la agenda y se eligi¨® otro de los que llegaron en plazo y que se ajustaba al tiempo previsto y al objetivo de los premios". Pero por otro lado, la directora del centro responde: "Nunca nos avisaron de que hubiese plazo de entrega del discurso de agradecimiento. Habl¨¦ con los t¨¦cnicos y me dijeron que lo enviara sin problema, adem¨¢s no superaba los cinco minutos que nos hab¨ªan indicado", explica Garc¨ªa, que reparti¨® fotocopias del discurso en el acto y lo colg¨® en Internet.
¡°Yo le sol¨ªa decir a la mujer del banco que me leyera lo que ten¨ªa que firmar, que no me hab¨ªa tra¨ªdo las gafas y no ve¨ªa la letra peque?a. Pero era mentira, claro¡±, cuenta Dolores Fern¨¢ndez, de 68 a?os. Ahora ense?a orgullosa sus apuntes con la palabra historia bien escrita tras el dictado de la clase de alfabetizaci¨®n de la asociaci¨®n Los Vencedores, situada en el barrio Mart¨ªnez Monta?¨¦s de Sevilla, con un 50% de analfabetismo, declarado por la Uni¨®n Europea de actuaci¨®n preferente por su alto grado de exclusi¨®n social y ubicado en una zona conocida como las Tres Mil Viviendas. ¡°Nunca pude estudiar porque empec¨¦ a trabajar cuando era una ni?a y despu¨¦s me cas¨¦ y cri¨¦ a mis hijos. Ahora s¨¦ expresarme mejor¡±, cuenta. De las 490.000 mujeres analfabetas que hay en Espa?a, 280.000 (el 57%) tienen entre los 65 y 84 a?os.?
¡°El perfil de la persona analfabeta en Espa?a responde a dos fen¨®menos. Uno residual, que es el de mayores de 65 a?os que tuvieron que ponerse a trabajar muy j¨®venes o a cuidar a familiares. Y otro fen¨®meno marginal vinculado a las minor¨ªas ¨¦tnicas o inmigrantes¡±, detalla Antonio Vi?ao, profesor em¨¦rito de la Universidad de Murcia y autor de La alfabetizaci¨®n en Espa?a: Un proceso cambiante en un mundo multiforme.?
La risue?a Carmen P¨¦rez, de 71 a?os, ilustra el primer fen¨®meno. Trabaj¨® desde los nueve hasta los 66 como asistenta en una casa y nunca aprendi¨® a leer. Ahora, conforme avanza en sus estudios, dice que va sintiendo tranquilidad. Ahora es una privilegiada. Acude a clases en el Centro de Educaci¨®n Permanente (CEPer) de adultos Pol¨ªgono Sur de Sevilla, que estos d¨ªas ha recibido el Premio Confucio de Alfabetizaci¨®n de la Unesco y en junio se hizo con el primer Premio Nacional Miguel Hern¨¢ndez que concede el Ministerio de Educaci¨®n para distinguir proyectos de neolectores. ¡°Estoy deseando que empiece el curso para volver a las clases. Estudio todos los d¨ªas¡±, dice entusiasmada.
Carmen es la herencia de una Espa?a que arrastra desigualdades hist¨®ricas, seg¨²n apunta el profesor Vi?ao. ¡°?Qui¨¦n tiene la culpa de esto? La respuesta es complej¨ªsima, es una cuesti¨®n de hace m¨¢s 200 a?os. No obstante, hay que mencionar el estancamiento que supuso el Franquismo, sobre todo para las mujeres. Los niveles de escolarizaci¨®n que se alcanzaron en 1970 podr¨ªan haberse superado 20 a?os antes, seg¨²n los planes de la Segunda Rep¨²blica. Eso nos pesa a¨²n y tiene consecuencias obvias en los bajos resultados que refleja el informe PISA¡±, concluye Vi?ao. Por ejemplo, uno de sus ¨²ltimos ¨ªndices revela que uno de cada seis alumnos espa?oles no sabe interpretar una factura.?
¡°A veces no consiste solo en aprender a leer o escribir. Tambi¨¦n hay elementos que permiten mejorar las condiciones en la sociedad como hacer un escrito a la Administraci¨®n¡±, explica Gabriel Gonz¨¢lez, autor del informe La infancia en Espa?a 2014 publicado por Unicef. Seg¨²n este texto, Espa?a tiene la tasa de abandono escolar m¨¢s alta de la Uni¨®n Europea con un 23,5%. ¡°El abandono escolar est¨¢ muy ligado al nivel de estudios del padre o la madre, por ejemplo: para los j¨®venes con madres que carecen de estudios postobligatorios la tasa de abandono supera el 30%, mientras que es de apenas el 4,6% cuando la madre tiene estudios superiores¡±, se lee en las conclusiones de Unicef.
Son barreras que ha ido superando la familia de la alumna Magdalena Del Canto, tambi¨¦n de 71 a?os. Ella pas¨® m¨¢s de media vida limpiando en un hospital y ninguno de sus dos hijos accedi¨® a la Universidad, pero su nieta s¨ª; es profesora. ¡°Me llama cada d¨ªa para preguntarme si tengo dudas con los deberes¡±, cuenta Del Canto tras un pupitre del centro premiado. Andaluc¨ªa, Extremadura, Castilla-La Mancha, Canarias o Murcia son las comunidades que tradicionalmente han registrado las tasas m¨¢s altas de analfabetismo, aunque en t¨¦rminos absolutos, donde hay m¨¢s analfabetos? es en Andaluc¨ªa (216.000), Catalu?a (106.000), Valencia (70.000) y Madrid (59.500), que son tambi¨¦n las comunidades m¨¢s pobladas. Seg¨²n el texto elaborado por Vi?ao, el proceso de aprendizaje de la lectura en Espa?a ha sido m¨¢s lento en las zonas rurales, en las clases medias y bajas y en las mujeres. ¡°Las causas son muy diversas. Por ejemplo, una es la distribuci¨®n de la propiedad: donde hay latifundios, como en el Sur, lo que hace falta es fuerza de trabajo f¨ªsico. En cambio, donde predomina el minifundio el propietario tiene que comercializar sus productos¡±, concluye Vi?ao. En su texto tambi¨¦n plantea los nexos creados por el comercio, el transporte o las instituciones religiosas.
¡°El Gobierno central, tanto este como los anteriores, se ha desentendido de la educaci¨®n de adultos y lo ha dejado en manos de las comunidades. Pero no hay nada relevante en las reformas educativas de las ¨²ltimas legislaturas¡±, considera Vi?ao. Fuentes del Ministerio de Educaci¨®n indican que la Lomce incluye ¡°atenci¨®n a sus especiales circunstancias¡±. En el texto se lee: ¡°Por v¨ªa reglamentaria se podr¨¢n establecer curr¨ªculos espec¨ªficos para la educaci¨®n de personas adultas que conduzcan a la obtenci¨®n de uno de los t¨ªtulos establecidos en la ley¡±. Y la gesti¨®n de estos t¨ªtulos la remite a las comunidades aut¨®nomas. ¡°Andaluc¨ªa lleva 34 a?os promoviendo programas de educaci¨®n para adultos. Pero no es suficiente, tiene que implicarse m¨¢s el Gobierno central¡±, considera Ana Garc¨ªa, que destaca lo que se realiza en el Pa¨ªs Vasco: ¡°Con un ¨ªndice m¨¢s bajo de analfabetismo hay cursos de formaci¨®n en las aldeas enfocados a la preservaci¨®n de su patrimonio¡±, ejemplifica.
Bajo la mirada de B¨¦cquer, Lorca, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Machado y Alberti, que aparecen en unas fotocopias en blanco y negro colocadas en una pared del CEPer, la alumna Teodora Trenado, de 64 a?os, lee una poes¨ªa escrita por otro compa?ero. ¡°Es muy destacable la participaci¨®n de los hombres. No superan f¨¢cilmente la verg¨¹enza¡±, rese?a Luis Ruiz, profesor del centro. El pulidor Alberto Garc¨ªa, de 40 a?os, reconoce que nunca le ha hecho falta leer para trabajar, que ha firmado contratos sin entenderlos y que lleg¨® hasta sexto de EGB porque iba pasando de curso por la edad. Ahora comparte clases con Carmen, Magdalena y Teodora: ¡°Una vez que ves a gente igual que t¨², no hay problema. Es m¨¢s lo que tienes que ganar. El que no sepa leer va a trabajar poco¡±, sentencia.
¡°Y despu¨¦s de superar la verg¨¹enza viene el desaf¨ªo de mantener su atenci¨®n. Quieren aprender rapid¨ªsimo¡±, explica Ruiz, que destaca esta tendencia en las personas que necesitan el carn¨¦ de conducir, una prueba que hasta 2008 ten¨ªa una versi¨®n simplificada con v¨ªdeos, pero que ya no tiene excepciones. ¡°Solo existe una salvedad para neolectores; se les da m¨¢s tiempo. Y para acceder a esta pr¨®rroga se necesita un comunicado de la Jefatura Provincial que corrobore el caso¡±, informan fuentes de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico. Con paciencia se lo est¨¢ tomando la mayor de cinco hermanos Remedios Gabarre, de 39 a?os, que tuvo que cuidarlos a todos. Ella forma parte de las 60.000 mujeres de entre los 30 y los 49 a?os que no saben leer y que como m¨¢s de cinco millones y medio de espa?oles busca trabajo. Pertenece tambi¨¦n al grupo de una minor¨ªas ¨¦tnicas: es gitana. ¡°Lo que quiero es tener el carn¨¦ y dedicarme a la venta ambulante¡±, dice esperanzada, y a?ade que si tiene hijos los llevar¨¢ a todos a clase.
Desde 2008 conducir sin carn¨¦ se convirti¨® en un delito penado con c¨¢rcel. ¡°Eso represent¨® de forma inmediata la necesidad de aprender a leer y escribir. Fue un motivo m¨¢s que justificable para alfabetizar a la poblaci¨®n gitana¡±, detalla Beatriz Carrillo, presidenta de la asociaci¨®n de Mujeres Gitanas Universitarias, Amuradi. ¡°Esta es una de las mayores demandas de la poblaci¨®n gitana. Y el carn¨¦ les motiva a incorporarse a la lectura, al igual el uso de las redes sociales¡±, a?ade.
Aqu¨ª es donde aparece el salto del analfabetismo a la alfabetizaci¨®n digital, muy presente en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. ¡°En el caso de Espa?a, ha pasado de ser una sociedad de alfabetizaci¨®n d¨¦bil a ser de medios electr¨®nicos¡±, contextualiza Vi?ao, que obliga a sus alumnos a leer libros en papel. La risue?a y disciplinada Carmen P¨¦rez ya ha empezado a pasar p¨¢ginas de papel y a comprender la tinta. Feliz, dice que ha sido capaz de contarle un cuento a sus nietas. Y todav¨ªa tiene retos que cumplir: Su hijo le ha regalado El Quijote y est¨¢ convencida de que, en cuanto sea capaz, leer¨¢ este hito de la literatura. Hito con la h muda a la que P¨¦rez est¨¢ dispuesta a darle voz. Planea escribir un libro con la historia de su vida. Ahora s¨ª, historia, con h.
58 millones de ni?os sin escuela
Lograr la ense?anza primaria universal es el segundo Objetivo del Milenio planteado por las Naciones Unidas para ser alcanzado antes de 2015, pero seg¨²n sus datos, todav¨ªa 58 millones de ni?os en edad escolar no van al colegio y la mitad de ellos vive en ¨¢reas afectadas por conflictos. Unicef matiza que las tasas de alfabetizaci¨®n en el ¨¢mbito mundial entre los j¨®venes y adultos han aumentado en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas y la brecha entre los g¨¦neros disminuye. En 2011, el 84% de la poblaci¨®n de m¨¢s de 15 a?os ya sab¨ªa leer y escribir, informan. "Pero todav¨ªa las instituciones tienen que darse cuenta de que tenemos un cuarto mundo dentro del primero", alerta Ana Garc¨ªa, la directora del centro doblemente premiado.
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